Lunes, 13 de enero.
Redacción
La actividad volcánica durante la erupción del Tajogaite, en La Palma, se convirtió en la principal fuente de hierro en las aguas costeras, según ha podido constatar un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) desarrollado por investigadores-as del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG), junto a compañeros del Insituto de Microelectrónica Aplicada (IUMA).
El hierro, apunta la primera institución académica de Gran Canaria, es un metal traza que desempeña una función significativa en el ciclo biológico del carbono, ya que determina la tasa de fotosíntsis y la absorción de nitrógeno en el fitoplancton.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Science of the Total Environment, está firmado por los investigadores David González, Melchor González, el agüimense Aridane González, Magdalena Santana, Alfonso Medina y David Fariña, y forma parte del proyecto FeRIA (Fe Response In an Acidified Ocean - Respuesta del Hierro en un Océano Acidificado), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
En Canarias, la principal fuente de metales traza en el océano superficial procede de la deposición de polvo seco que viaja desde el desierto del Sáhara, pero durante los 85 días que duró al reupción del volcán palmero, esta fuente de metales traza cambió de forma drástica en las aguas de la costa de la Isla Bonita gracias a la deposición de cenizas volcánicas y de coladas de lava, que se convirtieron en las principales proveedoras de hierro en este entorno.
Los resultados de la investigación revelan también cómo evolucionó el fraccionamiento por tamaño del hierro durante el proceso eruptivo, pasando de un predominio de fases de partículas grandes a otrars de menor tamaño.
Los investigadores-as destacan las posibilidades de este trabajo para conocer y modelar el efecto de erupciones, ya sean marinas o subaéreas, en los ciclos biogeoquímicos, así como el hecho de que los resultados ponen de manifiesto el importante poder del hierro en la fertilización del océano y la rápida pérdida del exceso.
El hierro, apunta la primera institución académica de Gran Canaria, es un metal traza que desempeña una función significativa en el ciclo biológico del carbono, ya que determina la tasa de fotosíntsis y la absorción de nitrógeno en el fitoplancton.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Science of the Total Environment, está firmado por los investigadores David González, Melchor González, el agüimense Aridane González, Magdalena Santana, Alfonso Medina y David Fariña, y forma parte del proyecto FeRIA (Fe Response In an Acidified Ocean - Respuesta del Hierro en un Océano Acidificado), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
En Canarias, la principal fuente de metales traza en el océano superficial procede de la deposición de polvo seco que viaja desde el desierto del Sáhara, pero durante los 85 días que duró al reupción del volcán palmero, esta fuente de metales traza cambió de forma drástica en las aguas de la costa de la Isla Bonita gracias a la deposición de cenizas volcánicas y de coladas de lava, que se convirtieron en las principales proveedoras de hierro en este entorno.
Los resultados de la investigación revelan también cómo evolucionó el fraccionamiento por tamaño del hierro durante el proceso eruptivo, pasando de un predominio de fases de partículas grandes a otrars de menor tamaño.
Los investigadores-as destacan las posibilidades de este trabajo para conocer y modelar el efecto de erupciones, ya sean marinas o subaéreas, en los ciclos biogeoquímicos, así como el hecho de que los resultados ponen de manifiesto el importante poder del hierro en la fertilización del océano y la rápida pérdida del exceso.