Miércoles, 15 de diciembre.
Canarias7/Agencias/Redacción
El sector renovador de Nueva Canarias (NC) "respeta y comparte" la posición de búsqueda de consenso que defiende el Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, pero considera que ya no hay vuelta atrás en su ruptura con la organización si antes no se produce un paso a un lado por parte de quienes ostentan la dirección del partido, y mantiene que la renovación "es innegociable".
Morales, en un artículo publicado en www.antoniomoralesgc.com reclama "mayor responsabilidad para hacer frente a esta situación", un escenario que, a su juicio, precisa "altura de miras y sin personalismos".
Asimismo, apuntaba que "no se puede dar la espalda a lo que plantea el 80% de los cargos orgánicos o públicos de Gran Canaria", e instaba a no sustituir el debate político por "lealtades personales".
A este respecto, el Alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, actuando como portavoz del sector crítico, integrado fundamentalmente por las asambleas locales de formaciones aliadas a Nueva Canarias (NC), coincide con el presidente insular y afirma que la ruptura "es la peor situación posible".
Pero a la vez mantiene que as posibilidades de acuerdo en este momento entre las dos facciones de la organización están "más que rotas" porque "es incompatible la exigencia de renovación con la postura de la dirección de que no van a admitir este veto".
El primer edil agüimense indica que en este tiempo se han buscado muchos puntos de encuentro y se han producido muchas horas de reuniones, "pero sigue sin resolverse la cuestión principal, que es la renovación de la dirección".
Como se sabe, desde hace más de un año, el sector crítico inició un debate interno en Nueva Canarias (NC) reclamando un cambio de nombres en la cúpula del partido, donde están instalados desde la constitución del partido Román Rodríguez (presidente) y Carmelo Ramírez (secretario de Organización).
"Su postura inmovilista, sostiene Óscar Hernández, no puede romper un proyecto de nacionalismo progresista nacido hace más de veinte años".
Los renovadores respetan la reflexión de Antonio Morales y reconocen que su posición es "incómoda", porque como presidente del Cabildo de Gran Canaria debe ser mediador entre las dos sensibilidades de la organización.
Sin embargo, subrayan que las vías de negociación "se agotaron" a lo largo de 2024 "porque quien tenía que decir la última palabra (en referencia a Román Rodríguez) no ha dicho nada".
A pesar de que el margen para reconducir la situación es prácticamente inexistente, Óscar Hernández confía en que se produzca esa reflexión personal por quienes representan el poder del partido y asuman que la renovación es necesaria no solo como factor de supervivencia, sino de proyección de futuro.
Fuentes de los renovadores reiteran que "ya pasó el tiempo del enfrentamiento" porque durante todo un año fue imposible un acercamiento y ahora parece poco probable que pueda producirse.
En este momento están centrados en las expectativas de futuro y en el calendario fijado por estas organizaciones locales para celebrar las respectivas asambleas y votar la desconexión de Nueva Canarias y la constitución de una nueva formación política que se pueda presentar públicamente en marzo o abril.
El sector renovador apunta que en el congreso de Nueva Canarias (NC) convocado para el próximo mes de julio se puede producir "el ridículo más absoluto" si finalmente Román Rodríguez optara por no presentarse y que "por el camino haya reventado la organización" que se constituyó en el año 2005, tras la escisión de los nacionalistas de Gran Canaria de Coalición Canaria (CC).
Siguiendo el calendario marcado a mediados del pasado mes de diciembre, las asambleas locales lideradas por los renovadores de Nueva Canarias (NC) celebrarán durante este mes de enero reuniones para que la militancia se pronuncie sobre la desconexión» de la organización, una posibilidad que defienden sus dirigentes.
Morales, en un artículo publicado en www.antoniomoralesgc.com reclama "mayor responsabilidad para hacer frente a esta situación", un escenario que, a su juicio, precisa "altura de miras y sin personalismos".
Asimismo, apuntaba que "no se puede dar la espalda a lo que plantea el 80% de los cargos orgánicos o públicos de Gran Canaria", e instaba a no sustituir el debate político por "lealtades personales".
A este respecto, el Alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, actuando como portavoz del sector crítico, integrado fundamentalmente por las asambleas locales de formaciones aliadas a Nueva Canarias (NC), coincide con el presidente insular y afirma que la ruptura "es la peor situación posible".
Pero a la vez mantiene que as posibilidades de acuerdo en este momento entre las dos facciones de la organización están "más que rotas" porque "es incompatible la exigencia de renovación con la postura de la dirección de que no van a admitir este veto".
El primer edil agüimense indica que en este tiempo se han buscado muchos puntos de encuentro y se han producido muchas horas de reuniones, "pero sigue sin resolverse la cuestión principal, que es la renovación de la dirección".
Como se sabe, desde hace más de un año, el sector crítico inició un debate interno en Nueva Canarias (NC) reclamando un cambio de nombres en la cúpula del partido, donde están instalados desde la constitución del partido Román Rodríguez (presidente) y Carmelo Ramírez (secretario de Organización).
"Su postura inmovilista, sostiene Óscar Hernández, no puede romper un proyecto de nacionalismo progresista nacido hace más de veinte años".
Los renovadores respetan la reflexión de Antonio Morales y reconocen que su posición es "incómoda", porque como presidente del Cabildo de Gran Canaria debe ser mediador entre las dos sensibilidades de la organización.
Sin embargo, subrayan que las vías de negociación "se agotaron" a lo largo de 2024 "porque quien tenía que decir la última palabra (en referencia a Román Rodríguez) no ha dicho nada".
A pesar de que el margen para reconducir la situación es prácticamente inexistente, Óscar Hernández confía en que se produzca esa reflexión personal por quienes representan el poder del partido y asuman que la renovación es necesaria no solo como factor de supervivencia, sino de proyección de futuro.
Fuentes de los renovadores reiteran que "ya pasó el tiempo del enfrentamiento" porque durante todo un año fue imposible un acercamiento y ahora parece poco probable que pueda producirse.
En este momento están centrados en las expectativas de futuro y en el calendario fijado por estas organizaciones locales para celebrar las respectivas asambleas y votar la desconexión de Nueva Canarias y la constitución de una nueva formación política que se pueda presentar públicamente en marzo o abril.
El sector renovador apunta que en el congreso de Nueva Canarias (NC) convocado para el próximo mes de julio se puede producir "el ridículo más absoluto" si finalmente Román Rodríguez optara por no presentarse y que "por el camino haya reventado la organización" que se constituyó en el año 2005, tras la escisión de los nacionalistas de Gran Canaria de Coalición Canaria (CC).
Siguiendo el calendario marcado a mediados del pasado mes de diciembre, las asambleas locales lideradas por los renovadores de Nueva Canarias (NC) celebrarán durante este mes de enero reuniones para que la militancia se pronuncie sobre la desconexión» de la organización, una posibilidad que defienden sus dirigentes.
A este resepcto, el portavoz de Nueva Canarias (NC) en el Parlamento Canario, Luis Campos, advirtió este lunes al sector crítico del partido, liderado por los alcaldes de Gáldar y Agüimes, Teodoro Sosa y Óscar Hernández, respectivamente, que si lo que pretende es imponer sus tesis y que haya un cambio de caras en la dirección no puede hablar de renovación, sino de otra cos que no se acepta.
Campos hizo esas declaraciones en el transcurso de una rueda de prensa en la que presentó el balance parlamentario de Nueva Canarias (NC) en 2024 al ser preguntado por la llamada a la responsabilidad del Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, que ha alertado de "las consecuencias que tendrá dinamitar la fuerza actual del nacionalismo prrogresista y poner en riesgo las alianzas de izquierdas para los próximos años en las principales instituciones de Canarias".
Sobre la posiblemente inevitable escisión que protagonizará este sector crítico antes de la celebración del próximo congreso de Nueva Canarias (NC), adelanado a julio por petición de sus integrantes, Campos ha dicho que comparte con Morales el 90% del análisis que ha hecho público este fin de semana en un articulo de opinión en relación al tremendo error que supondrá esta ruptura.
Campos ha recalcado que el propio Morales respaldó con su voto los acuerdos alcanzados por unanimidad en la última reunión del consejo político nacional de la formación, entre los que se incluyeron las reivindicaciones del sector crítico, adelantar el congreso de Nueva Canarias (NC), admitir una amplia participación de sus delegdaos y elaborar nuevos estatutos para hacer del partido una organización más horizontal.
Lo que no comparte la dirección de Nueva Canarias (NC) es que se pretenda anular las decisiones sustentadas en mayorías orgánicas, ya que lo contrario no puede considerarse democrático.
"La democracia empieza en casa, no se puede impedir a ningún militante que se postule" para dirigir este partido, lo que ha de hacerse en un congreso, al que pueden concurrir proyectos diferenciados, como ha ocurrido en los de Compromís, ERC y el BNG", ha apostillado.
Luis Campos ha acusado de inmovilista al sector crítico, ya que sigue pidiendo lo mismo desde el primer día, mientras que la dirección de Nueva Canarias (NC) sí ha aceptado parte de sus demandas en favor de una renovación.
Aunque se confirme la ruptura, ha asegurado que Nueva Canarias (NC) seguirá trabajando con su programa electoral, tanto en el Parlamento regional como en el Cabildo de Gran Canaria, instituciones en los que confía en que el interés general de la ciudadanía estén por encima de esta crisis.
Finalmente, Campos ha manifestado que Nueva Canarias (NC seguirá ensanchando y aglutinando sensibilidades políticas para contribuir a agrandar el espacio de la izquierda.