Lunes, 20 de enero.
La Viceconsejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Energía ha informado favorablemente a una instalación de almacenamiento de energía con baterías que impulsa Naturgy Renovables en Agüimes porque el proyecto no tiene efectos adversos significativos sobre el medio ambiente.
Entre los informes recabados por diferentes administraciones hay algunos condicionantes, mientras que la Dirección General de Agricultura se posiciona desfavorablemente, "ya que en esa zona existen otras ubicaciones colindantes donde podría instalarse la planta, sin sellar superficie cultivable", señala.
Además, añade que no se puede estar a favor de un proyecto cuya finalidad es el uso energético frente al agrario, que es para el que se planificó la zona, ubicada entre el Cruce de Arinaga y Agüimes, y que la instalación de la planta debería priorizar su localización en eriales.
Sin embargo, el informe de impacto ambiental especifica que pese que el sector primario es una actividad de especial importancia en las islas, no constituye un motivo de carácter ambiental, por lo que no cabe en este procedimiento de evaluación simplificada tener en consideración este informe desfavorable.
No obstante, sí prevé algunas medidas a tener en cuenta, como protocolos de retirada segura para minimizar la dispersión de poblaciones de especies exóticas invasoras en el ámbito de actuación, así como otro de gestión y retirada de baterías y sus partes cuando se convierten en residuos, así como los propuestos por el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, que emitió dos pronunciamientos negativos y un tercero positivo, con el planteamiento de condicionantes, incluido un control arqueológico continuado.
La infraestructura que ha solicitado el impacto ambiental de una instalación de tres contenedores de baterías para la hibridación del Parque Eólico Piletas I, de 12,8 MW, que contempla una inversión de más de tres millones de euros.
Entre los informes recabados por diferentes administraciones hay algunos condicionantes, mientras que la Dirección General de Agricultura se posiciona desfavorablemente, "ya que en esa zona existen otras ubicaciones colindantes donde podría instalarse la planta, sin sellar superficie cultivable", señala.
Además, añade que no se puede estar a favor de un proyecto cuya finalidad es el uso energético frente al agrario, que es para el que se planificó la zona, ubicada entre el Cruce de Arinaga y Agüimes, y que la instalación de la planta debería priorizar su localización en eriales.
Sin embargo, el informe de impacto ambiental especifica que pese que el sector primario es una actividad de especial importancia en las islas, no constituye un motivo de carácter ambiental, por lo que no cabe en este procedimiento de evaluación simplificada tener en consideración este informe desfavorable.
No obstante, sí prevé algunas medidas a tener en cuenta, como protocolos de retirada segura para minimizar la dispersión de poblaciones de especies exóticas invasoras en el ámbito de actuación, así como otro de gestión y retirada de baterías y sus partes cuando se convierten en residuos, así como los propuestos por el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, que emitió dos pronunciamientos negativos y un tercero positivo, con el planteamiento de condicionantes, incluido un control arqueológico continuado.
La infraestructura que ha solicitado el impacto ambiental de una instalación de tres contenedores de baterías para la hibridación del Parque Eólico Piletas I, de 12,8 MW, que contempla una inversión de más de tres millones de euros.
Por otra parte, el proyecto de Parque Eólico El Vivero que impulsa la empresa Ayagaures Medioambiente en la zona de Las Rosas ha recibido un condicionante relacionado con la instalación de un sistema de detección de aves automático, basado en la inteligencia artificial, con capacidad para identificar las especies y registrar la posición geográfico de las mismas, así como para predecir su trayectoria de vuelo en cada instante de tiempo.
Además, este sistema tiene que tener la capacidad de realizar acciones disuasorias y parada automática del aerogenerador en caso de una posible colisión.
La infraestructura, con una inversión de 1,2 milones de euros, ha recibido el visto bueno de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Energía con los citados condicionantes, pues el riesgo de colisión de aves o murciélagos es un de los principales peros que se ponen al proyecto, por lo que será necesario realizar un seguimiento durante toda la vida operativa del parque eólico mediante la búsqueda de cadáveres o restos de aes, que durante los dos primeros años será de carácter semanal y luego mensual.
El sistema de detección de aves deberá estar asociado a una plataforma on line de análisis de datos que permita a la administración acceder a los vuelos registrados, vídeos grabados, variables ambientales y parámetros de funcionamiento de los aerogeneradores, así como a la obtención de informes, gráficos y estadísticas.
Asimismo, durante al menos un ciclo anual se realizará un estudio sobre la presencia de especies de murciélagos, abundancia y uso del espacio y, si se estimase un riesgo para las poblaciones, el aerogenerador deberá permanecer parado cuando la velocidad del viento sea inferior a 6 metros por segundo y desde una hora antes del anochecer hasta una hora después del amanecer.
Si esta medida no fuera efectiva, el promotor complementará esa medida con la instalación de un sistema de detección similar al de las aves.
Finalmente, cuando el parque eólico esté operativo, se realizará una campaña de medición de ruidos para verificar el cumplimiento de la normativa, mientras que si se registrasen molestias por el efecto parpadeo sobre las viviendas o lugafres de trabajo, se deberá también evaluar esta afección.
