Domingo, 26 de enero.
Redacción
Yino Alemán, el joven de Agüimes investigado en el marco de la Operación Íncubo, que desarticuló una red presuntamente dedicada a la captación de menores para la explotación sexual, inducción a la prostitución y el tráfico de drogas, continuará ingresado en un módulo masculino a pesar de que se rectificó el sexo y ahora es oficialmente una mujer trans.
El reo, según informa Canarias7 en sus ediciones del viernes y sábado, ha mostrado su descuerdo con la decisión adoptada por la dirección del Centro Penitenciario Las Palmas II, que se ha basado en la instrucción de integración penitenciaria de personas transexuales, que establece como criterio para la elección del módulo de destino el de la identidad sexual aparente tomando en consideración sus caracteres fisiológicos y su apariencia externa.
Esta instrucción de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, detalla que el reo requiere de una valoración médica y psicológica, además de que se identifique socialmente como trans.
Tras ser valorado por la Junta de Tratamiento, la dirección del centro decidirá en qué módulo ingresa, su clasificación como preso y el itinerario tratamental que va a seguir, entre otras cuestiones.
En el caso del Yino Alemán, añade Canarias7, investigado en dos causas diferentes por corrupción de menores de edad, entro otros delitos, y que ha amenazado con comenzar una huelga de hambre, la dirección del centro penitenciario ha adoptado una serie de cautelas atendiendo a su sexo como, por ejemplo, que esté solo en una celda del módulo 1, más conocido como el de máximo respeto, que no sea cacheado por un hombre directamente, sino con una raqueta detectora, y se le ha facilitado, a petición del propio reo, un lote higiénico para mujeres que incluye productos de aseo, compresas, etc.
Ahora, el joven de Agüimes puede presentar una queja ante la Junta de Tratamiento por el hecho de que no haya sido ingresado en un módulo femenino y, si su petición no es atendida, podría recurrir al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, que es el que tiene la competencia sobre la prisión sureña.
La autoridad judicial deberá entonces valorar su protesta, aunque ponderando la seguridad, el buen orden del establecimiento penitenciario y las circunstancias particulares del caso.
El reo, según informa Canarias7 en sus ediciones del viernes y sábado, ha mostrado su descuerdo con la decisión adoptada por la dirección del Centro Penitenciario Las Palmas II, que se ha basado en la instrucción de integración penitenciaria de personas transexuales, que establece como criterio para la elección del módulo de destino el de la identidad sexual aparente tomando en consideración sus caracteres fisiológicos y su apariencia externa.
Esta instrucción de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, detalla que el reo requiere de una valoración médica y psicológica, además de que se identifique socialmente como trans.
Tras ser valorado por la Junta de Tratamiento, la dirección del centro decidirá en qué módulo ingresa, su clasificación como preso y el itinerario tratamental que va a seguir, entre otras cuestiones.
En el caso del Yino Alemán, añade Canarias7, investigado en dos causas diferentes por corrupción de menores de edad, entro otros delitos, y que ha amenazado con comenzar una huelga de hambre, la dirección del centro penitenciario ha adoptado una serie de cautelas atendiendo a su sexo como, por ejemplo, que esté solo en una celda del módulo 1, más conocido como el de máximo respeto, que no sea cacheado por un hombre directamente, sino con una raqueta detectora, y se le ha facilitado, a petición del propio reo, un lote higiénico para mujeres que incluye productos de aseo, compresas, etc.
Ahora, el joven de Agüimes puede presentar una queja ante la Junta de Tratamiento por el hecho de que no haya sido ingresado en un módulo femenino y, si su petición no es atendida, podría recurrir al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, que es el que tiene la competencia sobre la prisión sureña.
La autoridad judicial deberá entonces valorar su protesta, aunque ponderando la seguridad, el buen orden del establecimiento penitenciario y las circunstancias particulares del caso.