3 de marzo de 2025

Colaboración: Carnavales

 Lunes, 3 de marzo. 

Manuel G.M.

En lo prohibido se esconde el ser desinhibido que llevamos dentro. 
Al cantar despacio, con alegría y criticando los prejuicios establecidos, invocamos la valentía que derriba lo prohibido. 
Enmascarar el cuerpo con pinturas vivas y fundirte con el personaje que imaginaste, provoca la locura más acertada y desata la pasión carnal del verdadero animal que llevas contigo. 
Las reflexiones en la cuaresma no son sino el preámbulo de tu osadía frente a Dios. Su templo puede esperar por ti. Sus designios pueden aguardar por ti. Su presencia en tu alma puede aplazarse en ti. Y tu fe se puede ausentar en ti. El corazón no es alma ni espíritu. El corazón y todo tu cuerpo son carne viva que te desarman de prejuicios y consignas propias de la razón. Eres un animal que necesita saciarse del contacto de otro animal. En esa semana de cuaresma eres un animal humano que le puede al Dios razonado del resto de los humanos. Con alevosía carnal te sometes al juicio de la vida descontrolada y capaz. La sientes sin más. La ansias irremediablemente. La necesitas como tu Dios te necesita. Eres libre. Eres un animal que vive para vivir. Eres vida pura. Eres mar en medio de la mar. Eres fuego y hoguera. Eres ceniza incandescente que busca fuego para arder. Eres todo lo que necesitas. Eres carne y baile que explota por vivir en la lujuria del momento, así como el destino del placer humano que no lucha contracorriente sino que discurre por el río de la pasión . 
Las latidos que escuchas son la sombra del pecado que viene a buscarte. Pecado para tu Dios y rebeldía para ti. Rebeldía disfrazada de cualquier cosa. Un marinero sin mar por el que surcar. Una monja que busca una esquina para afligir al débil con su cuerpo y su carne. Un indio que canta sin compás y baila sin bailar. Un payaso que busca el circo de la vida sumido en alcohol y esperando la llegada de la trapecista prometida. Una mujer que quiere ser hombre barbudo para fumarse los labios de un hombre maquillado de mujer elegante. Un pez cualquiera que osa comerse los anzuelos como si fueran piedrecitas de hielo que apagaban su ardor interior. Una colmena de abejas donde la reina es la obrera y donde las obreras son saciadas por la exhausta reina, que esta vez trabaja para ellas. Un pirata que no engaña a nadie y que reparte el ron que lleva consigo al primer beso que conquista. Un astronauta cuyo objetivo es pisar la luna con su nariz enlatada en su escafandra. Una puta que enseña a leer a los niños con la virtud de quien conoce al mundo tal como es, sin mentira, sin tapujos, sin más alfabeto que el que rima con la verdad. Un pianista que busca las teclas escondidas en medio del baile. Un grupo de toreros que indultan a todos los toros para que busquen placer con las vacas. Un cura que reza para que Dios extienda la cuaresma y reparta el vino entre los más tímidos. Un cangrejo que camina para adelante mientras deja atrás sus miedos y su cueva llena de esperanza. Un perro que no ladra y juega a ser gato manso. Un gato que ladra y muerde a los perros sarnosos. Un camarero que comanda sueños húmedos y presenta bebidas afrodisíacas. Y un Dios que quiere ser hombre para sentirse mortal, para ser carne, para ser predecible, para ser libre, para ser fugaz, para ser miedoso, para ser frágil, para ser valiente, para ser placer, para ser huida, para ser amado, para ser follado, para ser consolado, para ser escuchado, para ser visto, para ser esclavo, para ser besado, para ser considerado, para ser soñado, para ser recordado, para ser feliz, feliz, feliz ….en carnavales. 
Pdta : Al pueblo de Agüimes, que lleva en su esencia unos carnavales de los de verdad , de los de siempre. La cuaresma, en Agüimes, espera rezando al miércoles de ceniza para que se precipite lo antes posible con la única pretensión de inundar sus calles de alegría manifiesta y unas murgas que unan al pueblo con sus canciones entorno a la Iglesia, cuyas campanas repican sin parar desatando los deseos de carnaval.