Jueves, 27 de marzo.
Murga Los Sombreritos
Después de unos días de reflexión y de asimilar lo vivido, aún nos cuesta encontrar palabras para expresar lo que han significado estas dos noches. El 21 y 22 de marzo vivimos algo inolvidable. Celebramos nuestro 50 aniversario, un hito que nos hizo mirar atrás con orgullo, valorar el presente con gratitud y soñar con el futuro con la misma pasión de siempre.
Este sueño no habría sido posible sin cada miembro de nuestra murga. A ustedes, que han entregado su tiempo, voz, esfuerzo y corazón para hacer de esta gala un espectáculo inolvidable, les debemos todo. Gracias por ser el alma de Los Sombreritos, por mantener vivo este sentimiento murguero y demostrar que somos una gran familia unida por la música y la pasión.
Nuestro agradecimiento también al incomparable Yeray Rodríguez, maestro del verso improvisado, que nos hizo reír, reflexionar y emocionarnos con su arte. Nos enseñó a jugar con las palabras, a sentirlas y a entender que poesía y música son un lenguaje universal que nos une.
Y, por supuesto, un homenaje de admiración y gratitud a El Coro de Julio Pardo. Sus voces nos envolvieron, estremecieron y nos hicieron vibrar hasta el alma. Son referentes del Carnaval, pero más allá de su grandeza en el escenario, su humildad y cercanía los hacen aún más extraordinarios. Escucharles ha sido un privilegio, compartir con ellos un regalo y saber que ahora forman parte de nuestra historia, un honor que nunca olvidaremos. Soñamos con devolverles esta emoción algún día… y que sea en Cádiz.
Por último, a ustedes, nuestro público. Con su aplauso, cariño y entrega han hecho que este aniversario quede grabado en nuestra memoria y en la historia de Los Sombreritos y de Agüimes.
Nos llevamos el corazón lleno de emoción, la mente repleta de recuerdos imborrables y el alma latiendo con más fuerza que nunca. Porque ser Sombrerito es más que cantar: es sentir, vivir y compartir. Y eso hicimos, juntos.
Gracias por ser parte de este viaje. Nos vemos pronto, con la misma ilusión y las mismas ganas de siempre.