Martes, 18 de noviembre.
Redacción
Nueve personas, acusadas de formar un grupo criminal para asaltar casinos y salones de juego repartidos por la geografía de Gran Canaria, se enfrentarán a penas de hasta diez años de prisión en un juicio que comienza a celebrarse hoy en la Audiencia de Las Palmas.
Un total de seis establecimientos de apuestas ubicados tanto al sureste como al norte de la isla, desde Arinaga o Vecindario hasta Arucas o La Atalaya de Guía, fueron atracados presuntamente por los miembros de dicha banda entre el 31 de julio y el 16 de agosto de 2023.
A los procesados, la Fiscalía les imputa delitos de robo con violencia, pertenencia a grupo criminal y contra la seguridad vial.
En su escrito de cargos, relata que, blandiendo un cuchillo de grandes dimensiones, una navaja o una barra de hierro para intimidar a los empleados-as y clientes de los locales, según las ocasiones, y ocultando sus rostros, generalmente con pasamontañas, llegaron a sustraer cantidades de 10.000 y hasta 17.104 euros en un solo asalto.
Para ello, vigilaban durante horas los salones aguardando el momento más propicio, ya de noche y cuando estimaban que la recaudación de la jornada era considerable, procediendo luego a entrar en sus instalaciones y obligando en algún caso a que les abrieran la caja fuerte para obtener mayor beneficio.
Y lo hacían además, a fin de dificultar su identificación, usando vehículos nuevos de empresas de alquiler de coches, algunos de alta gama, que contrataban a nombre de terceros que se prestaban a ayudarles a cambio de algo de dinero o de una dosis de droga, relata la Fiscalía.
Detalla, asimismo, que "el grupo actuaba de forma organizada y con un orden jerárquico", pues había dos cabecillas que buscaban colaboradores, decidían el reparto de las ganancias y organizaban las acciones, quedando siempre alguien en el vehículo usado para robar mientras se cometía el atraco, a fin de ejercer labores de vigilancia y facilitar la huida del lugar una vez conseguido el dinero.
Al tiempo que, al contratarlos a nombre de otras personas, eludían responsabilidad alguna en relación a los vehículos que alquilaban, que no devolvían luego a las compañías de las que eran propiedad, dejándolos abandonados o en paradero desconocido.
El Ministerio Fiscal pide siete años y medio prisión por cada acusación de robo con violencia, de 2 años de prisión por las de pertenencia a grupo criminal y de 6 meses de prisión por la conducción sin permiso reglamentario.
Un total de seis establecimientos de apuestas ubicados tanto al sureste como al norte de la isla, desde Arinaga o Vecindario hasta Arucas o La Atalaya de Guía, fueron atracados presuntamente por los miembros de dicha banda entre el 31 de julio y el 16 de agosto de 2023.
A los procesados, la Fiscalía les imputa delitos de robo con violencia, pertenencia a grupo criminal y contra la seguridad vial.
En su escrito de cargos, relata que, blandiendo un cuchillo de grandes dimensiones, una navaja o una barra de hierro para intimidar a los empleados-as y clientes de los locales, según las ocasiones, y ocultando sus rostros, generalmente con pasamontañas, llegaron a sustraer cantidades de 10.000 y hasta 17.104 euros en un solo asalto.
Para ello, vigilaban durante horas los salones aguardando el momento más propicio, ya de noche y cuando estimaban que la recaudación de la jornada era considerable, procediendo luego a entrar en sus instalaciones y obligando en algún caso a que les abrieran la caja fuerte para obtener mayor beneficio.
Y lo hacían además, a fin de dificultar su identificación, usando vehículos nuevos de empresas de alquiler de coches, algunos de alta gama, que contrataban a nombre de terceros que se prestaban a ayudarles a cambio de algo de dinero o de una dosis de droga, relata la Fiscalía.
Detalla, asimismo, que "el grupo actuaba de forma organizada y con un orden jerárquico", pues había dos cabecillas que buscaban colaboradores, decidían el reparto de las ganancias y organizaban las acciones, quedando siempre alguien en el vehículo usado para robar mientras se cometía el atraco, a fin de ejercer labores de vigilancia y facilitar la huida del lugar una vez conseguido el dinero.
Al tiempo que, al contratarlos a nombre de otras personas, eludían responsabilidad alguna en relación a los vehículos que alquilaban, que no devolvían luego a las compañías de las que eran propiedad, dejándolos abandonados o en paradero desconocido.
El Ministerio Fiscal pide siete años y medio prisión por cada acusación de robo con violencia, de 2 años de prisión por las de pertenencia a grupo criminal y de 6 meses de prisión por la conducción sin permiso reglamentario.
