Como ya informamos días atrás, un grupo de desconocidos destruyó un panel grabado de más de un metro cuadrado de superficie, en el que estaban inscritas grafías geométricas y alfabetiformes líbicos, del periodo anterior a la conquista del Archipiélago. Técnicos de Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo, entre los que estaba José de León, realizaron el pasado lunes una inspección al lugar para valorar los daños sufridos por el yacimiento histórico y realizar un informe.
El inspector insular de Patrimonio Histórico, José de León, indicó que el panel dañado "es de los más importantes del yacimiento arqueológico de Balos, ya que se trata de un conjunto alfabético geométrico". "Lo rompieron a marronazos, ya que para hacer el daño se requiere bastante fuerza, o incluso utilizaron alguna cuña de metal", apuntó. De León cree que "la intención era romper la piedra para llevarse unos trozos grandes de grabados, porque había un bloque que estaba retirado unos metros, que daba la impresión que no se lo llevaron porque pesaba mucho".
El inspector insular de Patrimonio señaló que también había otro trozo grande dañado, pero "dentro de lo malo, parece que la mayor parte de los grabados están por allí en trozos, que están muy machacados y habría que reconstruir". Para José de León "es casi seguro que fue una acción consciente, porque los que fueron sabían a lo que iban, porque los grabados dañados del Barranco de Balos están fuera de la zona vallada y es difícil dar con ellos".
"Será la investigación que abra el Seprona la que concluya si es un simple daño o si se trata de un grupo de personas que suministran estos grabados a alguien", apuntó el inspector insular de Patrimonio Histórico. "Sospechamos que se trata de un grupo de personas organizadas que se dedique a esto, con lo no sería una infracción administrativa o negligencia, sino un delito perseguido por el Código Penal", añadió José de León.
La estación rupestre del Macizo de Balos, ubicado en el municipio de Agüimes, es uno de los yacimientos más importantes del pasado prehispánico. Es, junto a la Cueva Pintada de Gáldar, uno de los paradigmas de esta época, símbolo de la identidad canaria.
En el Barranco de Balos se encuentra un conjunto extraordinario de grabados que destaca por la variedad de temas que presenta. Casi todos están situados en planos verticales a distintas alturas, apareciendo la mayoría de los caracteres alfabéticos a una altura superior a la humana, estando esta escritura identificada como de origen bereber. Las representaciones antropomorfas tienen distintas posturas y en algunas se puede distinguir el sexo de la figura, así como la actividad que realizan. Conjuntamente con estas figuras humanas se han encontrado representaciones del disco solar con radiaciones, figuras naviformes identificadas como barcos de tres palos, velamen y timón, y motivos zoomorfos.
El soporte natural de estos misteriosos petroglifos es un macizo basáltico, de más de 600 metros de longitud, que destaca de forma notoria, constituyendo ya de por sí un elemento singular del paisaje, en medio del Barranco de Balos.