7 de diciembre de 2009

El agüimense Eustasio López recibirá, el día 10, la Medalla de Oro del Turismo

Lunes, 07 de diciembre.

La Provincia
Eustasio López se ha convertido en uno de los grandes empresarios de la historia económica del Archipiélago, aunque su trayectoria lo ha catapultado asimismo hacia los ámbitos nacional e internacional. La Medalla de Oro del Turismo, que le ha sido concedida por el Consejo de Ministros, y que le será entregada el próximo día 10, reconoce una parte de su currículo empresarial: su carácter emprendedor, visionario en la actividad turística, en la que se inició cuando ya era una firma solvente, de referencia en calidad y seriedad, en el campo de la construcción y las obras públicas, donde entró de la mano y después como sucesor de su padre.
En realidad, su desembarco en el negocio del turismo tuvo una fase intermedia en la urbanización de un sector de Campo Internacional y en la construcción del centro comercial Faro 2. Su modelo de gestión ha logrado mantener un establecimiento de calidad, que contrasta con el deterioro arquitectónico y el uso marginal de otros edificios similares en Playa del Inglés. El paso siguiente, dado mientras la constructora Lopesan se convertía en una de las empresas que simbolizaban la calidad isleña y el desarrollo solvente, fue la compra de dos hoteles: el Buenaventura y el Catarina, la avanzadilla del grupo en el sector de los resorts.
Fue una convicción personal de Eustasio López, adoptada en contra de influyentes opiniones de su entorno, y también de sus competidores. Pero la operación no es que saliera bien: adoptada en el momento adecuado, el riesgo se transformó en un éxito tal que actuó como factor de impulsión para nuevas iniciativas. La compra de estos dos hoteles fue el primer paso para la creación de una de las grandes cadenas españolas, y para la internacionalización de la compañía, que en poco tiempo adquirió la mayoría de las acciones de la alemana IFA, lo cual le permitió operar directamente en varios países europeos.
El plan de vuelo que ha desarrollado Eustasio López, apoyado por un competente estado mayor, ha sido el de configurar un proyecto integral. ¿Qué necesita el cliente?, ¿qué le gusta al cliente? Pronto la línea del frente se trasladó a Maspalomas-Meloneras, y la construcción del Gran Hotel Costa Meloneras visualizó en un caso práctico cuál era la táctica: una arquitectura de rasgos tradicionales isleños, en la que algunos de sus elementos característicos, la piscina que se confunde con el horizonte y el borde marítimo y la masa verde, se convirtieran en una nueva postal de Gran Canaria.
Quienes le aseguraban el fracaso, por las grandes dimensiones del hotel, no tuvieron en cuenta las ventajas que en forma de sinergias y ahorro de costes producía su tamaño. Fue un pleno al 15. Lo mismo sucedió con el Villa del Conde: su plaza interior, coronada por las torres de la iglesia de Agüimes (pueblo natal del promotor) es una de las mejores y menos adulteradas plazas de pueblo del Archipiélago. Y el Baobab, que introduce el ambiente africano, sigue el mismo camino. Todo ello, complementado con un casino, un campo de golf, un palacio de congresos y una futura marina enfocada hacia el turismo náutico continental, así como el reforzamiento de un polo de centralidad con un El Corte Inglés.
Afable en el trato, tiene fama de ser una esponja que escucha más que habla, y que machaca los temas hasta tomar una decisión. Combina el riesgo con la ventura, la imaginación con el análisis frío de las circunstancias; y se le adjudica una gran capacidad, un ojo clínico excepcional, para acertar en los negocios que emprende. Junto con estas cualidades, que incluyen el estar siempre con la turmix de las ideas en marcha, porque, como dice el refrán, "camarón que se duerme se lo lleva la corriente", no le disuade ninguna presión ni conveniencia política a la hora de llevar a los tribunales a ayuntamientos, cabildos, Comunidad Autónoma o Administración central. La Medalla de Oro del Turismo es, para este emprendedor nato, un peldaño más en una meta que se proyecta hacia el futuro con las mismas ambiciones con que ha recorrido el trecho que ahora se premia.