Los educadores del Centro de Menores Extranjeros No Acompañados de Arinaga, dependiente de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, aseguran que el lanzamiento de piedras que vecinos de la Urbanización La Paz denunciaron este domingo, y que presuntamente sería responsabilidad de varios jóvenes bajo tutela del ejecutivo canario, se produjo tras una persecución "con palos y piedras" de varios residentes en el barrio anteriormente citado.
Según el relato hecho público por el Gobierno de Canarias, sobre las 20.10 horas del domingo, uno de los menores entró corriendo y dando gritos al centro, concretamente a la zona del comedor, donde un grupo de jóvenes inmigrantes estaban cenando, "indicando que varios vecinos estaban dando una paliza a unos compañeros en la zona del parque del Polígono Residencial de Arinaga, animando a los menores a salir para defender a los otros chicos".
Ante esta circunstancia, los educadores prohibieron la salida a los menores por la puerta del centro, "pero esto no impidió la escapada", momento en el que cuatro educadores "salen corriendo tras los chicos para evitar que éstos lleguen a la zona señalada", pero no consiguen evitarlo.
En este punto es donde difiere el relato de vecinos y Gobierno de Canarias, ya que una vez los educadores llegan a la zona de la Urbanización La Paz, "son increpados por varios vecinos que incluso les amenazan, especialmente a los educadores extranjeros que subían hacia el lugar de la pelea", quienes se acreditaron como educadores del centro para evitar represalias contra ellos. En ese momento, "los educadores observan que varios menores bajan corriendo perseguidos por un nutrido grupo de vecinos que, según parece, portaban piedras y palos con el fin de agredir a los menores", instante en el que se produciría el lanzamiento de piedras por parte de los menores al grupo de vecinos.
Tras esto, los educadores corrieron hacia el centro con los chicos "y trataron de evitar que éstos tiraran piedras a los vecinos, algo muy complicado, dado el grado de alteración de los internos que continuaron lanzando piedras", señala la Consejería de Bienestar Social, en una nota remitida ayer.
Además, continúa la explicación oficial, "una vez se va acercando el grupo de menores y educadores al centro, perseguidos por un grupo de entre 30 y 40 personas", llegan los efectivos policiales, consiguiendo controlar la situación para que no llegara a males mayores.
Como consecuencia del incidente, además de varios cristales de casas rotos, tres de los menores fueron evacuados a un centro de salud con varias heridas, laceraciones y contusiones, que no han revestido mayor gravedad. Según la versión de éstos, tres de ellos volvían al centro después de llamar por teléfono en la zona del Cruce de Arinaga, cuando se encontraron a varios chicos de origen magrebí, anteriormente acogidos en el dispositivo, con los que comenzaron a charlar. Entonces, "varios chicos se acercaron a ellos, sin motivo aparente, armados con palos y otros objetos, con los que comienzan a apalear a los chicos". Es en ese momento cuando uno de ellos se dirige al centro para llamar a sus compañeros, ya que según explican, "si no subían a defenderlos los iban a matar".
A partir de ahí, según esta versión oficial, se desarrollaron los hechos, al tiempo que los menores negaron haber roto cristales de vehículos y viviendas. Los agentes de la Guardia Civil, una vez calmados los ánimos, toman declaración a los implicados y realizan el peritaje de los daños causados.
Ante esta situación, desde la Dirección General de Protección del Menor y la Familia se ha acordado restringir todas las salidas a pie del centro por la zona del Cruce de Arinaga a los menores, trasladar los hechos a la Fiscalía de Menores, así como establecer un conjunto de pautas de actuación con la Guardia Civil, con el fin de evitar futuros conflictos.