Domingo, 07 de febrero.Canarias7
No hay peor cuña que la de tu propia madera. La frase se les debe haber escapado, en más de una ocasión, a los socios del grupo de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria, PSC-PSOE y Nueva Canarias, al ver las críticas del Alcalde de Agüimes, Antonio Morales, a su gestión y a distintas decisiones que han adoptado durante este mandato.
La última, de momento, cuestionar la necesidad de una segunda pista civil en el Aeropuerto de Gran Canaria y reclamar una revisión del Plan Director de las instalaciones de Gando que aclare las reglas del juego urbanístico en esta franja del Sureste.
Aunque integrado en Nueva Canarias, el primer edil por Roque Aguayro, se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza de la corporación insular. "Va por libre", dicen fuera de micrófonos los consejeros de Nueva Canarias en la institución insular, que justifican las críticas del Alcalde de Agüimes recordando que habla como alcalde y en defensa de los intereses de su municipio y de la Comarca.
Los del PSC-PSOE no son tan indulgentes con quien ha cuestionado algunas de sus principales apuestas para estos cuatro años, como la de colocar la planta regasificadora en el mar, en una isla artificial situada a dos kilómetros de la Central Térmica de Juan Grande y, ahora, la segunda pista civil del aeropuerto, a la que va asociada el parque empresarial que impulsa el Cabildo.
El alcalde grancanario que más años consecutivos lleva como tal, lideró la rebelión temporal de alcaldes de todas las siglas políticas contra la desaparición del Plan de Cooperación con los Ayuntamientos, un golpe en la mesa del municipalismo que, sin embargo, acabó generando una división entre los partidos que son socios en el Cabildo de Gran Canaria y los que lo son en el Gobierno de Canarias.
En todo caso, sus críticas a la gestión del Cabildo no son nuevas. En el mandato anterior, Antonio Morales fue la pesadilla del entonces presidente, José Manuel Soria, al frente de una mayoría absoluta del PP, con el que protagonió varios enfrentamientos mediáticos y judiciales sin ningún rubor, entre ellos, por la gestión del Polígono Industrial de Arinaga y la venta de suelo público del mismo.