Ben Magec-Ecologistas en Acción aseguró ayer, en un comunicado, que en 2005 denunció ante el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Agüimes y Aduanas las graves deficiencias del zoológico Parque de los Cocodrilos, donde el martes fueron abatidos a tiros tres tigres de bengala que se escaparon de su jaula.
Los ecologistas consideraron que las distintas administraciones con competencias en materia de núcleos zoológicos "no han asumido ninguna responsabilidad y son responsables indirectos de la muerte de los tres tigres, al tener conocimiento y constancia de la grave situación de inseguridad" del recinto situado en el municipio de Agüimes.
En el informe de 2005, Ben Magec-Ecologistas en Acción planteó "una solución para el traslado de los animales a otras reservas, tras alcanzar acuerdos con algunas instalaciones del resto del Estado Español que se comprometían a asumir a determinadas especies del núcleo zoológico de Agüimes", aseguró la organización.
Por otra parte, la ONG Proyecto Gran Simio solicitó también ayer el inmediato cierre cautelar del citado zoológico, la realización de una investigación de los hechos acontecidos y, si se estima que no reúne las condiciones exigidas por la legislación vigente, su cierre definitivo.
El Parque de los Cocodrilos se encuentra entre los primeros zoológicos de la lista de un informe elaborado por la ONG sobre la situación de los grandes simios en los zoológicos de España y en el que se denuncian las condiciones precarias y extremas en las que viven los chimpancés y el resto de los animales de este centro de Los Corralillos.
Por otra parte, el Viceconsejero de Ganadería del Gobierno de Canarias, Marcelino Umpiérrez, explicó ayer que "la decisión de abatir a los tigres, ha sido la adecuada en este caso", al tiempo que indicó algunos detalles de la visita de supervisión realizada ayer al recinto por dos técnicos veterinarios del Area de Bienestar Animal.
Umpiérrez señaló que no es la primera vez que hacen una inspección al zoológico, ya que no hace mucho, se había realizado una para poner al día todos los datos del parque y, que la llevada a cabo ayer, tuvo, entre otros motivos, corroborar y contrastar las distintas versiones dadas en los medios de comunicación respecto a los incidente del pasado martes.
Umpiérrez desmintió que en el Parque de los Cocodrilos no contaran con las dosis de sedantes necesarias para calmar a los animales. "Lo que ocurrió, fue que los tigres se dispersaron dentro del parque y, como perdieron un poco el control sobre los mismos, entonces se vieron obligados a tomar la lamentable decisión de abatirlos a tiros". Asimismo, coincidió con la versión ofrecida por los propietarios de la instalación, al indicar que la medida adoptada "fue correcta".
La versión dada ayer es que los tigres, una vez consiguieron escapar de la jaula, se introdujeron en una zona arbolada que presentaba serias dificultades a los miembros de las fuerzas de seguridad para intentar neutralizarlos mediante disparos de dardos sedantes. "En la zona donde se habían introducido no ofrecía garantías de poder controlarlos", señaló.
Por otra parte, el Viceconsejero de Ganadería del Gobierno de Canarias, Marcelino Umpiérrez, explicó ayer que "la decisión de abatir a los tigres, ha sido la adecuada en este caso", al tiempo que indicó algunos detalles de la visita de supervisión realizada ayer al recinto por dos técnicos veterinarios del Area de Bienestar Animal.
Umpiérrez señaló que no es la primera vez que hacen una inspección al zoológico, ya que no hace mucho, se había realizado una para poner al día todos los datos del parque y, que la llevada a cabo ayer, tuvo, entre otros motivos, corroborar y contrastar las distintas versiones dadas en los medios de comunicación respecto a los incidente del pasado martes.
Umpiérrez desmintió que en el Parque de los Cocodrilos no contaran con las dosis de sedantes necesarias para calmar a los animales. "Lo que ocurrió, fue que los tigres se dispersaron dentro del parque y, como perdieron un poco el control sobre los mismos, entonces se vieron obligados a tomar la lamentable decisión de abatirlos a tiros". Asimismo, coincidió con la versión ofrecida por los propietarios de la instalación, al indicar que la medida adoptada "fue correcta".
La versión dada ayer es que los tigres, una vez consiguieron escapar de la jaula, se introdujeron en una zona arbolada que presentaba serias dificultades a los miembros de las fuerzas de seguridad para intentar neutralizarlos mediante disparos de dardos sedantes. "En la zona donde se habían introducido no ofrecía garantías de poder controlarlos", señaló.