21 de marzo de 2010

El aceite Caserío de Temisas, oro puro de oliva

Domingo, 21 de marzo.

La Provincia
Agüimes se ha convertido, en menos de diez años, en la mayor potencia aceitera de Canarias y la única del archipiélago cuyo propio Ayuntamiento es, a la vez, el principal promotor de la actividad.
Lo que comenzó como una suerte de experimento, tras conocerse que los olivos de la comarca, incluidos los de Santa Lucía, Tunte o Temisas, pertenecen a una variedad única en el mundo, la Verdiel, la villa ha retomado una actividad de la que existen vestigios del XVI en forma de antiguas construcciones que corresponden a almazaras de molienda de aceitunas.
Con el marchamo de Caserío de Temisas, el Ayuntamiento ejerce la tradicional maquila de toda la vida con los propietarios de olivos. El municipio pone el molino, en realidad un moderno oliomio que las estruja en frío, y a cambio se queda con el 15% de la producción, un cinco por ciento menos que hasta ahora, que se quedaba con el 20%, como explica el Concejal de Desarrollo Rural, Suso Trujillo.
Hay que subrayar que todo esto es oro sacado de los riscos porque, durante siglos, el olivo fue considerado en Canarias como un mato de orilla, a veces un simple muro para amortiguar los vientos y convertir su fruto en aceitunas con mojo.
Esto fue hasta que se mandaron muestras vegetales al Banco Mundial de Germoplasma de la Universidad de Córdoba, que certificó que esos matos, a fuerza del aislamiento centenario, son una rareza en sí mismos.
El único porcentaje que se comercializa es el del citado 15% que se guarda, embotella y vende en los museos municipales el Ayuntamiento de Agüimes, que persigue una Denominación de Origen que ponga al Caserío de Temisas en las boutiques de los productos de renombre. Pero, mientras se desarrolla este proyecto, la ocurrencia ha generado una sinergia imparable. Además de los 7.000 olivos que se encuentran entre Temisas y Agüimes casco, cada año se amplía el censo con 3.000 nuevos ejemplares, que salen del vivero municipal. Esto ha impulsado la creación de casas de oficio que se dedican a la recuperación de los olivares olvidados y se ha realizado una selección varietal que está mejorando la calidad, producción y vigor de los ejemplares, lo que ha permitido en esta campaña producir 27.500 kilos de aceitunas gracias al trabajo conjunto de 106 agricultores.