Desde el año 1646, con la llegada del otoño, Agüimes celebra sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora la Virgen del Rosario, que además ostenta el título de Alcaldesa Mayor Perpetua del municipio.
En el año 2002, esta festividad fue declarada, por la Dirección General de Turismo del Ministerio de Economía, como Fiestas de Interés Turístico Nacional, galardón que la sitúa como una de las celebraciones de mayor importancia del Estado español.
En el marco de estos fastos tienen lugar multitud de actos que hacen única la celebración de las fiestas del Rosario en Agüimes. Sin lugar a dudas, uno de los más importantes es la ya tradicional Traía del Gofio y Agua, un evento que congrega a una gran cantidad de personas en torno a una celebración donde resaltan de manera evidente nuestras tradiciones canarias.
La Traía del Gofio y Agua constituye una manifestación auténticamente popular que nos recuerda una de las muchas tradiciones histórico-culturales del pueblo canario y que, en este caso, hace referencia a una antiquísima tradición de la Villa de Agüimes que, a lo largo de los años, ha derivado en el acto más esperado de las fiestas por su carácter alegre, desenfadado y tradicional, recreando una antigua y habitual costumbre de la época de la posguerra cuando los vecinos y vecinas de Agüimes se desplazaban a las afueras del pueblo, a la zona de los Molinos de Ananías y Lolita, para llevar el millo para que fuera tostado y molido. Una vez obtenido el gofio se transportaba en bestias o con el costal a cuestas, junto con el agua recogida en cacharros de las acequias, fuentes y pilares públicos, con el fin último del necesario uso doméstico.
La Traía del Gofio y Agua da comienzo en los mismos Molinos de Lolita y Ananías, a 2 kilómetros aproximados del casco histórico del pueblo, donde las miles de personas que participan y forman parte de la comitiva acuden con la vestimenta tradicional canaria para rememorar a modo de fiesta, en compañía de una banda de música con el jolgorio y la alegría que conlleva, la antigua tradición de recoger el gofio del molino y llevarlo al pueblo. Al llegar al pueblo es el agua quien asume el protagonismo y desde las azoteas de las viviendas se lanzan cubos de agua, lográndose así un verdadero baño de agua y gofio.
El punto final tiene lugar en la Plaza de Nuestra Señora del Rosario, donde concluye la noche con una gran verbena popular hasta altas horas de la madrugada que, en esta ocasión, estará amenizada por las orquestas Tamarindos y Furia Joven.
En el año 2002, esta festividad fue declarada, por la Dirección General de Turismo del Ministerio de Economía, como Fiestas de Interés Turístico Nacional, galardón que la sitúa como una de las celebraciones de mayor importancia del Estado español.
En el marco de estos fastos tienen lugar multitud de actos que hacen única la celebración de las fiestas del Rosario en Agüimes. Sin lugar a dudas, uno de los más importantes es la ya tradicional Traía del Gofio y Agua, un evento que congrega a una gran cantidad de personas en torno a una celebración donde resaltan de manera evidente nuestras tradiciones canarias.
La Traía del Gofio y Agua constituye una manifestación auténticamente popular que nos recuerda una de las muchas tradiciones histórico-culturales del pueblo canario y que, en este caso, hace referencia a una antiquísima tradición de la Villa de Agüimes que, a lo largo de los años, ha derivado en el acto más esperado de las fiestas por su carácter alegre, desenfadado y tradicional, recreando una antigua y habitual costumbre de la época de la posguerra cuando los vecinos y vecinas de Agüimes se desplazaban a las afueras del pueblo, a la zona de los Molinos de Ananías y Lolita, para llevar el millo para que fuera tostado y molido. Una vez obtenido el gofio se transportaba en bestias o con el costal a cuestas, junto con el agua recogida en cacharros de las acequias, fuentes y pilares públicos, con el fin último del necesario uso doméstico.
La Traía del Gofio y Agua da comienzo en los mismos Molinos de Lolita y Ananías, a 2 kilómetros aproximados del casco histórico del pueblo, donde las miles de personas que participan y forman parte de la comitiva acuden con la vestimenta tradicional canaria para rememorar a modo de fiesta, en compañía de una banda de música con el jolgorio y la alegría que conlleva, la antigua tradición de recoger el gofio del molino y llevarlo al pueblo. Al llegar al pueblo es el agua quien asume el protagonismo y desde las azoteas de las viviendas se lanzan cubos de agua, lográndose así un verdadero baño de agua y gofio.
El punto final tiene lugar en la Plaza de Nuestra Señora del Rosario, donde concluye la noche con una gran verbena popular hasta altas horas de la madrugada que, en esta ocasión, estará amenizada por las orquestas Tamarindos y Furia Joven.