14 de noviembre de 2010

Antonio Morales asegura en una entrevista que "no acabarán con la crisis hasta someter lo público"

Domingo, 14 de noviembre.

La Provincia
Frente a una tertulia en bronce, en un rincón de la Plaza Nuestra Señora del Rosario de Agüimes, Antonio Morales, de voz serena y mirada inquieta, parece cumplir sus últimos días como alcalde dispuesto, quién sabe, a navegar hacia mares más profundos.
¿Se vive bien en Agüimes?
Yo creo que sí. Diría que tenemos unas muy buenas infraestructuras y unos servicios públicos de calidad.
¿Cómo se consigue tener unos vecinos contentos?
Sobre todo creando un sentimiento de identidad compartida, en el que el ciudadano forma parte del proyecto.
En cierto sentido, Agüimes me recuerda a la aldea de Astérix. ¿A usted?
No, pero me lo han dicho muchas veces. A lo mejor es porque nos preocupa mucho el lugar donde vivimos y todos hacemos algo por él.
¿La gente es participativa?
Sí. Desgraciadamente la sociedad actual tiende a aislar al ciudadano. Nosotros intentamos sacarlo a la calle, fomentar el espacio público y la convivencia.
¿Devolverán las competencias sus servicios sociales?
Aquí estamos bien cubiertos. Éste es uno de los pilares básicos del trabajo del municipio y a pesar de que no contamos con fondos propios, los asumimos. Lo que no puede ser es que en la época en la que estamos nos dejen sin subvenciones, por lo que haremos lo posible para que la administración ejerza su competencia.
Hace poco anunció que piensa en dejar la Alcaldía. ¿Se plantea asumir nuevas competencias?
Yo he comentado en Roque Aguayro que hay que ir pensando en un relevo. En estos momentos se ha abierto este debate, pero ni hay decisiones tomadas ni he recibido propuestas.
Sus opiniones no suelen coincidir con la mayoría de políticos. ¿Se considera una rara avis?
No, lo que pasa es que, actualmente, hay un desafecto enorme con la clase política por esta voluntad que impera de ir contra todo lo público. La manera de hacer política ha defraudado muchísimo. Yo entiendo el cabreo de los ciudadanos y pienso que hay que ir con la verdad por delante.
¿Opina usted como Felipe González que caminamos hacia una segunda crisis?
Estoy convencido de que no nos harán salir de la crisis hasta que no hayan sometido todo lo público. Las últimas declaraciones de Cameron o Rajoy definen sus intenciones de desmontar el Estado. Ya empezó Aznar con la privatización de las eléctricas y mire por dónde van ya las facturas. Hasta que no tengan una sociedad cautiva seguirá habiendo crisis.
¿Las grandes políticas se hacen pensando en el ciudadano o en la banca?
El de Canarias, hasta ahora, ha trabajado según las pautas del sistema neoliberal. Eso se ha trasladado a los presupuestos y se ve en los servicios públicos fundamentales. El siguiente pasó será privatizar la educación y la sanidad.
¿Y quién asume el sacrificio?
Sin duda recae en las clases medias y los sectores desprotegidos. Según Forbes, Botín ha ganado un 50% más.Desde el PP, en cambio le acusan de no seguir las máximas que recomiendan la UE y EE. UU.. Ellos no me van a encontrar a su lado a la hora de defender políticas neoliberales.
Entonces, ¿se gobierna de espaldas al pueblo?
Todos tenemos claro cuáles son las políticas que han triunfado, pero la socialdemocracia, después de tanto logro, ha claudicado ante el poder económico. Al final no hay diferencia en las decisiones y la gente se siente absolutamente defraudada, porque la izquierda también les ha abandonado. Que los políticos seamos la tercera preocupación en este país es algo gravísimo.
¿Y qué papel juegan las grandes empresas?
En algunos sectores de la política es difícil saber dónde termina el negocio y donde empieza la política. Esto es una conjunción peligrosa, en el que hay muchas firmas importantes que ponen y quitan ministros. Joan Clos ha reconocido que, cuando él era ministro, lo destituyó un lobby eléctrico.
Si tuviera la potestad de las cuentas del Estado, ¿en dónde haría recortes?
Creo que hay demasiada gente en los partidos que no es productiva. Además, habría que hacer públicas las cuentas de todas las instituciones, como por ejemplo las de la Casa Real. La transparencia debe ser para todos.
¿No es contradictorio ver tanto gasto en el Ejército?
Sí, creo que existen áreas más sensibles que necesitan mayor inversión. Sobre todo cuando se trata de un Ejército profesional que asume competencias que no le son propias para generar negocio a unos pocos.
¿Qué opina de los sueldos que cobran algunos después de dejar el cargo?
Cualquiera que trabaje en lo público debe cobrar únicamente mientras esté en el cargo.
¿Son las políticas de desarrollo sostenible una utopía o una obligación?
No, ni mucho menos. Entre la utopía y la realidad sólo media el trabajo, por lo tanto éstas son siempre irrenunciables. Hay que defender un desarrollo equilibrado en este planeta y no hipotecar a las próximas generaciones. Desde luego, ésto es un factor absolutamente imprescindible en la actualidad.