La Provincia
La clausura de dos locales durante la celebración del Halloween ha dejado al descubierto la picaresca en torno al ocio de los jóvenes y la permisividad en la venta de bebidas alcohólicas, una práctica extendida que alimenta el debate sobre las responsabilidades en el consumo de alcohol entre menores. ¿Quién debe controlar a los niños en estas fiestas?
En el Ayuntamiento de Agüimes, único municipio grancanario que tiene asumidas todas las competencias sobre esta materia, tienen claro que la prevención y la colaboración de los padres son fundamentales. Su Alcalde, Antonio Morales, aún recuerda el revuelo que se formó en torno a una ordenanza para evitar el absentismo escolar y el consumo de alcohol y drogas entre los menores. Se tachó de "toque de queda inconstitucional", pero la iniciativa ha sido premiada y copiada por otros municipios. Agüimes sólo soporta un 1% de absentismo, cuando en otras localidades se alcanza hasta el 30%.
En el resto de los municipios las responsabilidades sobre estas fiestas están más compartidas y son más difusas. El Cabildo de Gran Canaria ejerce el control en un principio, pues es el que fija las condiciones que deben reunir los locales, pero no tiene competencias policiales cuando incumplen. Los permisos los otorgan los ayuntamientos y el control efectivo, cuando se hace, es de la Policía Local.
En el caso de la fiesta de Halloween de Arucas los agentes intervinieron tras las denuncias de los vecinos al observar a menores ebrios. La Discoteca Palladium, propiedad de Juan Francisco Naranjo, es un local, según el consistorio, con los permisos en regla. Sin embargo, los técnicos reclaman que se exija a los empresarios que al menos informen cuando organicen grandes fiestas multitudinarias.
Salvador Ruano (en la imagen), representante de los ayuntamientos en la Comisión de Coordinación de las Policías Locales, cree que en este ámbito "está casi todo por hacer. No sólo se trata de licencias, creo que como mínimo debió avisar al Ayuntamiento por los problemas de orden público que se podían generar". A su juicio, esta es una de las competencias que podrá asumir la Policía Autonómica. Pese a que cada cierto tiempo se producen incidentes al respecto, en el Cabildo no existe ninguna denuncia. En Las Palmas de Gran Canaria se cursaron, en el transcurso de 2009, 13 relacionadas con el consumo de alcohol en la calle y la venta a menores.
En lo que va de 2010 se han interpuesto otras tantas, se han precintado 14 negocios y en seis ocasiones se ha requerido el desalojo. Además, se han aplicado 29 denuncias por falta de licencia, 22 por actividad distinta a la permitida, 19 por carecer de seguro obligatorio y 38 por incumplimiento de horarios.