Antonio Morales
Los cuatro grandes partidos de Gran Canaria, PP, PSOE, NC y CC, siguen reiterando su apoyo a la construcción de una tercera pista en el Aeropuerto de Gran Canaria, pero ninguno de ellos, ni tampoco el Cabildo de Gran Canaria, el otro gran valedor del disparate, son capaces de mostrar ningún estudio serio que demuestre esa necesidad. Con comportamientos descabellados como éste, no es de extrañar el descrédito de la clase política canaria ni que tengamos un treinta por ciento de paro en las islas por la incapacidad de generar un nuevo modelo productivo.
En todo el mundo son las autoridades aeronáuticas las que muestran empeño en construir pistas de rodadura, cuando estiman sus necesidades técnicas, y son casi siempre las autoridades locales las que muestran sus reticencias por el negativo impacto en sus comunidades. En el caso de Gando ha sido el Cabildo de Gran Canaria (con cualquiera de esos partidos en su gobierno) el que de manera obsesiva, y sin más argumento de fondo que no ser menos que el pueblo de enfrente, Tenerife, el que ha exigido esa tercera pista ante Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
No es de extrañar que en esa AENA nos reciban (por orden del ministro de turno) y nos traten, como a los paletos de las películas de Alfredo Landa, que piensan que por tener más pistas vamos a transformar Gando en el centro del mundo mundial y a ser el hub de no se sabe bien qué rutas aéreas; paletos que, sin embargo, nunca se han preocupado de exigirle a AENA que facilite una contabilidad diferenciada del Aeropuerto de Gando, cumpliendo por otra parte lo que le ha exigido reiteradamente el Parlamento español y europeo, lo que nos permitiría conocer hasta cuánto podemos bajar las tarifas aeroportuarias para fomentar la llegada de aviones y turistas y también conocer cuánto dinero generado en nuestro aeropuerto ha terminado financiando la expansión de Barajas.
Las dos pistas del Aeropuerto de Gran Canaria, donde el año pasado hubo 103.087 operaciones de aeronaves, tienen más capacidad, por ejemplo, que la única pista existente en el aeropuerto de Gatwick, que registró ese mismo año 240.500 operaciones, con más de 31 millones de viajeros.
Además, en torno al 52% de los movimientos de aviones en Gando son de los ATR para los vuelos interinsulares, por lo que si en un futuro muy lejano tuviéramos los mismos movimientos que Gatwick bastaría con reservar espacio y afectaciones aeronáuticas para una pista de1.500 metros donde pudieran operar los vuelos interinsulares.
Frente a la contundencia de esas cifras, y la opinión de pilotos, controladores y de cualquiera del mundo aeronáutico, esa misma clase política que ha gobernado este archipiélago en el periodo que alcanzamos los 300.000 parados, se empeña en su afán de gastar más de mil millones de euros en una infraestructura que, de llegarse a realizar, no serviría sino para tener un aeropuerto sobredimensionado, con unos costes que divididos por el número de aviones operados, que serían exactamente los mismos que con las actuales dos pistas, nos obligaría a tener unas tasas aeroportuarias que pondrían en peligro nuestra industria turística.
Ese horizonte es el que tendríamos actualmente, si el Cabildo hubiera conseguido que AENA construyera la tercera pista en los noventa. En el año 2000, Gando tuvo 98.036 operaciones (despegues + aterrizajes) y en el 2010, 103.087 ¿Qué hubiera pasado si, cediendo a las presiones del Cabildo, se hubiera construido en el 2005 esa tercera pista? Pues sencillamente, que nuestro sobredimensionado aeropuerto habría tenido unos costes insostenibles en relación al tráfico recibido. Eso mismo pasará en 2020 si la tercera pista se construye en 2015.
Eso sí, tendremos 500.000 parados y la misma clase política diciendo como los van a colocar a todos. Y mientras tanto, una isla paralizada porque las afecciones van a llegar hasta Tejeda. Y mientras, el Sureste de Gran Canaria, el espacio insular con más proyección para las energías renovables y para generar un nuevo modelo de desarrollo como están demostrando cada día, paralizado sine díe por la incapacidad de las instituciones locales de plantar cara a AENA y a Aviación Civil, que nos ningunea hasta el infinito incumpliendo plazos tan importantes como el de la revisión del Plan Director. Todo ello, sin contar con los costes personales y sociales de trasladar a todos los habitantes de Ojos de Garza, a una preciosa loma isla adentro, hasta ahora tranquilita con sus cardones y tabaibas. Así nos va.
*Antonio Morales es Alcalde de Agüimes.
En todo el mundo son las autoridades aeronáuticas las que muestran empeño en construir pistas de rodadura, cuando estiman sus necesidades técnicas, y son casi siempre las autoridades locales las que muestran sus reticencias por el negativo impacto en sus comunidades. En el caso de Gando ha sido el Cabildo de Gran Canaria (con cualquiera de esos partidos en su gobierno) el que de manera obsesiva, y sin más argumento de fondo que no ser menos que el pueblo de enfrente, Tenerife, el que ha exigido esa tercera pista ante Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
No es de extrañar que en esa AENA nos reciban (por orden del ministro de turno) y nos traten, como a los paletos de las películas de Alfredo Landa, que piensan que por tener más pistas vamos a transformar Gando en el centro del mundo mundial y a ser el hub de no se sabe bien qué rutas aéreas; paletos que, sin embargo, nunca se han preocupado de exigirle a AENA que facilite una contabilidad diferenciada del Aeropuerto de Gando, cumpliendo por otra parte lo que le ha exigido reiteradamente el Parlamento español y europeo, lo que nos permitiría conocer hasta cuánto podemos bajar las tarifas aeroportuarias para fomentar la llegada de aviones y turistas y también conocer cuánto dinero generado en nuestro aeropuerto ha terminado financiando la expansión de Barajas.
Las dos pistas del Aeropuerto de Gran Canaria, donde el año pasado hubo 103.087 operaciones de aeronaves, tienen más capacidad, por ejemplo, que la única pista existente en el aeropuerto de Gatwick, que registró ese mismo año 240.500 operaciones, con más de 31 millones de viajeros.
Además, en torno al 52% de los movimientos de aviones en Gando son de los ATR para los vuelos interinsulares, por lo que si en un futuro muy lejano tuviéramos los mismos movimientos que Gatwick bastaría con reservar espacio y afectaciones aeronáuticas para una pista de
Frente a la contundencia de esas cifras, y la opinión de pilotos, controladores y de cualquiera del mundo aeronáutico, esa misma clase política que ha gobernado este archipiélago en el periodo que alcanzamos los 300.000 parados, se empeña en su afán de gastar más de mil millones de euros en una infraestructura que, de llegarse a realizar, no serviría sino para tener un aeropuerto sobredimensionado, con unos costes que divididos por el número de aviones operados, que serían exactamente los mismos que con las actuales dos pistas, nos obligaría a tener unas tasas aeroportuarias que pondrían en peligro nuestra industria turística.
Ese horizonte es el que tendríamos actualmente, si el Cabildo hubiera conseguido que AENA construyera la tercera pista en los noventa. En el año 2000, Gando tuvo 98.036 operaciones (despegues + aterrizajes) y en el 2010, 103.087 ¿Qué hubiera pasado si, cediendo a las presiones del Cabildo, se hubiera construido en el 2005 esa tercera pista? Pues sencillamente, que nuestro sobredimensionado aeropuerto habría tenido unos costes insostenibles en relación al tráfico recibido. Eso mismo pasará en 2020 si la tercera pista se construye en 2015.
Eso sí, tendremos 500.000 parados y la misma clase política diciendo como los van a colocar a todos. Y mientras tanto, una isla paralizada porque las afecciones van a llegar hasta Tejeda. Y mientras, el Sureste de Gran Canaria, el espacio insular con más proyección para las energías renovables y para generar un nuevo modelo de desarrollo como están demostrando cada día, paralizado sine díe por la incapacidad de las instituciones locales de plantar cara a AENA y a Aviación Civil, que nos ningunea hasta el infinito incumpliendo plazos tan importantes como el de la revisión del Plan Director. Todo ello, sin contar con los costes personales y sociales de trasladar a todos los habitantes de Ojos de Garza, a una preciosa loma isla adentro, hasta ahora tranquilita con sus cardones y tabaibas. Así nos va.
*Antonio Morales es Alcalde de Agüimes.