La carga que soportan los cuatro municipios más próximos al aeropuerto, Telde, Ingenio, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana, en forma de afecciones y servidumbres, se extiende con la ampliación del recinto y en particular con la tercera pista, la segunda civil operativa a la vez. Hay 12 tipos de servidumbres, pero las más gravosas son las radioeléctricas, las de aproximación, transición y despegue, las acústicas y las correspondientes a las líneas horizontal interna y cónica. El radio se extenderá a terrenos situados en San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas de Gran Canaria, San Mateo, Santa Brígida y hasta Tejeda.
Los sacrificios que esos municipios hacen por el aeropuerto ha reabierto el debate sobre la necesidad o no de esa pista, a la luz de las servidumbres y afecciones que conlleva y de los datos reales de tráfico de pasajeros y aeronaves, alejados de las cifras de AENA que en 2001 justificaron la necesidad de construirla para evitar que el aeropuerto se saturara a partir de 2015, cuando llegaría a 17 millones de viajeros y 53 operaciones a la hora, su capacidad máxima operativa. Sin embargo, en 2010 fueron 9,4 millones de pasajeros. Y sí, la media de operaciones de la última década es de 104.000 al año, unas 12 por hora, aunque en un fin de semana lo normal es llegar a entre 35 y 40.
La competitividad del único aeropuerto de una isla que vive del turismo, la conveniencia de aprovechar la estratégica ubicación intercontinental, especialmente para el comercio con África, y el impulso que suponen todas las inversiones previstas (desde el Parque Empresarial hasta el desvío de
A favor están el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Gran Canaria, las patronales empresarial y turística y las cuatro fuerzas políticas más representativas, PP, PSOE, CC y NC, aunque con disidencias internas en el Sureste, donde varias plataformas sociales y vecinales, además de los tres gobiernos municipales, se oponen a la ampliación.
Mientras, AENA revisa el Plan Director del Aeropuerto para ajustar sus previsiones. Si hace una década usó números de una fase expansiva de la economía, los de ahora responden a la regresión de la actual crisis.
Sólo el impacto acústico de la nueva pista obligaría a insonorizar 3.759 bienes inmuebles, frente a 441 afectados por la actual. En el Sureste dicen que el ruido lo sufrirán otras 17.000 casas entre Las Majoreras y Doctoral. Y como éste, alegan, hay otros impactos sin compensar.