ABC
El Jefe Provincial de Las Palmas de la Policía Canaria,
Luis Felipe San Martín, está a punto de ser objeto de un
expediente disciplinario a raíz del confuso incidente en que se vio envuelto
hace un mes, con ribetes de violencia de género, en la Playa de Arinaga.
Según una resolución fechada el 22 de febrero pasado de la Dirección General
de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, se acordó la "realización
de información reservada" en relación con la actuación de miembros del Cuerpo
General de la Policía
Canaria "por los hechos acaecidos el pasado 08 de febrero de
2012 en la localidad de Agüimes (Gran Canaria)", a los efectos de su
conocimiento.
La realización de una información reservada precede normalmente a la
incoación de un procedimiento disciplinario, según el régimen disciplinario del
personal al servicio de la administración pública. El fin de la información
reservada es verificar la existencia de unos hechos que pudieran ser
constitutivos de faltas disciplinarias, para decidir en consecuencia el archivo
de las actuaciones o bien la incoación del procedimiento.
En el caso de San Martín, su actuación, y la de otro agente del
cuerpo autonómico, derivó en un juicio rápido en los juzgados de Telde,
precedido de la toma de declaración en calidad de imputado en el puesto de la Guardia Civil de
Agüimes. La jueza instructora rebajó la imputación de la Benemérita contra el
jefe provincial de presunto delito de coacciones en el ámbito familiar
(violencia de género) en calidad de autor necesario a una simple falta
(desobediencia) y archivó posteriormente el caso.
San Martín, en compañía de un amigo de Sevilla a quien había pasado
a buscar en el coche oficial por el aeropuerto, acudió el 08 de febrero a una
guardería de la Playa de Arinaga (en la imagen) con la intención de recoger a la hija de su
amigo, sin contar con que la madre ya había dado aviso a la Benemérita del presunto
acoso y amenazas de los que era objeto por el padre de la pequeña, de origen
mexicano aunque nacionalizado español. Más tarde, la mujer retiraría los
cargos.
Tras un notorio escándalo en la guardería, donde el padre de la
pequeña, según consta en el atestado, amenazó a la madre con que había ido
acompañado de "dos peces gordos" del cuerpo autonómico que le estaban sacando
fotos para un dossier con que la denunciaría, San Martín desapareció de la
escena, dejando incluso en el coche sus pertenencias y tarjeta identificadora
como policía, para presentarse varias horas después en el puesto de la Guardia Civil de Agüimes a prestar
declaración, tal y como había hecho antes el agente que en ese momento actuaba
como su chofer.