José Antonio Marina*
En momentos de crisis, conviene explotar todos los yacimientos de creatividad. Los municipios son uno de ellos. Hay muchos problemas sociales que se resolverían más fácilmente con un innovador protagonismo municipal. Por ejemplo, la creación de empleo, que ya saben que es mi actual obsesión, la educación y la prevención sanitaria.
Leo con sumo interés lo que se publica sobre ciudades creativas, como las obras de Richard Florida o de Charles Landry. Y constato con preocupación que, a pesar de que todo el mundo se apunta al discurso municipalista, los estatutos autonómicos no favorecen su actividad, tal vez por miedo a ceder competencias.
Movido por este interés, colaboro con muchos municipios, por ejemplo a través de la Diputación de Barcelona. He dirigido un proyecto educativo en Alcalá de Guadaira, y acabo de visitar el pueblo de Agüimes, en Gran Canaria. Me han llamado la atención sus programas como ciudad educadora.
Hace unos años, su nombre apareció en la prensa nacional e internacional porque había dictado una ordenanza que prohibía a los menores de 16 años estar en la calle a partir de las 11 de la noche, sin autorización expresa de sus padres.
Esta medida, sin duda espectacular, había sido consensuada con los padres, e iba acompañada de un completo programa de apoyo a las familias y a las escuelas. El absentismo escolar ha desaparecido en este pueblo. Me parece un ejemplo de creatividad municipal.
*José Antonio Marina es Catedrático de Filosofía y Doctor Honoris
Causa por la
Universidad Politécnica de Valencia.