El Polígono de Arinaga se convirtió el pasado viernes en nuevo equipo de Preferente, después de imponerse de forma clara al Castillo.
El conjunto del Polígono de Arinaga sabía que la consecución de los tres puntos sería clave para alcanzar su gran objetivo y, por ello, salieron desde el principio del choque muy metidos en el mismo. Con el pitido final se produjo la gran fiesta, con invasión de campo incluida.
De forma espectacular comenzó el partido. Los dos equipos desplegaron la mejor versión de su juego sobre el césped sintético y esto hizo que se pudiera ver como trenzaban jugadas de buena ejecución.
Este buen hacer tuvo recompensa para el Castillo casi en el ecuador del primer periodo cuando José Ramírez, de cabeza, mandaba el balón al fondo de la portería tras golpear en el poste. La alegría le duró poco a los sureños, puesto que Hugo, seis minutos más tarde, y en el lanzamiento de una falta directa, logró poner las tablas en el marcador y la contienda volvía a partir de cero.
Este tanto incentivó el hambre de triunfo del equipo de Angel Naranjo y tras una rápida contra, Kiko se marchó de todos los defensores que le salían al paso y puso el balón en el fondo del marco visitante. Antes de llegar al periodo de reflexión, la intensidad del juego bajó y no hubo más movimientos.
En los segundos 45 minutos, los anfitriones salieron con ganas de sentenciar pronto y festejar el ascenso lo antes posible, aunque el Castillo no se quedó atrás, queriendo ponerle las cosas complicadas al equipo de nuestro municipio.
La ruptura del partido llegó cuando Kiko pescó dentro del área un pase medido y batió de un disparo colocado a Yeray.
La fiesta se desbordó en la grada cuando Hugo cerró el festejo goleador con la consecución del cuarto tanto. El Castillo maquilló el marcador con un tanto de Eli cuando el partido estaba cerca de fenecer. Al final, la alegría de los locales, que lograron un hito histórico para el club.
Fotografía: Antonio Estupiñán.
Fotografía: Antonio Estupiñán.
