Antonio Estupiñán*
Es de autentica vergüenza que nuestra palmera
canaria (Phoenix canariensis), que simboliza nuestro nombre isleño y
provincial, hayan tenido muchas de ellas en nuestra flamante autopista
turística GC–1 una lenta muerte por dejadez de nuestras instituciones
(léase ayuntamientos, cabildo insular o gobierno canario).
Estamos potenciando el turismo peninsular,
europeo y ahora queremos invitar al turismo americano para que venga a nuestra
isla redonda, y donde ayer era un hermoso vergel de plantas, y sobre todo nuestra
insigne palmera canaria en los bordes de la autopista y enlaces del Sur-Sureste,
vean y observen el triste espectáculo de abandono y dejadez por falta de
manutención y regadío. Con lo que ha costado económicamente estas plantaciones
(regadas con agua de las depuradoras) para darle un “poco de vida botánica” a esta sedienta zona de la isla, y que
nuestros visitantes turísticos observen “alguna
vegetación” y, por “X” causas las han dejado lentamente secar y donde
cientos, por no decir millares, han sufrido su muerte y muchas están a punto de
sucumbir, sí, sucumbir por falta de un poco de agua y no del “picudo”. ¿Qué
dirán nuestros visitantes turistas en sus modernos vehículos el contemplar este
“supuesto genocidio botánico”? Indudablemente
se llevará una fea imagen de nuestra isla y sobre todo de cómo atendemos a
nuestras plantas canarias, especialmente nuestra “Phoenix canariensis”. Pero,
¿en qué país vivimos? Muchos de nuestros turistas visitantes sienten especial
predilección por nuestras plantas “autóctonas”, y en especial por nuestra
legendaria e histórica palmera canaria. ¿Qué políticos gobiernan nuestras
instituciones que las han dejado a muchas de ellas en nuestra autopista
turística “morir” por falta de un poco de agua en su zona del Sureste y sur
grancanario?
En su día, tanta propaganda de soluciones (que
las tienen), sobre las “virtudes que
están teniendo nuestras industrias de aguas depuradas para su utilización en el
campo agrícola y plantaciones arboladas” y han dejado morir a muchas de
ellas en nuestra principal arteria vial y turística del Sureste y Sur de la
isla, de verdad es que no lo entiendo y si alguien lo sabe que me lo explique.
El panorama que estamos viendo en la
GC–1 no la hemos vistos (salvo excepciones) en ninguna vía
principal y turística del archipiélago canario.
En Alemania, el pasado año, la prensa y una
cadena de TV publicó este abandono botánico en nuestra isla ¿Cree nuestras “responsables instituciones y
organismos en la materia” que hacemos propaganda turística con dejar morir
a muchas palmeras en la mencionada autopista y accesos sureños? Invitamos a
quienes lo deseen que lo comprueben sobre el terreno.
Ahora, parece que ya se vislumbran soluciones con
retiradas de este “muerto palmeral”,
incluido otras plantas, así como la eliminación de sus secas hojas de las que
quedan de las supervivientes, preguntamos: ¿volveremos a su replantación para…volverlas
a dejar morir?
*Antonio Estupiñán fue decano de los corresponsales informativos de la prensa escrita en Gran Canaria y, actualmente, colaborador en medios digitales.