Antonio Morales*
El día 25 de noviembre fue declarado Día
Internacional contra la violencia hacia las mujeres en el primer
Encuentro Feminista de Latinoamérica, celebrado en Bogotá en 1981, para
conmemorar el asesinato de las hermanas Mirabal a manos del dictador
Leonidas Trujillo.
La IV Conferencia Mundial de la Organización
de Naciones Unidas de 1995 determina que la violencia contra las mujeres
es un obstáculo para todos los objetivos de igualdad, desarrollo y paz,
así como que viola y menoscaba el disfrute de los derechos humanos y
las libertades fundamentales.
En 1999 la ONU dio carácter oficial a una
fecha que hoy se asume como ineludible en gran parte de este planeta,
desde los lugares donde se forjan colectivos que luchan por la igualdad.
Desde el municipio de Agüimes manifestamos la
firme convicción de trabajar intensamente por romper todas las ataduras
que fomentan la desigualdad en nuestra sociedad.
Mostramos nuestro más firme rechazo a todas
aquellas actitudes violentas que paralizan a la mujer, destruyen su
autoestima y capacidad de relación ante las posiciones patriarcales que
atentan contra los derechos de libertad, respeto y capacidad de
decisión.
Nos declaramos absolutamente beligerantes
contra todas las manifestaciones de agresiones físicas o maltratos
psicológicos que se traducen en control, amenazas, comentarios
humillantes, chantajes, insultos, desvalorización y falta de respeto.
Manifestamos con rotundidad que las mujeres
sometidas a esta situación no están solas. Conformamos una colectividad
que ha sufrido mucho para salir adelante. Hoy nos une un sentimiento de
voluntad compartida de forjar un futuro de esplendor para todos y todas
desde la experiencia de lo vivido. Y lo conseguiremos porque lo
defenderemos juntos. Por eso ante la violencia de género, que contamina
esta expresión comunitaria de esfuerzo, lucha y orgullo de nuestra
identidad, debemos también mostrarnos duros e inflexibles contra los
maltratadores y solidarios y cómplices con las maltratadas.
Desde el Ayuntamiento de Agüimes, desde la Concejalía de
Igualdad, vamos a seguir trabajando con un objetivo claro, diáfano:
alcanzar una sociedad más igualitaria eliminando cualquier forma de
discriminación.
La crisis, el recorte de libertades públicas,
de derechos y del Estado de Bienestar, no puede ser una excusa para
deteriorar o anular los avances alcanzados a través de la Ley de
Igualdad, la Ley de Dependencia, la Ley integral de Violencia de Genero.
Para volver la vista atrás segregando en las aulas por razón de sexo,
modificando la Ley del Aborto, haciendo una reforma laboral injusta y
encima discriminatoria con la mujer.
Seguiremos potenciando nuestro programa de
atención inmediata a las mujeres víctimas de violencia de género;
avanzaremos en el programa de prevención y sensibilización; en nuestros
programas de dinamización; haremos de la educación y la formación un
instrumento de futuro; continuaremos creando infraestructuras y
pelearemos desde nuestras posibilidades por la consecución de mayores y
mejores medidas legislativas y judiciales.
Y todo esto desde la certeza de que debemos
hacerlo juntos hombres y mujeres. No puede suponer una ruptura con el
hombre como ser humano, sino con la idea creada a través de la historia
de que el varón es, por definición, el ser superior y pensante, y la
mujer la otra cara del espejo. La libertad de las mujeres no implica la
esclavitud de los hombres, de la misma manera que nosotros no podemos
soñar con ser libres si seguimos oprimiendo a las mujeres.
Muy poco se ha evolucionado desde que en el
siglo XII el filósofo árabe Averroes dijera que “nuestro Estado Social
no deja ver lo que de sí pueden dar las mujeres. Parecen destinadas
exclusivamente a dar a luz y a amamantar a los hijos, y este estado de
servidumbre ha destruido en ellas la facultad de las grandes cosas... de
aquí proviene la miseria que devora nuestras ciudades”.
Ser mujer y violentada, y al mismo tiempo, ser
persona, no es tarea fácil. Es un largo y arduo camino que muchas veces
se paga con la soledad, la incomprensión y el aislamiento. Las mujeres
violentadas tienen que luchar contra su propia inseguridad, contra la
victimización interiorizada y, muchas veces, contra la resistencia del
hombre a perder sus privilegios.
Pero aquí en este pueblo, aquí en esta Villa,
no están solas, aquí nos tienen a todos y a todas para luchar juntos,
para erradicar la violencia y hacer de la igualdad el lugar donde
crezcamos como personas y como pueblo.
*Antonio Morales es Alcalde de Agüimes.