Imagen de archivo del interior de un establecimiento de Lidl |
El Tribunal Supremo (TS) ha
confirmado las sentencias que reconocieron a la cadena Lidl el derecho a abrir
seis nuevos centros comerciales en Gran Canaria y Tenerife, por considerar
infundadas las razones en las que se había escudado el Gobierno de Canarias para
denegarle las licencias.
El Supremo avala así la
decisión que tomó hace cuatro años el Tribunal Superior de Justicia de Canarias
(TSJC), cuando concedió a Lidl las licencias específicas que precisaba para
abrir nuevos establecimientos de descuento duro en Las Palmas de Gran Canaria,
Agüimes, La Laguna, Granadilla de Abona, Puerto de la Cruz y Güímar.
La Consejería de Comercio del
Gobierno de Canarias había denegado a Lidl esos permisos en 2005, amparándose en un
informe que encargó a la empresa Laesedeuve para examinar los efectos que podrían
tener esas aperturas sobre el tejido comercial del archipiélago.
Ese informe advertía que
permitir a Lidl abrir nuevas tiendas de descuento duro iba a destruir empleo en
las comarcas afectadas, una conclusión que el TSJC estimó "supuesta y errónea".
De hecho, el TSJC puso además
en cuestión el procedimiento seguido por el Gobierno de Canarias para adjudicar
a Laesedeuve directamente esos informes, sin ajustarse a lo prescrito por la
Ley de Contratos, una circunstancia que entendió "relevante" para
resolver este litigio, porque fue esa empresa "la que de facto rechazó las
pretensiones" de Lidl, según exponía en sus sentencias.
El Supremo respalda ahora los
razonamientos de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC y rechaza
los recursos del Gobierno de Canarias, que pretendía que no se concedieran las
licencias a Lidl y que, al menos, se le diera la oportunidad de sacar a
licitación la contratación de un nuevo informe.