15 de julio de 2013

Una puñalada en el tórax pudo acabar con la vida del barcelonés asesinado en Arinaga

La jueza Virginia Peña, el pasado sábado, a su llegada al chalé
Lunes, 15 de julio.

La Provincia
Una certera puñalada en el tórax. Esa parece ser la causa de la muerte de Jordi Burón Porcar, el barcelonés de 43 años cuyo cuerpo apareció este sábado sin vida en la vivienda que compartía con su pareja, la gallega Arantxa A. M., en la Playa de Arinaga. Los restos mortales de Burón fueron trasladados en la tarde de este sábado hasta las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria, y durante el día de ayer se les practicó la preceptiva autopsia.
Por los datos captados por el periódico La Provincia, el cuerpo, que llevaba una semana descomponiéndose, presentaba una herida con arma blanca en el tórax que, en principio, pudo ser la causa principal del óbito. En fuentes cercanas a la investigación de los hechos no se descartaba ayer la posibilidad de que, tras el análisis preliminar de las vísceras, se tengan que practicar pruebas más complejas para concretar el momento exacto en el que se produjo el fallecimiento de Burón.
De hecho, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que se han hecho cargo de las pesquisas emplearon buena parte de la tarde del sábado en recuperar pruebas y restos del interior de la vivienda en la que la pareja convivía en régimen de alquiler desde hacía varios meses, poniendo especial interés en el garaje de la construcción, en cuyo baño apareció el cadáver.
El inmueble, localizado en la calle Alcalá Galiano, continuaba precintado ayer por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Telde, que es el que se ha hecho cargo de las diligencias al encontrarse en situación de guardia.
El cuerpo de Burón apareció en la planta inferior de la edificación, bajo rasante, sobre un gran charco de una sustancia al parecer viscosa de la que emanaba un fuerte hedor. El hecho de que en los últimos días aumentasen las temperaturas en el Sureste de Gran Canaria, con picos de 36 grados en Agüimes, unido al proceso de descomposición del cadáver y la llegada de viento, propiciaron que fuesen algunos vecinos los que diesen la voz de alarma al detectar un olor nauseabundo.
La pareja no era muy conocida en el vecindario debido, entre otras cosas, a que llevaban poco tiempo residiendo en el chalé. Varios vecinos han señalado que la joven hacía gala de "un carácter extraño", al tiempo que otros destacaron que durante la pasada semana escucharon fuertes gritos procedentes del interior de la casa "propios de una discusión de pareja".
Aficionado al mundo del motociclismo, Jorge Burón consiguió en abril de 2013 una subvención de 2.133 euros del Ministerio de Industria, Energía y Turismo tras desarrollar un filtro de combustible para la reducción de emisiones contaminantes que fue registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas.
La presunta autora del homicidio de Jordi, su novia, permanecía ayer detenida y se espera que hoy pase a disposición judicial.