Noelia Sánchez, junto a otros miembros de Ben Magec, con las dos muestras de piche que pretendían enviar al ministro José Manuel Soria |
Varios representantes del
colectivo ecologista Ben Magec acudieron ayer a las dependencias de la Subdelegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria para enviar a los ministros de Industria y Medio Ambiente, José Manuel Soria e Isabel García Tejerina, respectivamente, sendas bolsas con piche recogido en la Playa
de El Cabrón.
Noelia Sánchez, portavoz de Ben
Magec, explicó que se trata de una acción reivindicativa con la que
intentan hacer entender a los dos ministerios “los peligros a los que nos enfrentamos”
cuando comiencen las prospecciones en Canarias.
Asimismo, ha recalcado que el
piche retirado en la Playa de El Cabrón evidencia el “impacto ecológico y económico que causa cualquier vertido de
crudo en alta mar”.
En el envío también incluían un
informe, que entregaron manchado de restos de fuel, en el que exigen la no autorización de las prospecciones petrolíferas y un mayor control sobre el tráfico marítimo en estas aguas,
consideradas Zona Marítima Especialmente Sensible.
Ante las últimas declaraciones de
Soria y las respuestas de Repsol sobre la creación de empleo en Canarias y los
beneficios que obtendrá la región gracias a la extracción de petróleo, la vocal
de Ben Magec opina que se trata de “mentiras” con las que intentan contentar al
pueblo canario para “dejarnos callados”.
Aunque la intención era hacer
llegar las pruebas del vertido de la Playa de El Cabrón a las oficinas de los ministerio de Industria, Energía y Turismo y de Medio Ambiente, finalmente han tenido que
desestimar la propuesta tras la negativa de la Guardia Civil a recoger las dos
bolsas de piche "por órdenes de arriba". Aún así, los representantes
de Ben Magec han asegurado que tomarán medidas y redactarán un informe
insistiendo en que les permitan hacer el envío, aunque estudian también la posibilidad de hacerlo mediante correo postal.
También inciden en que no
cesarán con este tipo de acciones, con tal de evitar “a toda costa” que se terminen
realizando las prospecciones en el litoral canario, lo que el colectivo ecologista considera un
“atropello” contra la riqueza del entorno y los recursos paisajísticos y
naturales que sirven de principal reclamo turístico en Canarias.