La Concejala de Desarrollo Rural, Jéssica Santana, junto a técnicos de su área, durante la presentación de la guía a los viticultores-as |
Coincidiendo con la parada invernal de las viñas, gran parte de los viticultores-as han iniciado los trabajos de poda, y es a partir de este momento cuando se tiene que prestar más atención a la marcha del cultivo, ya que es cuando empieza a haber un aumento de la incidencia de plagas y enfermedades, muchas de ellas relacionadas con el momento vegetativo de las parras y las condiciones ambientales.
Con la llegada de la primavera y con el inicio del crecimiento vegetativo de las viñas, una vez pasada la parada invernal, empiezan a aparecer una serie de enfermedades genéricas que pueden tener una importante incidencia en el cultivo como son la cochinilla, araña roja, oidio y mildiu, a las que hay que añadir, a partir del cuajado de las uvas, la botritis, el mosquito verde y la mosca del vinagre.