Nos están acostumbrando. Nos
estamos acostumbrando. Y no puede ser. La desidia y el conformismo desarman y
destruyen a la sociedad civil.
En el transcurso de un año se han
producido cuatro vertidos incontrolados en nuestras aguas. El primero, hace poco
más de un año, en el Castillo del Romeral. Poco después, el espacio protegido de
la Playa del Cabrón se vio anegado por el alquitrán. Hace apenas un mes un
pesquero ruso se hundió en nuestras aguas y aún sigue vertiendo combustible sin
que ya sea apenas noticia. El pasado viernes dos enormes manchas de fuel
volvieron a pintar las rocas del Muelle Viejo en Arinaga, ya casi sin llamar la
atención.
Los medios de comunicación ya
apenas se inmutan. Los vertidos parecen asumirse como si se trataran de fenómenos
naturales. Y lo peor es que seguimos sin instrumentos de detección y control.
Sin medios para actuar. Sin pedir responsabilidades a los que que tienen que
actuar y no actúan. A los que improvisan, a los que no cumplen con los
protocolos adecuados... A los que no persiguen con contundencia a los
responsables (al final termina pagándolo el más débil: el capitán del barco
casi siempre).
Desde el Cabildo de Gran Canaria,
aún sin competencias, pondré en marcha las acciones necesarias para exigir que
Gran Canaria disponga de los medios necesarios para evitar los vertidos en
nuestras costas.
Para vigilar a los barcos que
navegan por nuestras aguas. Para que el Puerto disponga de los equipamientos
precisos. Para que el Estado cumpla con su obligación.
No podemos acostumbrarnos a que
se destruya nuestra biodiversidad, nuestro turismo, nuestra supervivencia...
*Antonio Morales es Alcalde en funciones de Agüimes y Presidente electo del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomorales-blog.com)
