Jesús Vega*
La Virgen de Candelaria, la patrona de Ingenio, salió ayer tarde (por el viernes) de su casa en la iglesia parroquial y hasta esta mañana (por ayer) no había regresado. Y es que los vecinos decidieron que, para celebrar los 200 años de la parroquia, la imagen más querida de Ingenio debiera salir a las calles de forma extraordinaria y así fue. En la tarde de ayer, adornada de flores, canciones y rezos partió muy despacio desde su lugar habitual y fue acogida con todo cariño en la parroquia hermana del Santo Cristo, en la parte baja del pueblo.
La imagen de la Virgen es todo un símbolo para los vecinos. Su mirada dulce y la leve sonrisa en sus labios ha permanecido en Ingenio durante más de dos siglos. Exactamente 222 años. Y los ingenienses, creyentes y no creyentes, la tienen como algo suyo muy querido. Que nadie la ofenda porque ofendería a todo un pueblo. Ella también, estoy seguro, observa y mira con cariño al pueblo del que se siente una vecina más.
Lo de hoy ha sido uno de los primeros actos que se celebran para cantar el cumpleaños a la parroquia porque no se entiende la parroquia sin la Virgen de Candelaria ni al revés. Estamos festejando doscientos años de una parroquia a la que, queremos ver siempre joven y sin arrugas. La queremos así, lo mismo que deseamos para nuestras madres o nuestras abuelas. Doscientos años de sabiduría, de comprensión, de esfuerzos. Pero renovándose siempre. Rejuveneciéndose siempre. No anclada en el pasado sino descubriendo cada día cómo transmitir a la sociedad de ahora el mensaje de siempre.
Es importante ser conscientes de que la Parroquia no son los curas, aunque sean parte significativa de ella. Los 200 años de la Parroquia de La Candelaria ayudan mucho a pensar. La parroquia está llena de historias que algunos autores locales han contado en diversas publicaciones. Ella vio nacer al municipio y ha sido testigo de historias, algunas llenas de belleza y otras de amargura. La Iglesia ha sido lugar de encuentro de distintas generaciones. Un espacio privilegiado donde se ha cultivado la fe y otros valores como la música, el estudio, la lectura, y el diálogo. Así debe seguir siendo.
En adelante, los vecinos quieren soñar con una parroquia llena de juventud. Que los jóvenes tengan protagonismo. Y los adultos y los niños. Todos tienen una palabra válida. Tan respetable como la de los sacerdotes o las religiosas. Que no nos convirtamos en estatuas de sal mirando para atrás o soñando tiempos pasados. La historia no acaba con estos 200 años. La historia continúa. Y a los hombres y mujeres de ahora nos toca escribir las páginas que siguen.
La Virgen de Candelaria salió ayer de su casa para decirnos que los cristianos hemos de estar también en la calle. Esta mañana no había regresado porque quiere decirnos que la fe no se vive sólo dentro de los templos sino entre la gente. Ojalá que sea así.
*Jesús Vega es Párroco de San José Obrero del Cruce de Arinaga y Vicario de las Parroquias de Ingenio.