27 de septiembre de 2016

Antonio Morales califica de "peligrosamente irresponsables" y "falsas" las declaraciones de Ortega y Llorca sobre el rechazo a la entrada del gas

Martes, 27 de septiembre.

Antonio Morales, ayer, durante sus manifestaciones ante los medios
Redacción
El Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, calificó hoy de “peligrosamente irresponsables", "absolutamente falsas" y de “insensatez mayúscula” las declaraciones del consejero Pedro Ortega y el Presidente de Puertos del Estado, José Llorca, al alertar del supuesto perjuicio del rechazo del gas en Gran Canaria cuando, lo cierto, es que en España están cerrando las plantas de gas y pidiendo indemnizaciones millonarias porque las renovables son mucho más competitivas, 89 euros la producción de cada megavatio hora frente a los más de 200 que cuesta con fósiles, incluido el gas.
“Por tanto, mienten descaradamente”, aseveró Morales, quien reconoció que le da “mucha rabia” que no defiendan la penetración de las energías limpias con tanta “vehemencia” como defienden la entrada del gas, que no haría más que frenar la entrada de las renovables, garantizó.
Se trata de inversiones millonarias para diques, contradiques, instalaciones para gas ciudad en las casas, en los hoteles; más de 300 millones en cada isla capitalina, prosiguió, y ello no se puede hacer si no es con garantía de amortización, por lo que una vez que la administración autoriza la concesión, después denuncian y piden indemnizaciones si por dejar entrar a las renovables se les daña el negocio, como pasa en la actualidad, con los 400 millones que reclama al Estado Gas Natural.
Morales recordó que, casi al inicio del mandato, el Gobierno canario aseguró que respetaría la libre decisión de Gran Canaria de no querer gas, pero aun así “no cesan de lanzar la consigna de que se frenará la competitividad de Gran Canaria frente a Tenerife”. Sin embargo, es un “mensaje falso, torticero y recurrente, machaconamente recurrente, digno de los mejores agentes comerciales de las compañías gasistas”, que “cada cierto tiempo recrudecen los embates” para presionar al Cabildo de Gran Canaria y crear un estado de opinión en su contra.
“Produce una enorme desazón comprobar cómo muchos servidores públicos dan la sensación de que están al servicio de determinados grupos de poder económicos. De que son pretendidamente defensores del interés general pero que su verdadero objetivo es enquistarse en las instituciones para favorecer intereses privados”, aseguró.
Especialmente dañino consideró que Ortega, que “forma parte de la cuota grancanaria del gobierno”, anime “imprudentemente a los empresarios a invertir en una isla frente a otra” cuando dijo que si fuera “empresario interesado en invertir lo haría en la que dispone de energía más barata” en referencia a Tenerife por sus planes de tener regasificadora, cuando además no es cierto que sea más barata, reiteró, ya que lo es más del doble la energía renovable, con lo cual “el consejero miente”, como lo hizo al anunciar en enero que Canarias alcanzaría una cuota del 21 por ciento de penetración de las energías limpias, y sigue en el 8 por ciento.
Este fin de semana se sumó, continuó el Presidente de Gran Canaria, el máximo responsable de Puertos del Estado “con una gran logo de Disa detrás e invitado por la Asociación para el Progreso de la Dirección que preside José Carlos Francisco, exconsejero de CC y presidente de la Confederación de Empresarios de Tenerife”.
A Llorca, “obstruccionistas del desarrollo del Puerto de Las Palmas frenando inversiones e incentivos como denunció Ibarra, le entra ahora un cariño inmenso por el puerto grancanario y afirma que si el archipiélago quiere ser base logística en el Atlántico medio debe pasarse al gas porque el futuro del transporte marítimo va a pasar por el gas”, una afirmación con la que también “miente descaradamente”. Y ello, detalló, porque:
1.- No es necesaria una regasificadora ya que las cargas y descargas de Gas Natural Licuado (GNL) se hacen en estado líquido (-160º aproximadamente, reduciendo su volumen +/- 600 veces respecto al gas no licuado), que es como lo requiere el barco para su consumo.
2.-Porque cada puerto puede tener su base logística apoyada en barcos regasificadores autónomos para suministrar gas en altamar o en el propio puerto. No es necesaria, por tanto, ninguna planta. Luis Ibarra, presidente de Puertos de Las Palmas, ya ha declarado  que La Luz está preparada para abastecer gas licuado a los barcos que lo requieran como combustible, que se podrá reforzar esta infraestructura, y que para dar este servicio no se requiere ninguna planta regasificadora.
3.- Porque si los precios del gas y del crudo siguen referenciados, los expertos aseguran que, dado el alto coste para adaptar los barcos al gas y dado que los rendimientos de los motores solo para gas no están probados, el fuel pesado seguirá siendo lo más usado y el uso del gas solo llegará en los próximos años al 5 por ciento.
Tanto es así, que de prosperar la regasificadora de Granadilla, los barcos repostarán igualmente en Santa Cruz de Tenerife, “¿o van a construir una segunda regasificadora en la capital para abastecer los barcos? No, y lo saben perfectamente el presidente de Puertos del Estado, el presidente Clavijo y el consejero de Industria: ni el Puerto de Santa Cruz ni el de Las Palmas quedarán atrás en el abastecimiento de estos buques porque nada tiene que ver con el proceso de regasificación”.
De hecho, la directiva europea no cita ni en una sola ocasión la palabra regasificadora, pero “mienten para favorecer intereses empresariales que no corresponden al interés general, Gran Canaria no va a perder ninguna posición en el mercado marítimo internacional por este asunto”, y es más “este hecho nada tiene que ver con introducir este hidrocarburo en el consumo doméstico e industrial de Gran Canaria y menos todavía con la construcción de una regasificadora”.
Por todo ello, “ratificamos la firme decisión de que Gran Canaria apueste por desarrollar fuentes energéticas limpias que diversifiquen el tejido industrial frente a los monopolios, que promuevan el empleo y la creación de pequeñas y medianas empresas, que no contaminen, que sean dirigidas en exclusividad por las instituciones y la sociedad y que sus beneficios se queden en las Islas”, sentenció.
Asimismo la dependencia energética obliga a sufrir la inestabilidad de los mercados y los conflictos internacionales, precios desorbitados para la población, y a seguir contaminando el planeta, por lo que el Cabildo de Gran Canaria luchará por sentar las bases de una transición energética hacia las limpias como fuente principal, tal como mandata la ONU o hacen países como Costa Rica, que ha estado más de 70 días abastecida de renovables, o Noruega, con un claro objetivo de avanzar hacia el 100 por cien, todo ello “ejemplos que nadie puede desmentir” y que demuestran que las renovables “técnica y socialmente están ya fuera de toda duda en relación a su viabilidad y beneficios”.
Lamentamos “que este objetivo sea sistemáticamente cuestionado por los mismos monopolios y administraciones responsables de la nefasta situación energética que tenemos en Canarias”, una tierra que cuenta con biomasa endógena, aerotermia, energía mariomotriz, geotermia, viento y sol para forjar un mix que le permita su autonomía energética. “No valen divagaciones. Ni improvisaciones. Ni mentiras. Ni medias verdades. Ni trampas.  Ni retrasar las soluciones”, concluyó.
Por su parte, el Consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, aseguró ayer en una entrevista en Onda Cero  que "no" tolerará que se "cuestione su lealtad a Gran Canaria y Canarias" como consecuencia del debate sobre el gas y ha cifrado el ahorro para las islas de hasta 306 millones de euros anuales en caso de ponerse en marcha las regasificadoras, tanto en Gran Canaria como en Tenerife.
"Respeto a Antonio Morales como Presidente del Cabildo de Gran Canaria y como persona, pero no puedo entender y no voy a permitir que se cuestione mi lealtad a Gran Canaria y Canarias. Todo lo que digo, añadió, lo digo en base a la lealtad, al cariño a mi tierra y en defensa de los intereses de Canarias".
Para el consejero, que en el momento de realizar estas declaraciones aún no conocía las de Antonio Morales, "lo que faltaría es que no pudiera dar mi opinión. Respeto que el Cabildo de Gran Canaria no quiera el gas, pero otra cosa es que yo me alinee con ello. Descartar el gas  no lo idóneo ni para Gran Canaria ni para Canarias", sentenció.