26 de julio de 2017

Opinión: Los e-Sports no son deporte

Miércoles, 26 de julio.

José Hernández Moreno*
El jueves día 20 de julio se celebró en un hotel de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria un foro sobre los denominados e-Sports, organizado por un grupo de empresas y una editorial de medios de comunicación, en el que participaron algunas de las máximas autoridades de Canarias: el Presidente del Gobierno, el Director General de Deportes, el Presidente del Cabildo de Gran Canaria y el Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, así como unas 150 personas invitadas. El objetivo de dicho foro era, fundamentalmente, dar a conocer y promocionar dicha actividad, al tiempo que buscar su inclusión en la futura Ley Canaria del Deporte, actualmente en revisión para su modificación por el Parlamento de Canarias.
En la prensa del día 21 leemos que el Presidente del Gobierno de Canarias dijo que en el proyecto de Ley  Canaria del Deporte está integrado el apartado concreto de e-Sports. Si bien entendemos que se desee regular esa actividad; es más, nos parece necesario que se haga, pensamos que en ningún caso debería regularse como un deporte algo que no lo es, dado que carece de los rasgos pertinentes caracterizadores de la estructura de los deportes.
El termino deporte que usamos en la actualidad tiene sus orígenes en el vocablo inglés sport, que con el tiempo ha evolucionado desde el francés deport y del castellano antiguo depuerto, para referirse en general  a juegos motores; hasta el actual deporte, que es usado con un sentido polisémico por muchos hablantes y puede ser analizados desde distintas perspectivas y ciencias, lo que le confiere un carácter multidisciplinar. Pero no por ello deja de tener un significado preciso y pertinente si se analiza su estructura desde la especificidad disciplinar.
El deporte, en la actualidad, como una manifestación social que es, puede ser analizado desde distintas ciencias como son: la biología, la sociología, la economía…, las cuales, siendo válidas, ninguna de ellas nos permite conocer su estructura y lógica interna de manera singular, pertinente y específica.
Para analizar al deporte actual necesitamos conocer cuáles son los rasgos caracterizadores que les son propios, singulares y pertinentes, con los que es posible definir qué es deporte y qué no. Una actividad motriz, para que pueda ser considerada como deporte, precisa que en su estructura estén presentes de los siguientes rasgos: una gestualidad  o técnica (los estilos de salto de altura en atletismo, los golpes y paradas del boxeo, el control y conducción de los balones en fútbol, baloncesto o balonmano…); un espacio y materiales característicos (la cancha polideportiva, la pista de esquí, el campo de regatas en vela…); un tiempo motor reglamentado y de dinámica de la acción (la duración de los encuentros de competición, la pasividad en balonmano, los tres segundos en baloncesto, el ritmo de juego…); una comunicación motriz o interacción entre participantes (la cooperación entre las gimnasta del equipo de gimnasia rítmica para intercambiarse los aparatos y coordinar sus desplazamientos por el espacio, la oposición entre los boxeadores para golpear al adversario y evitar ser golpeado parando el golpe o esquivándolo con una finta, la cooperación-oposición entre los jugadores de los dos equipos de fútbol que se enfrentan en el campo para marcarse y desmarcarse…); la puesta en juego de una estrategia motriz o táctica para el desarrollo de la situación de juego o situación motriz (los sistemas de juego de los deportes de equipo de cancha, las distintas conductas motrices que los jugadores utilizan para poder jugar (coordinarse para formar una figura las nadadoras de natación sincronizada, mantener la distancia entre los boxeadores, pasar el móvil y evitar el pase en los deportes de equipo con balón). Así como, un sistema equilibrador, emanado del reglamente de juego, que pone a  los jugadores en igualdad de condiciones.
Los deportes caracterizados como lo acabamos de hacer son un patrimonio cultural de los pueblos, en algunos casos, incluso poseen un carácter universal como son los casos del fútbol y la gran mayoría de los deportes olímpicos.
Tal como acabamos de caracterizar a los deportes, para el desarrollo de la acción de juego o situación motriz, es necesaria la intervención del jugador o de los jugadores con la puesta en juego de su motricidad, en la que necesariamente deben estar presentes “aquí y ahora”: su capacidad de ejecución motriz, su afectividad, su intencionalidad y, de manera singular, la significación práxica de sus acciones, orientadas hacia el logro del objetivo motor del juego (realizar el recorrido de los cien metros en la prueba de atletismo, realizar los desplazamientos y las figuras correspondientes entre los dos patinadores de la pareja de patinaje artístico, marcar un gol o evitarlo en un partido de fútbol). En el deporte, todas las acciones que el jugador realice las hace en esa realidad nada virtual, sino profundamente práxica y vinculante.
El deporte, caracterizado de la manera que lo acabamos de hacer, requiere de métodos de enseñanza-aprendizaje específicos, de sistemas de entrenamiento singulares, de espacios y materiales propios. E incluso, en algunos casos, de árbitros preparados para intervenir siguiendo el juego de una manera dinámica.
El deporte actual, definido desde su propia especificidad y singularidad, es “una situación motriz de competición reglada e institucionalizada, por lo general de carácter lúdico”. Ejemplos de deportes son: el atletismo, la gimnasia deportiva, el fútbol, la lucha canaria… No son deporte: los juegos de carta, las damas, los videojuegos. 
Pese a cuanto hemos dicho, defendemos la regulación de este tipo de juegos electrónicos en una ley específica.
Por último, resulta cuando menos extraño, que en las mismas fechas que el Parlamento de Canarias promueve, por consenso, una Proposición No de Ley (PNL) para que se impartan tres horas de Educación Física semanales en los niveles educativos hasta el bachillerato, en vez de las dos actuales, como una forma de combatir la obesidad infantil de nuestros escolares donde tristemente estamos entre las primeras comunidades autónomas de nuestro país, nos preocupemos por fomentar más el sedentarismo. Por lo que es una contradicción y un grave error conceptual que puede confundir a los ciudadanos diciéndole que con esa actividad hace deporte.
*José Hernández Moreno es Profesor de Praxiología Motriz de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Las Palmas de Arinaga y vecino de Arinaga.