Fernando Clavijo, en el centro de la imagen, junto a Pedro Llorca, durante la visita a la sede del Banco de Alimentos en Arinaga |
Redacción
El Presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, acompañado del vicepresidente, Pablo Rodríguez; la Consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, Cristina Valido; y el Comisionado de Exclusión Social y Lucha contra la Pobreza, Santiago Rodríguez, visitó ayer la sede del Banco de Alimentos de Las Palmas en el Polígono Industrial de Arinaga, donde fue recibido por su director, Pedro Llorca.
Durante la visita, Clavijo destacó la labor de la entidad y del voluntariado: "Han sido y continúan siendo una pieza fundamental para la atención de las personas y familias en situación de exclusion social". Al respecto, trasladó su agradecimiento, ya que "muchas veces llegan a donde la administración no puede llegar", y señaló que "son un ejemplo siempre, pero aún más en los momentos difíciles, colaborando y remando en la misma dirección que las administraciónes para dar una respuesta a quienes más lo necesitan".
La asociación, sin ánimo de lucro, colabora con 134 entidades públicas que atienden a su vez a cerca de 18.000 personas con necesidades de alimentación debido a su precaria situación socioeconómica, en las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote.
A raíz de la crisis económica, el Banco de Alimentos de Las Palmas incrementó su actividad ampliando la sede de Gran Canaria, abriendo otra en Lanzarote mediante el traslado de alimentos a Fuerteventura por barco. El Gobierno de Canarias ha venido colaborando con esta asociación tanto a nivel económico como intermediando con las empresas de diferentes sectores que puedan ayudar a la asociación.
El voluntariado del Banco de Alimentos de Las Palmas tiene como principal objetivo redistribuir los excedentes alimentarios que se generan y ponerlos al alcance de las personas que más los necesitan, a través de otras ONG que tienen entre sus fines el de ofrecer alimentos a las personas con dificultades económicas, produciéndose así una mediación para resolver la contradicción despilfarro-pobreza.
La asociación, por un lado, capta los excedentes alimentarios mediante el contacto con empresas suministradoras que de una u otra forma estén relacionados con el mundo de la alimentación para que participen en la redistribución; y por otro lado, ofrece esos alimentos a las organizaciones e instituciones que trabajan directamente con las personas en vulnerabilidad social.
Los alimentos que recibe proceden de particulares que donan en las recogidas y operaciones kilo que se celebran periódicamente en tiendas y grandes superficies. No obstante, la mayor parte de las donaciones de alimentos y también de las aportaciones materiales y económicas son a través de acuerdos y convenios que se suscriben con organismos públicos y privados, así como con todo tipo de empresas. Con el Banco de Alimentos colaboran solidariamente desde cooperativas e industrias productoras de alimentos y distribuidoras del sector de la alimentación, a empresas de transporte, logística y construcción; pero también hay entidades financieras, fundaciones y el Gobierno de Canarias.