1 de marzo de 2018

La Zona Franca de Gran Canaria estudia una importante inversión china a instalar en Arinaga

Jueves, 1 de marzo.

Imagen de archivo
Redacción
Las dos zonas francas canarias, la de Gran Canaria y Tenerife, buscan su lugar en la economía global con dos estrategias complementarias: pasar de la tricontinentalidad entre Europa, África y Amércia a la cuatricontinentalidad, con la incorporación del mercado asiático, y consolidar el eje atlántico de zonas francas.
Los delegados de las dos zonas francas, Carlos Ester Sánchez, en Gran Canaria, y Gustavo González, en Tenerife, expusieron ayer la contribución de estos instrumentos a la internacionalización de la economía canaria en la Comisión de Asuntos Europeos del Parlamento de Canarias, y dejaron evidencia de la precariedad de sus presupuestos, algo más de 200.000 euros.
Esta escasez ha impedido, por ejemplo, que la Zona Franca de Gran Canaria haya podido actualizar su página web durante el último año, mientras que en Tenerife hace que funcione sin ningún tipo de personal más allá de su delegado. "La zona franca soy yo", proclamó irónicamente González.
Las aportaciones del Gobierno de Canarias, sumadas a las de la respectivas autoridades portuarias, cabildos y ayuntamientos, son las que han permitido, al menos desde el pasado año, contar con una certeza financiera para seguir consolidándose, según expusieron los delegados.
Las zonas francas (en España, además de las dos canarias, hay otras cinco en Vigo, Barcelona, Cádiz, Sevilla y Santander) son áreas portuarias delimitadas en las que no se grava el tránsito de mercancías para las empresas que se instalen en ellas, que quedan exentas de aranceles de importación y exportación, así como del IVA o, en el caso de Canarias, del IGIC.
Las dos zonas francas canarias tienen una ventaja añadida respecto al resto de zonas europeas, ya que son compatibles con la Zona Especial Canaria, de modo que también pueden tributar las empresas al 4% en el Impuesto de Sociedades.
En lo que a la Zona Franca de Gran Canaria se refiere, se constituyó en 1998 y cuenta con treinta empresas dedicadas a la logística, la reparación naval y los combustibles, que producen 200 empleos directos.
Carlos Ester explicó que "las zonas francas de Canarias son muy poco conocidas y tratamos de ponerlas en valor, sobre todo por su cercanía a África, porque son una herramienta de primer orden para la generación de economía y de empleo".
En el caso de Gran Canaria, señaló su delegado, la estrategia pasa por "pasar de la tricontinentalidad a la cuatricontinentalidad" para ser, con la incorporación del mercado asiático, un punto de conexión de cuatro continentes y, de momento, añadió, está en estudio una importante inversión china relacionada con las energías renovables en Arinaga, cuyos promotores visitaron la isla el pasado mes de noviembre. "Ahora mismo estamos en contacto con dichas empresas chinas y trabajamos en una serie de proyectos para ubicarlos en terrenos de la Zona Franca en Arinaga", destacó Ester.