7 de septiembre de 2019

La Audiencia Provincial de Las Palmas condena a un hombre a un año de cárcel por abusar de su compañera de piso

Sábado, 7 de septiembre.

El acusado, durante la celebración del juicio en la Audiencia Provincial
Canarias7
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas condenó a un año menos un día de prisión a un hombre de 61 años por abusar sexualmente de su compañera de piso en una vivienda situada en Arinaga.
El fallo recoge que la tarde del 20 de febrero de 2016 el acusado mantuvo una "amigable reunión" con la víctima y su ex-pareja y el hijo de la mujer, en la que los tres adultos consumieron "considerables cantidades de alcohol". El imputado, en concreto, se tomó una botella de whisky, la afectada varias cervezas y el ex-novio de la mujer diversas cervezas y ron.
Durante la madrugada, la ex-pareja de la mujer se fue al cuarto donde dormía la agraviada con su hijo y mantuvieron relaciones sexuales, marchándose el hombre, sobre las 06.00 horas, al finalizar el acto.
Media hora más tarde, el procesado, "con el claro, único y decidido propósito de satisfacer su más bajos ánimos libidinosos" se acercó a la cama donde dormía la mujer con su primogénito y se situó encima de ella, le tocó el pecho y varias partes de su cuerpo. Al despertarse, se lo quitó de encima y mandó un WhatsApp a su ex-novio, que al regresar a la vivienda abofeteó al acusado y llamó a la Guardia Civil.
Durate el juicio, la víctima aseguró que cuando despertó se dio cuenta que el acusado se encontraba sobre ella, ya que la estaba penetrando vaginalmente, por lo que se quedó en shock y relató que le pidió que parase.
Asimismo, enfatizó que también la penetró analmente. "Intenté zafarme de él pero no pude, yo quería que acabar pronto porque mi hijo estaba acostado a mi lado", lamentó la mujer.
El niño, aseguró la perjudicada, llegó a despertarse y vio lo que ocurría, por lo que el procesado "le dijo que mirase para otro lado".
De igual forma, durante la vista oral explicó que una vez que finalizó la agresión le envió un WhatsApp a su ex-novio para preguntarle si la había penetrado analmente, por lo que el fallo reseña que "no se entiende que la víctima recordara perfectamente la penetración del acusado y no la de su ex-pareja".
Igualmente, tras una evaluación psicológica de la mujer, los peritos concluyeron que con respecto al relato de los hechos, "no se encuentra consistencia interna ni congruencia con declaraciones anteriores".
La sentencia sostiene que en cuanto a la prueba de ADN practicada a la víctima "se descarta que el ADN del acusado esté presente en las muestras" y, por ello, rechazan que existiera penetración, "aunque no dudamos que hubo abuso sexual", señala.
Por su parte, el acusado declaró que se había bebido una botella de whisky "para curarse un resfriado" y no recordaba nada de lo sucedido. "Se me apagó la tele, dijo en referencia a que había perdido la conciencia, y solo recuerdo hasta el momento en que ellos (la víctima y su ex-pareja) se fueron a dormir", añadió.
En un principio, la Fiscalía solicitaba para el imputado nueve años de prisión por un delito de agresión sexual, petición que fue reducida a dos años de cárcel y que de considerarse abuso sexual se le impusiera la condena que la sala considerase, ya que "no quedaron completamente claros los hechos".
El letrado de la defensa, por su parte, solicitaba la libre absolución al considerar que los hechos por los que se acusaba a su cliente no quedaron probados.
Finalmente, el juez impuso una condena de un año menos un día de prisión por un delito de abusos sexuales con la concurrencia de la eximente incompleta de embriaguez. A su vez, se tiene en cuenta que los hechos tuvieron lugar delante del niño, por lo que se le impone la pena máxima de un año y deberá indemnizar a la afectada con la suma de tres mil euros, y cabe destacar que el acusado no entrará en prisión al ser una pena inferior a dos años y porque el imputado carece de antecedentes penales.