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Redacción
El puente de diciembre estará pasado por agua, viento y un mar más picado de lo normal, pues el tiempo, que dejará el ambiente tormentoso que atraviesa la Península, cambiará radicalmente después de varios días de influencia de un anticiclón que ha permitido que las precipitaciones de estos días hayan sido muy débiles.
Los modelos de predicción señalan que es posible que llegue a Canarias parte de la borrasca que afecta al Mediterráneo desde el pasado lunes, por lo que la influencia de bajas presiones, unida a la situación en altura, dejará lluvias fuertes, rachas de viento importantes y fuerte oleaje en todas las islas.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que anuncia que la depresión aislada en niveles altos (DANA) que recorre la Península, y que se ha ido trasladando desde la mitad sur del área mediterránea hacia al norte, tiende a desplazarse a partir de hoy hacia latitudes más bajas y alargar su influencia sobre Canarias provocando precipitaciones, que hoy y mañana podrían ser fuertes en las islas de mayor relieve acompañadas de viento, mientras que para la jornada del sábado persistirá la posibilidad de precipitaciones débiles en el norte de las islas sin que continúen acompañadas de tormentas.
