Aridane González*
El Acuerdo de París ha marcado un hito en la lucha contra el cambio climático promoviendo, tras el compromiso de los países participantes, la reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEIs) como uno de los muchos mecanismos para frenar el incremento de temperatura del planeta. Llegar a los niveles que se comprometió cada país conlleva el esfuerzo de involucrar a todas sus regiones. En el caso de España, las medidas que se desarrollan en el continente, además, deben albergar un conjunto de medidas asociadas a islas como Canarias. El archipiélago canario es la única región de España que se encuentra desconectada de cualquier territorio continental en términos de energía. Además, Canarias como archipiélago ultraperiférico y fraccionado, tiene una alta dependencia con los combustibles fósiles para sectores vitales para la ciudadanía como pueden ser transporte, la alimentación o, también, la generación de electricidad, la desalación de aguas y la depuración de las mismas. Esto hace que España deba introducir en Canarias, además de las instituciones propias (Gobierno de Canarias, Cabildos Insulares y Ayuntamientos), deba trabajar con gran esfuerzo la penetración de energías renovables, pero también el almacenamiento de la misma para poder cumplir con el objetivo de tener la mayor parte de nuestra energía a partir de fuentes limpias (sol, mar y viento).
Debido a esta conexión con los combustibles fósiles, Canarias tiene un alto índice de emisiones de GEIs. Estos gases son principalmente el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), fluorocarbonos (HFC y PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6), de acuerdo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (1992). Estos gases se liberan a la atmósfera principalmente por la actividad humana a través de la industria y combustión de combustibles fósiles, afectando al calentamiento global y siendo el eje principal del Cambio Climático.
En el caso de Canarias, podemos hacer un análisis detallado de las emisiones de GEIs a través del Anuario Energético de Canarias (última versión publicada en 2018), el cual nos proporciona la cuantificación de la serie temporal de emisiones desde 1990, que realiza el Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones Contaminantes a la Atmósfera del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. De hecho, este inventario utiliza la metodología internacionalmente aceptada a través del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Solo a través de análisis con perspectiva temporal se pueden atender a políticas de gestión a largo plazo y que den resultados óptimos para la ciudadanía. Solo conociendo la evolución temporal se pueden evaluar medidas reales, ya que los cambios de modelo solo se pueden valorar con un mínimo de 10 años.
Emisiones de GEIs en Canarias
Fijando siempre el valor de emisiones en el año 1990, que es la referencia establecida de acuerdo al Protocolo de Kyoto, Canarias ha aumentado sus emisiones totales de GEI (expresada en Gg de CO2-equivalente) desde 8938.4 hasta 12976.9 en 2016. Siendo verdad que Canarias tuvo un desarrollo importante entre los años 1990 y 1995, el dato aun así es muy importante. De hecho, desde 1990 hasta 1995 se produjo un aumento total de GEIs de 1025.9 Gg de CO2-eq.
En el año 2008, el territorio nacional entró en una época de crisis económica muy importante, llevando prácticamente al país y a Canarias al colapso económico que se refleja claramente en el descenso de las emisiones ya que en 2008 se emitían 17327.5 Gg de CO2-eq pero disminuyó a valores de 15095.8 Gg de CO2-eq el año 2009. Desde ese año, las emisiones han ido disminuyendo hasta los 12976.7 Gg de CO2-eq del año 2016.
Si este mismo análisis se realiza por cada tipo de GEI, podemos observar claramente como el CO2 es el más abundante. En 1990, el 92.6% de las emisiones de GEIs correspondían al CO2 y en la actualidad este valor se ha situado en el 85.3%. En cambio, el CH4, ha aumentado desde el 5.4% hasta el 9.8%, lo cual es bastante preocupante dado que el metano contribuye mucho más al calentamiento global. El resto de gases en la actualidad conforman el 4.9%.
Estos datos, en el contexto nacional, reflejan que Canarias es responsable del 4% de las emisiones de todo el territorio nacional, 0.9 puntos por encima de lo significaba en 1990. Haciendo el mismo análisis, pero por población, Canarias ha disminuido en los últimos diez años 2.34 t CO2-eq/habitante (siempre usando el padrón del Instituto Nacional de Estadística a fecha 1 de Enero), lo cual coloca a Canarias a la cabeza de emisiones per cápita de España con prácticamente el doble que un ciudadano en el continente. En un análisis más riguroso, habría que imputar a Canarias el gasto en emisiones producido por más de 15 millones de turistas. Esto nos obliga a buscar soluciones, no solo para los habitantes censados sino para todos y todas las personas que visitan nuestra región.
Focos de emisiones de GEIs en Canarias
De acuerdo a la clasificación del IPCC, Canarias tiene cuatro grandes focos de emisiones de GEI a la atmósfera: Procesado de la energía, Procesos industriales y uso de productos, Agricultura y, por último, Tratamiento y eliminación de residuos.
En términos generales, el procesado de la energía es sin lugar a dudas el gran emisor de GEIs a la atmósfera en Canarias desde 1990. En este sentido, los procesos industriales han ido aumentando sus emisiones, evidentemente dado que Canarias tiene en la actualidad un mayor desarrollo en este sector que el que había entonces. En números, el procesado de la energía ha pasado de ser el 92.4% de las emisiones en 1990 hasta el 85.2% actual. Esto evidencia claramente que Canarias está altamente ligada a la quema de combustibles fósiles para generar la electricidad que consumimos. Los procesos industriales tan solo el 0.57% en 1990 y han llegado hasta el 3.86% en 2016. Sorprendentemente, el tratamiento de residuos y la eliminación de los mismos ha aumentado desde un 4.12% en 1990 hasta el 9.15% de 2016. En detalle, este sector emitió 368.6 Gg de CO2-eq en 1990 y 1187.3 Gg de CO2-eq en 2016. Esto evidencia que Canarias necesita urgentemente políticas en el marco del Economía Circular para minimizar la generación de residuos y optimizar su rendimiento.
Por lo tanto, los dos principales focos de emisiones en Canarias son el Procesado de Energía y el Tratamiento y eliminación de Residuos. Entre ambos, en 2016 fueron los responsables de 94.6% del total de GEI.
El procesado de la energía engloba las actividades de combustión, que es el sector de mayor cantidad de emisiones, ya que contempla todas las que provienen del sector energético, transporte, industrias manufactureras. De todos, en 2016, el sector energético ha emitido el 53.4% (5923.25 Gg de CO2-eq), mientras que el transporte lo hace en un 42.6% (4724.31 Gg de CO2-eq). Evidentemente, sería conveniente realizar un análisis de los diversos tipos de transporte que existen en Canarias: terrestre, marítimo y aéreo. De ellos, el mayor emisor de GEIs es el terrestre (3458 Gg de CO2-eq) por los 604.5 Gg de CO2-eq del marítimio y los 669.6 Gg de CO2-eq del aéreo. En referencia al año 1990, el transporte terrestre significa un 217% más, mientras que el marítimo se ha reducido hasta un 47%. Los datos son claros, Canarias tiene un enorme problema de movilidad terrestre que debe solucionar cuanto antes si, de verdad, quiere reducir sus emisiones de GEIs a la atmósfera.
En el caso del tratamiento y eliminación de residuos, el mayor porcentaje de emisión de GEIs se debe al depósito de residuos en vertederos que pasó en 1990 de 277.1 Gg de CO2-eq alos 1110.5 Gg de CO2-eq de 2016 (93.5% del total de emisión de GEIs en 2016), donde el resto se debe a tratamiento biológico de residuos sólidos (6.8 Gg de CO2-eq), tratamiento de aguas residuales (68.5 Gg de CO2-eq), etc. Otro ejemplo claro de que la Economía Circular en Canarias, junto a una estrategia de reducción de residuos, son radicalmente necesarios.
Opciones para el cambio de modelo y la Economía Circular como herramienta para reducir las emisiones de GEIs en Canarias
Una vez analizadas las emisiones de GEIs a la atmósfera, en Canarias, se refleja la necesidad imperiosa de modificar nuestro modelo de desarrollo hacia un modelo más sostenible. Un modelo que contemple, evidentemente, políticas de mitigación, de reducción de emisiones, pero también potenciar el papel de la Economía Circular como parte de este nuevo modelo socio-económico.
Los tres grandes ejes de emisiones son claros: generación de energía, transporte, residuos. La buena noticia es que hay alternativas reales para que Canarias reduzca su nivel de emisiones, incluso sin incluir en este análisis el potencial del archipiélago en mitigación, tanto desde el océano como desde su masa forestal. Dentro de las opciones reales se pueden destacar la implantación de sistemas de almacenamiento, la interconexión entre islas, el autoconsumo, la gestión de la demanda, la inversión en tecnología en las plantas de generación existentes. Pero para esto hace falta un plan estratégico y un pacto político que haga realidad el objetivo final de reducción de emisiones y la producción de energía a través de fuentes renovables. No hay posibilidad si los planes se cambian cada cuatro años, en el mejor de los casos.
Canarias debe cambiar su modelo de transporte por carretera hacia un modelo sostenible real. El transporte colectivo, transporte de cero emisiones y vehículos eléctricos son la base para el cambio, sobretodo en ciudades grandes. Si hay un lugar en Europa donde se puedan desarrollar modelos piloto es aquí. Una región donde puedes tener grandes urbes y pequeñas urbes, unas conectadas y otras desconectadas. Canarias puede ser la región de referencia en esta materia, al igual que en otras muchas, pero para eso debe haber un compromiso de todos los niveles sociales, planificar correctamente y ser conscientes de que Canarias se juega mucho por el impacto del cambio climático.
Además, la Economía Circular se antoja la solución a muchos problemas. Es esta la vía para reducir nuestra generación de GEIs procedente de los residuos. Pero esto implica una revisión de nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF) que permita el desarrollo de empresas del sector, además de un plan activo de revisión de normativas. Canarias no puede contar con un plan de gestión solo a nivel insular, debe tener un paraguas regional para facilitar la transferencia de soluciones de una isla a la otra. Esto nos haría competitivos y, sin duda, lograría eliminar gran parte de las emisiones producidas pro los residuos. Sin contar que esto diversificaría nuestra economía, uno de los grandes retos futuros.
Todas las soluciones tienen un denominador común: Invertir en Personas. Nuestra capacidad de actuar frente al impacto del cambio climático, a la reducción de emisiones de GEIs, a derivar hacia un modelo sostenible, se medirá por nuestra capacidad de invertir en personas.
*Aridane González es natural de Agüimes, Licenciado y Doctor en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Coordinador del Comité de Expertos para el Estudio de Cambio Climático y el Fomento de la Economía Circular y Azul