El pasado viernes aprobamos en el Pleno del Cabildo de Gran Canaria los primeros presupuestos del segundo mandato del gobierno progresista de la isla. No son unas cuentas más, sino que suponen un avance de la consolidación del proyecto de transformación económica, social y medioambiental que iniciamos en 2015. Se dice que la aprobación de los presupuestos es el acto institucional más trascendente y es cierto. La definición de prioridades y los compromisos financieros expresan claramente la voluntad de acción del grupo de gobierno.
Nuestro Cabildo ha estado marcado por la provisionalidad de los proyectos políticos ya que desde los años noventa ninguna mayoría ha conseguido continuar el proyecto de gobierno y por tanto tampoco ningún presidente ha repetido en el cargo. Somos conscientes de la confianza que la ciudadanía de Gran Canaria nos ha brindado para poder seguir desarrollando todas las iniciativas y líneas de trabajo iniciadas hace cuatro años y estamos seguros que esa estabilidad está teniendo un efecto muy positivo para la continuidad de los grandes proyectos en marcha.
Cuatro años no son suficientes para implementar un proyecto de cambio que busca revertir las tendencias que nos han estancado durante décadas y que, desde el realismo y la humildad, quiere sentar las bases para avanzar hacia una isla sostenible, igualitaria, justa e innovadora. Por otra parte, frente al modelo de los grandes proyectos estrella, con mucho coste y dudosa rentabilidad social, nuestra filosofía implica la realización de una “constelación” de proyectos transformadores, quizás no tan visibles pero estrechamente vinculados a la mejora de la vida de las personas de Gran Canaria. Y eso implica planificación y trabajo conjunto con los ayuntamientos y la sociedad civil, un proceso más lento pero que garantiza la sostenibilidad futura de las actuaciones.
Los principios que nos han guiado en la elaboración de estas cuentas son los que constituyen los pilares del modelo de ecoisla: la lucha contra el desempleo (el gran problema estructural de la economía canaria) a través de la promoción de un desarrollo económico innovador y sostenible, la lucha contra la desigualdad económica y de género, el fomento de la soberanía alimentaria y energética y la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
Para el año 2020 contaremos con 820 millones de euros a los que se sumarán, a lo largo del ejercicio presupuestario, 40 millones del Fondo de Desarrollo de Canarias (20 millones aportados por el Gobierno de Canarias y otros 20 con fondos propios del Cabildo) más 15 millones en compensación por las competencias que el Gobierno de Canarias ha ido cediendo a los cabildos insulares. Así que, en total, la cifra real del presupuesto ascenderá a 875 millones de euros.
Destinaremos a la inversión, como motor de activación económica y empleo, un total de 124,5 millones de euros. Supone un 15% del total del presupuesto. Esta cantidad se suma a las acciones realizadas en el mandato anterior y a la planificación plurianual que nos acercan a los 1.000 millones programados en el Plan Transforma Gran Canaria. Supone el mayor esfuerzo inversor de la historia del Cabildo.
Este esfuerzo no sería posible sin la colaboración entre el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos. La acción coordinada y transversal entre todas las consejerías y por supuesto con el asesoramiento de los y las excelentes profesionales con los que contamos en la institución. Esperamos que todo ello se traduzca en una mejora del empleo y en la dinamización económica en un momento en el que debemos volver a reactivar la economía.
Una cuarta parte del gasto total se va a destinar a las políticas sociales y a la provisión de servicios públicos básicos, que contarán con 205 millones. Es más, pese a que se ha producido este año una disminución de los ingresos financieros como consecuencia de la amortización de una emisión de deuda pública de 53 millones, el presupuesto de la Consejería de Política Social se va a ver incrementado en un 7%. Si sumamos esa cantidad a los 207 destinados a actuaciones de carácter económico vemos que el Cabildo va a destinar la mitad del dinero a luchar contra la pobreza, el paro y a respaldar a quienes más lo necesitan, así como a generar economía productiva innovadora, azul, circular e inteligente. Esa vocación social del presupuesto también se refleja en los 15 millones para la creación de plazas sociosanitarias, una de las grandes necesidades que tiene la isla.
El impulso al crecimiento de la ecoisla se concreta en centenares de acciones que impulsan la soberanía energética, el apoyo al sector primario, agrícola y ganadero, a la reforestación, al cuidado de nuestro territorio, a la revitalización de la cumbre. En esa misma dirección avanzaremos en la depuración de aguas y en el control de vertidos invirtiendo diez millones para la construcción de un emisario para las aguas depuradas pionero en Canarias en la estación depuradora de Guía-Gáldar que permitirá entre otras cosas reabrir la Playa de Bocabarranco. Continuaremos con los trabajos de regeneración del entorno de las carreteras GC-1 y la GC-2, acciones que tienen el objetivo de darle un vuelco al paisaje de la principal arteria y primera imagen de la isla que tienen nuestros visitantes.
Es destacable asimismo la ampliación de la Institución Ferial de Canarias que, junto con la finalización de la construcción de los nuevos platós de cine, va a transformar Infecar radicalmente convirtiéndose en uno de los polos de desarrollo e innovación económica más importantes del archipiélago y en referente del nuevo modelo económico que impulsamos desde la institución insular.
La principal noticia de 2019 para Gran Canaria fue sin duda la declaración de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Ya he escrito en varias ocasiones sobre la histórica importancia de este reconocimiento, pero ahora toca si cabe la parte más difícil, la gestión de ese espacio para que su conservación redunde en la mejora de las condiciones de vida y las rentas de los y las habitantes de la cumbre y medianías altas. Para ello hemos reservado 3,5 millones de euros de las cuentas de 2019 para la creación del Instituto de Gestión Integral del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria (ambas distinciones afectan prácticamente al mismo territorio).
La creación de este organismo público va a marcar un antes y un después en el modelo de gestión de nuestro patrimonio natural y etnográfico, ya que por primera vez se podrá trabajar de manera transversal la conservación tanto medioambiental como de patrimonio histórico, el desarrollo económico de la zona, el turismo y la promoción cultural. Este esfuerzo por la promoción de la cultura también se verá reflejado en el esperado Museo de Bellas Artes, que contará con 2,5 millones de euros para culminación de la rehabilitación del antiguo Hospital de San Martín, que lo albergará. Su apertura completará junto con el casco histórico artístico de Vegueta y el resto de instituciones culturales de la zona, uno de los conjuntos museísticos y artísticos más impresionantes y completos que se pueden encontrar en España.
En 2020 continuaremos impulsando los compromisos y programas que ya están en marcha. Seguiremos siendo una de las pocas instituciones del país que cumple con el objetivo de destinar el 0,7% del presupuesto a la cooperación al desarrollo. Otra iniciativa pionera, el céntimo verde, estará dotado de 4,5 millones para proseguir con los trabajos de reforestación con los que se plantan unos 150.000 árboles al año. Casi 7 millones y medio de euros se dedicarán a la lucha contra la violencia machista y la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, casi un 10% más que en 2019. Las políticas de soberanía alimentaria para la promoción de los productos km0 tendrán 47 millones y otros 121 serán para la mejora de nuestras carreteras, infraestructuras, transportes y movilidad.
Son centenares las acciones contenidas en el presupuesto del año que viene y sería inabarcable explicarlas todas en un artículo de opinión. A lo largo del año iremos informado sobre las principales líneas de actuación, obras y proyectos licitados y acabados y en general continuaremos con la intensa labor que caracteriza a una institución cercana y dinamizadora como queremos que sea el Cabildo de Gran Canaria. Las citadas son solo algunas de las principales líneas de trabajo que esbozan o ejemplifican el modelo ecosocial que queremos implantar en la isla.
A tiempo para entrar en el año nuevo con un presupuesto aprobado, algo importante para la seguridad jurídica y financiera de nuestra sociedad, Gran Canaria cuenta con un presupuesto que responde a la voluntad de la mayoría social de la isla. El primer presupuesto de una nueva etapa que no obstante supone la continuidad y la consolidación de las líneas de trabajo que tan buen resultado han dado durante los pasados cuatro años. Unas cuentas con una innegable vocación social y medioambiental, que fijan la generación de empleo como prioridad absoluta y que están centradas en los proyectos sociales, medioambientales y de economía productiva sostenible. Son las cuentas necesarias para una acción de gobierno que huye de los grandes titulares y las macro infraestructuras para impulsar miles de iniciativas transformadoras que suponen una mejora en la vida cotidiana de la mayoría de nuestra gente, en colaboración con los agentes sociales y empresariales. En definitiva, unos presupuestos pensados en la justicia social, en la protección medioambiental y en un desarrollo económico perdurable e integrador que no deje a nadie atrás.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)