El pasado año terminó con buenas noticias para el empleo en Canarias, pues la Encuesta de Población Activa (EPA) atribuye a las islas la mejora más signficativa de todo el país en lo que a creación de empleo se refiere, al tiempo que la tasa de paro, desde que comenzó la recuperación económica se resistía a bajar del 20% y solo lo hizo, muy tímidamente, en la segunda mitad de 2018, cuando se colocó en el 18,8%.
Sin embargo, aunque la mejora es bastante generalizada, se mantienen apreciables diferencias entre unas zonas otras, pues la brecha que separa las comarcas con más y menos paro, en el sur de La Gomera y el norte de Lanzarote, respectivamente, roza los 8,5 puntos, según la EPA y traslasdados a las pequeñas áreas de Canarias por el Instituto Canario de Estadística (Istac).
También en el interior de Gran Canaria se observan amplias desigualdades entre comarcas, siendo la que tiene menos paro la centro-norte (Firgas, Teror, Valleseco, Vega de San Mateo y Valsequillo) con un 16,37% de la población activa en situación de desempleo, mientras que la zona Sureste (Agüimes, Ingenio y Santa Lucía) se ubica en el otro extremo, con un 21,22%, y el área metropolitana (Las Palmas de Gran Canaria, Arucas, Santa Brígida y Telde) registra un 20,17%, saliendo desfavorecida en la comparación con la zona metropolitana de Tenerife en casi 4,3 puntos.
Siempre han existido diferencias en empleo y paro entre unos territorios y otros, pero a partir de la crisis y la posterior recuperación se han hecho más profundas y a finales de 2007, en vísperas del estallido de la burbuja inmobiliaria, la distancia entre las comarcas con más y menos paro, el área metropolitana de Gran Canaria y el centro de Fuerteventura, respectivamente, era de poco más de cinco puntos.
El liderazgo del norte lanzaroteño, integrado por los municipios de Haría y Teguise, cuyo 14,62% de paro se aproxima a la media nacional (13,78%), y la última posición que ocupa la zona meridional de La Gomera (San Sebastián, Valle Gran Rey y Alajeró), que presenta un 20,36%, se corresponden con otra brecha que tradicionalmente caracteriza el mercado laboral canario, la que divide las islas más orientales, con mejores datos, de las más occidentales, en las que el desempleo en más elevado.
Sin embargo, durante los dos últimos años, Tenerife se ha puesto a la par de los territorios situados más al este de las islas y, al cierre de 2019, presentaba un 17,5% de paro, ligeramente por encima de Lanzarote (17,41%), más de un punto por debajo de Fuerteventura (18,61%) y considerablemente mejor que Gran Canaria (20,11%).
El área metropolitana de Tenerife (Santa Cruz, La Laguna, El Rosario y Tegueste) es la tercera comarca con menor tasa de desempleo en la región, con un 15,89% de la población activa, solo por detrás del norte de Lanzarote y del sur de Fuerteventura (Pájara y Tuineje), que registra un 15,59%.
En la provincia occidental se encuentran las dos únicas comarcas en las que el paro ha subido en el curso del último año y en El Hierro, considerada en su totalidad como una comarca por el Istac, ha pasado del 20,02% al 20,95%, mientras que en La Gomera ha crecido del 22,46% al 22,61%.
Por su parte, La Palma lo ha recortado del 21,63% al 20,87% y en la otra punta de Canarias, al norte de Lanzarote se contrapone el este (Arrecife, San Bartolomé y Tías), que tiene el índice más alto de la isla (18,34%), mientras que la zona con peor situación de Fuerteventura se sitúa en el norte (La Oliva y Puerto del Rosario), con un20,36%.