Hospitalizada una de las mujeres aisladas en Arinaga

Domingo, 8 de marzo.

Complejo de viviendas en el que permanecen aisladas las mujeres

Redacción
Tres de las cuatro ciudadanas italianas que han dado positivo en coronavirus se encuentran asintomáticas y permanecen en cuarentena en la vivienda de Arinaga en la que habían pasado unos días de vacaciones, mientras que una fue trasladada ayer a un centro sanitario al empeorar sus síntomas, según informó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. 
El aislamiento, según declaró el propietario del inmueble al periódico La Provincia, comienza a ser una carga. "Cuando hablo con ellas, señala, me cuentan que están bien y que no tienen fiebre".

Estos cuatro casos, los primeros que se registran en Gran Canaria desde que se iniciara esta crisis sanitaria, se vive en Arinaga con total tranquilidad y, a lo largo de estos días apenas hay movimientos en torno a la vivienda vacacional en la que se encuentran aisladas, salvo personal de Sanidad, para interesarse por el estado de las mujeres, representantes del Ayuntamiento de Agüimes, que en la jornada del viernes llevaron comida para las afectadas, y amigos de la pareja dueña del complejo de viviendas, sin que ninguno de ellos hayan mantenido contacto directo con las turistas, ya que se encuentran en las plantas superiores de un edificio que permanece cerrado a cal y canto, con las cortinas corridas y, en el que ni siquiera, se ha podido ver a las mujeres por alguna de las ventanas o terrazas del inmueble.

Por otra parte, tras conocerse la noticia de que las cuatro mujeres habían dado positivo en las pruebas del Covid-19, una de ellas el jueves y las tres restantes el viernes, después de ser localizadas en el Aeropuerto de Gran Canaria minutos  antes de embarcar rumbo a Italia en un vuelo de Ryanair, se sometió también a las pruebas al hijo de la primera de ellas, que reside en Arinaga desde hace algún tiempo por motivos escolares, y que ha dado negativo, según han informado otra hija de la mujer desde el país alpino.

El dueño de la vivienda, que prefiere mantener el anonimato y se muestra preocupado por la situación sobrevenida, manifestó al periódico La Provincia que "yo no tengo culpa de lo que ha ocurrido y, aunque hay que pasar por esto, espero que no afecte al negocio", y agradece que el Ayuntamiento de Agüimes se haya prestado en todo momento a apoyar a las turistas trayendo una caja de comida con verduras, frutas, pasta, leche o café e interesándose por "cómo nos encontramos también nosotros".