Rosa Santa Daría*
Mañana, el IES Joaquín Artiles debía participar en una movilidad Erasmus en Azores. El viernes, día 5 de marzo, a las 22.00 horas, nos comunican nuestros socios portugueses que este país ha decidido suspender los viajes escolares. Perdemos el dinero, el trabajo previo, que es mucho, y la ilusión que ponemos en estas movilidades que permiten a nuestro alumnado convivir con jóvenes que no siempre hablan su idioma pero que se entienden perfectamente porque las edades son las mismas.
Las noticias, actualizando al segundo el número de contagios y su evolución, ha generado miedo y el miedo bloquea el sentido común. Todos conocemos el caso de Italia, que suspendió las actividades académicas, pero no obliga a sus ciudadanos a quedarse en sus municipios. Ahora tenemos allí más gente con vacaciones que salen del país, con virus o sin él. Yo me pregunto si esas son realmente medidas de contención.
Sé que se cancelaron ferias profesionales, encuentros deportivos, eventos de masas, pero la persona puede seguir moviéndose por motivos personales y supongo que debe hacerlo para activar la economía.
No entiendo nada, leemos que el virus es muy contagioso, de acuerdo, la gripe también lo es y no van relatando cada segundo el número de enfermos y de muertos en cada pueblo, comunidad y país. Y menos mal. Imaginemos que cualquier enfermedad, contagiosa o no, se contara así en primeras páginas de los periódicos, largos minutos de telediarios y redes sociales en las que no se habla de otra cosa. El miedo tendría otro nombre.
No soy médica, no entiendo de evolución del virus y respeto las directrices del Ministerio de Sanidad, pero soy docente y formo a mis alumnos para que argumenten con seriedad. Ahora solo les puedo decir que la movilidad que teníamos con las regiones ultraperiféricas de Europa se cancela por miedo y alarma social. No está bien suspender las clases porque es en los centros educativos donde hay más sentido común y control de la situación. El papel de la educación es ahora más necesario que nunca, hay que enseñar no solo contenido sin aspectos formales. Es tan importante lo que se dice como la manera de decirlo. Paremos ese goteo de información y dejemos que Sanidad haga su trabajo y publiquemos solo los datos oficiales una vez a la semana. En este mundo globalizado hay que tener más formación y menos impulsividad. Dejemos el coronavirus en manos de Sanidad, la información a los periodistas y la educación a los padres, las madres y el profesorado. Eso, o no leamos la prensa, no entremos en Internet y no encendamos la televisión.
*Rosa Santa Daría es profesora del IES Joaquín Artiles de Agüimes.