El Presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, en su comparecencia ante los medios para anunciar las nueva medidas |
Redacción
El Consejo de Gobierno extraordinario celebrado ayer para analizar la situación de la pandemia Covid-19 en Canarias ha adoptado el acuerdo de aprobar una serie de medidas sanitarias de reforzamiento en aras a buscar la contención de los contagios en las islas.
Así, a instancias de la Consejería de Sanidad, se ha aprobado el uso obligatorio de la mascarilla, tanto en los espacios abiertos como en los cerrados, independientemente de que se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, además de otras restricciones en los sectores de restauración y ocio nocturno.
Por lo tanto, a partir de hoy, cuando el acuerdo se publique en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), se establece la obligatoriedad del uso de mascarillas a todas las personas de seis años en adelante, tanto en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público, o en el que se encuentre abierto al público, con independencia del mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros.
Además, será también obligatorio el uso correcto de la mascarilla, que deberá cubrir completamente en todo momento la nariz y la boca, así como estar adecuadamente ajustada a la nariz y a la barbilla, de modo que impida la expulsión de secreciones respiratorias al entorno.
La mascarilla será obligatoria en los establecimientos y servicios de hostelería y restauración, incluidos bares y cafeterías, siendo excluida esta obligación únicamente en el momento de la ingesta de alimentos o bebidas.
En las playas y piscinas solo se excluye la obligación del uso de la mascarilla durante el baño y mientras se permanezca en un espacio determinado, sin desplazarse, y siempre que se pueda garantizar el respeto de la distancia de seguridad entre todas las personas usuarias no convivientes.
En cualquier caso, será obligatorio el uso de la mascarilla en los accesos, desplazamientos y paseos que se realicen en esos espacios e instalaciones.
Además se recomienda la utilización de mascarillas en los espacios privados, tanto abiertos como cerrados, cuando se celebren reuniones de personas procedentes de distintos núcleos de convivencia.
Junto a las anteriores medidas sobre el uso de la mascarilla, se establecen otras en el ocio y la restauración, modificando la norma que hasta ahora estaba vigente respecto a los aforos en bares y restaurantes, pues la ocupación máxima de mesa o agrupación de mesas será de 10 personas, tanto el interior como en el exterior de los locales y se mantiene la distancia de 1,5 metros entre las mesas o agrupaciones de mesas, así como en la barra entre clientes y grupos.
En todo caso, los establecimientos deberán tener adecuadamente señalizada la mencionada distancia de separación.
Respecto al ocio nocturno, solo se permite aquel que se produzca en espacios abiertos, tipo terraza, que podrán abrir exclusivamente para consumo sentado o de pie y siempre en reservados nominativos, con acceso por grupos de hasta diez personas de su entorno social o familiar.
En todo caso, el aforo en terrazas al aire libre, discotecas y ocio nocturno será como máximo del 75%, debiendo mantenerse además la distancia interpersonal y el uso de la mascarilla, siendo el personal de seguridad el encargado de velar por estas medidas, evitando la aglomeración de personas.
El Gobierno de Canarias también prohíbe los encuentros y fiestas en embarcaciones recreativas donde no se pueda mantener la distancia de seguridad y tampoco autorizará la celebración de verbenas y fiestas dada la evolución epidemiológica actual.
Por otra parte, se aprobó la prohibición de fumar en la vía pública o en espacios de uso público donde no se pueda mantener la distancia física de 1,5 metros, atendiendo al riesgo de contagio de la Covid-19 que puede implicar el humo del tabaco.
El Presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, anunció finalmente una especial atención a las residencias de mayores, lo que implica un cribado tanto de residentes como de trabajadores-as.