Sábado, 12 de junio.
Redacción
El Ayuntamiento de Agüimes se sumó ayer al dolor que inunda a Canarias tras las últimas noticias conocidas sobre el caso de las menores de Tenerife, Olivia y Anna, con una concentración para condenar la violencia vicaria, aquella que se ejerce sobre sus propios hijos-as o los de sus parejas o exparejas para hacer un daño a la mujer, así como a cualquier otro tipo de maltrato de género.
De esta manera, representantes de la corporación municipal, trabajadores y agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Agüimes, mantuvieron un minuto de silencio en solidaridad por el dolor de la familia de Beatriz Zimmermann, la madre de las dos pequeñas, tras confirmarse ayer la localización del cuerpo de Olivia, la mayor de las hermanas.
El mensaje de la concentración era que "nada repara el dolor, nada puede consolar a Beatriz y su familia, pero debemos expresarles todo nuestro cariño y apoyo", escribió el Alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, en su cuenta de Twitter, y añadía que "hoy, más que nunca, debemos unidad en el dolor de todos y todas".
El hallazgo en el fondo del mar del cuerpo sin vida de la niña, a unos 1.000 metros de profundidad, cumple los peores pronósticos sobre el paradero de las dos hermanas y rompe las esperanzas de su madre, que siempre defendió la tesis de la fuga y consideró que la botella de oxígeno y la funda de edredón encontrados eran pruebas falsas de su expareja, Tomás Gimeno, para enmascarar una huida a otro continente.
Por otra parte, el Delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, aseguró ayer que el buque oceanográfico Ángeles Alvariño se quedará en las islas al menos hasta este próximo lunes para continuar buscando los restos de Anna y de su asesino, su propio padre.
Asimismo, indicó que si fuera necesario pedirá al Ministerio de Ciencia e Investigación que mantenga el barco en Canarias más tiempo.
