Domingo, 5 de diciembre.
Redacción
El Consejo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria dio luz verde esta semana a la concesión de 300.000 euros en subvenciones directas a los ayuntamientos de la isla, destinadas a poner en marcha políticas de desarrollo agrario para rescatar y potenciar la actividad, tal y como recoge el Programa Marco del Plan Estratégico del Sector Primario de Gran Canaria.
En la misma reunión se han aprobado las bases reguladoras de esta convocatoria, en las que se señala la distribución de las ayudas a los distintos municipios, cuyos importes varían en función de los datos oficiales publicados por el Gobierno de Canarias sobre las superficies de cultivo, las unidades de ganado mayor y la población de cada uno de ellos.
En concreto, los importes máximos que se concederán a cada consistorio se han establecido de la siguiente manera: Agaete (7.758 euros), Agüimes (19.027 euros), Artenara (6.758 euros), Arucas (15.800 euros), Firgas (8.106 euros), Gáldar (28.918 euros), Ingenio (15.613 euros), La Aldea de San Nicolás (15.421 euros), Las Palmas de Gran Canaria (19.783 euros), Mogán (10.914 euros), Moya (15.635 euros), San Bartolomé de Tirajana (20.751 euros), Santa Brígida (10.043 euros), Santa Lucía de Tirajana (18.571 euros), Santa María de Guía (14.779 euros), Tejeda (8.549 euros), Telde (22.943 euros), Teror (11.280 euros), Valleseco (8.790 euros), Valsequillo de Gran Canaria (10.676 euros) y La Vega de San Mateo (11.163 euros).
El acuerdo se ha alcanzado a instancias de la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, cuyos argumentos reflejan como en las últimas décadas se ha constatado un progresivo alejamiento del medio rural, una de cuyas consecuencias más palpables es la existencia de una gran cantidad de tierras sin cultivar.
De hecho, de acuerdo con datos de 2019, el espacio aprovechado por la actividad solo ocupa el 38,83% de toda la superficie agraria de la isla, lo que sitúan en un 61,16% las zonas no cultivadas, ya sea de forma permanente, en un 88,06% de los casos, o de abandono, en un 11,93%.
Una complicada situación que se deriva de los grandes problemas que acucian al medio rural grancanario, entre los que destacan la pérdida de población, los incendios y los cambios de usos de territorio hacia formas ambientales protegidas, sin que sea posible el retroceso, unidos a la escasa incorporación de jóvenes a la agricultura y a la baja participación de la mujer en igualdad de condiciones en ese ámbito.
En este escenario y con estas ayudas a los gobiernos locales se quiere apoyar al tejido agrario productivo de cada municipio a través de la cooperación con los ayuntamientos en acciones para impulsar la incorporación de personas, jóvenes o no, a la actividad agrícola profesional; mantener la superficie cultivada; recuperar las tierras agrícolas en desuso; promover la participación activad de la mujer; fomentar la implantación de cultivos ecológicos en el medio rural; recuperar e incrementar la cabaña ganadera y la actividad pesquera; promocionar y poner en valor los productos agroalimentarios; y recuperar ruralidad, las tradiciones del paisaje y el medio natural grancanario, además de mitigar el riesgo de incendios en zonas agrícolas estratégicas.
