29 de septiembre de 2022

Opinión: A las familias de los estudiantes

 Jueves, 29 de septiembre.

Rosa Santa-Daría*

La Educación no está en su mejor momento y ustedes deben saberlo porque está en sus manos cambiar el rumbo antes de que sean analfabetos todos los  titulados.
Perdonen que empiece con estas palabras tan duras, pero creo que ya la Administración educativa se encarga de hacerles creer a ustedes que todo va bien y no es verdad.
Hasta hace unos años, la formación en todas las etapas educativas exigía esfuerzo para aprender y se recompensaba con calificaciones positivas. Ahora, el objetivo se ha puesto en la promoción (pasar de curso) y el valor de las calificaciones se ha quedado obsoleto: ya un sobresaliente no califica al alumnado que sobresale en el grupo. Como ustedes comprenderán, para conseguir esos objetivos se ha bajado peligrosamente el nivel de exigencia.
A ustedes, no a sus hijos, les han hecho creer que solo por estar matriculados ya se adquieren las competencias para pasar de curso y para titular, por ello algunos de ustedes reclaman más aprobados aún sabiendo que sus hijos no han aprovechado la formación que les ofrecían en el aula.
Les están diciendo que estamos eliminando el fracaso escolar, pero no les explican cómo. Quienes nacimos el siglo pasado sabemos que la igualdad social no se logra engañando con las estadísticas. Las becas y ayudas necesarias para muchas familias permiten, afortunadamente, igualar el derecho a la Educación, pero el estudio, el esfuerzo, el interés por aprender, son obligaciones del estudiante. Así es y así debería seguir siendo. Por supuesto que nos debe preocupar y ocupar que en las clases más desfavorecidas económicamente se concentre el fracaso escolar, pero las medidas gubernamentales no pueden ir enfocadas en dar sin recibir.
Desde las altas esferas educativas se pide al profesorado que los indices de aprobados sean muy altos y esa presión consigue que los docentes perdamos la ilusión y claudiquemos sin exigir la calidad de la Educación en el aula. Pero imaginen ustedes que van al médico y les engañan con el diagnóstico. ¿Qué pensarían? Sus hijos no se merecen la mediocridad que lleva al analfabetismo, sus hijos deben adquirir un nivel competencial para el mundo real. Y para ello, tienen que entender que el fracaso forma parte del aprendizaje.
Dicen los políticos que repetir curso cuesta mucho dinero a las arcas públicas y probablemente esta sea la verdadera razón para justificar los cambios en la evaluación del alumnado para conseguir la promoción casi automática. Parece que la repetición era el único mal del sistema educativo y no es así, es un ejemplo más del interés puesto en la cantidad pero no en la calidad de la Educación.
La pregunta que nos hacemos ahora es: ¿a dónde están yendo los 1.500 millones de euros que dicen que costaban anualmente las repeticiones en España? Me temo que se está invirtiendo en la ignorancia. Estamos educando en el entretenimiento más que en el saber y esto tiene un coste social muy alto que parece no importar a los políticos. ¿Será esta una manera de ir poco a poco privatizando la Educación? Seguramente, por eso se cierran aulas y centros públicos y se abren nuevos colegios y universidades privadas.
Aún estamos a tiempo de evitar el desastre. Padres y madres, exijan una enseñanza pública de calidad, no reclamen números sino saberes. Los docentes estaremos siempre a su lado en ese camino. ¡Feliz curso escolar!

*Rosa Santa-Daría es profesora del IES Joaquín Artiles de Agüimes.