27 de noviembre de 2024

Condenado a 4 años de cárcel por intentar violar a una mujer en El Pozo

 Miércoles, 27 de noviembre. 

Imagen de archivo de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria
La Provincia

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un hombre, identificado como B.L., a cumplir cuatro años y ocho meses de cárcel por encerrar a una mujer en su vivienda de Agüimes e intentar violarla, mientras le amenazaba con que la iba a "tirar al pozo como a las otras".
La mujer aprovechó un momento de despiste de su captor para coger una bicicleta y huir del lugar, refugiándose es noche debajo de un puente cercano.
El tribunal determina que el acusado cometió un delito de agresión sexual con acceso carnal en grado de tentativa, otro de amenazas y un delito leve de lesiones.
La sentencia contempla una orden de alejamiento durante 13 años, la medida de inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión u oficio que conlleve un contacto regular con menores durante ocho años y medio y cinco años de libertad vigilada, con el pago de un aindemnización de 30.570 euros a la víctima por los daños ocasionados.
Contra esta resolución judicial cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).
El tribunal considera probado que el penado, de 57 años y con antecedentes penales por maltrato familiar, invitó a la víctima el día 19 de julio de 2021, sobre las 21.00 horas, a la vivienda en la que reside, ubicada en la zona agüimense de El Pozo.
Una vez en su interior, cerró la puerta con llave y colocó piedras a fin de asegurarse que no pudiera salir, y la sentencia señala que agarró a la mujer del cuello y le propinó diversos golpes, la empujó contra la pared y la tiró.a un colchón, momento en que la despojó de su camisa, pantalín y bragas.
Asimismo, indica que el acusado también se desnudó, le oprimió el cuello a la víctima y le dijo que "si no se estaba quietita" la tiraba al pozo.
El hombre intentó penetrarla en ese momento pero no lo consiguió y la mujer finalmente logró abandonar la vivienda mientras oía a su captor gritando que si le denunciaba la iba a matar.
Horas después, la víctima fue atendida en un centro médico y presentaba raspones en la zona del cuello, dolor en la mandíbula y hematomas en la clavícula y en el glúteo.
La sala da absoluta credibilidad al testimonio de la víctima, que explicó que sólo conocía al acusado de vista y que el día de los hechos se encontraron un una sala de baile en la zona industrial de Arinaga.
Una vez que habían ido a la casa, que era como un pozo antiguo en un terreno donde sólo había cemento, comenzaron a hablar y le invitó a tomar una cerveza y, cuando se dio cuenta, el hombre se abalanzó sobre ella.
La denunciante aseguró en el juicio que B.L. le dijo que iba a abusar de ella y que, si no se dejaba, la iba a tirar al pozo, pero ella se negó y le dijo que si quería que la tirara, pero que no iba a tener relaciones sexuales con él.
Ahí empezó un forcejeo y él comenzó a quitarle la ropa y a asfixiarla, hasta el punto que la mujer, por el miedo que pasó, se hizo pis y caca encima, razón por la que la víctima cree que no llegó a penetrarla y se limitó solamente a darle besos en la cara.
El acusado, por su parte, reconoció que la vícitma había acudido a su casa ese día, pero aseguró que en ningún momento se quedó a solas con ella, sino que estaba presente su pareja, con la que convivía en el mismo domicilio.
Asimismo, afirmó que el motivo por el que había invitado a la víctima es que le iba a regalar unos cachorros, pero negó haberla tocado ni encerrado en su casa.