Lunes, 10 de febrero.
Agüimes es decisivo en el nacionalismo y la izquierda canaria. Es lucero municipalista desde los inicios. Hoy vota su desconexión de NC. Y dolerá más que, incluso, la de Gáldar. La razón estriba en que no solo Roque Aguayro ha ido de la mano de NC desde su constitución, que también, sino que Agüimes forma parte del triángulo del sureste en Gran Canaria que dio lugar al nacimiento político de la misma familia ideológica. Colindante a Santa Lucía de Tirajana, la historia de los tomateros y la zafra le es próxima. Carmelo Ramírez, Camilo Sánchez, Silverio Matos, Dunia González, Francisco García… junto a otros nombres, son parientes directos de la misma estirpe compartida. Cada municipio ha tenido su historia y singularidad; de hecho, en Agüimes se han cuidado en mantener su propia marca y han ejercido dentro de NC de contrapeso siempre, pero han intervenido en las mismas aventuras.
Agüimes es Antonio Morales. El presidente del Cabildo de Gran Canaria y su modelo de ‘ecoisla’ ha brindado las victorias electorales en la institución insular desde 2015, por tres veces, superando la competencia de los partidos estatales. Los planteamientos y obrar de Morales han sido foco de atracción de personas que se han acercado a NC, también desde el resto del archipiélago. Alcalde desde 1987, hizo de Agüimes un modelo meritorio de servicios públicos, fortalecimiento de las tradiciones del pueblo canario, apuesta por la cultura y respeto a la diversidad mundial; siendo premiado con mayorías absolutas continuadas.
Óscar Hernández es fiel escudero de Teodoro Sosa. Pase lo que pase, el actual regidor agüimense tiene que preservar el legado político de Morales. No puede disiparse o decaer a son de cuitas orgánicas o distanciamiento de proyectos. Agüimes es el rincón grancanario donde retumba desde hace décadas el ‘Ach-guañac’ de Taburiente.
Hernández cumple tres mandatos como primer edil y, por lo tanto, va de suyo que se perfile como diputado o como candidato al Cabildo de Gran Canaria más adelante, una vez que Sosa haya cumplido su etapa en la Casa Palacio y dé el salto a la política autonómica. Esta tarde NC vivirá una honda tristeza. Y otro tanto ocurrirá en las plazas y calles de Agüimes. Muchos no entienden qué ha ocurrido, cómo se ha llegado a esta situación. Roza el absurdo. La única esperanza es que los valores y principios se mantengan. Aunque costará.
Agüimes es Antonio Morales. El presidente del Cabildo de Gran Canaria y su modelo de ‘ecoisla’ ha brindado las victorias electorales en la institución insular desde 2015, por tres veces, superando la competencia de los partidos estatales. Los planteamientos y obrar de Morales han sido foco de atracción de personas que se han acercado a NC, también desde el resto del archipiélago. Alcalde desde 1987, hizo de Agüimes un modelo meritorio de servicios públicos, fortalecimiento de las tradiciones del pueblo canario, apuesta por la cultura y respeto a la diversidad mundial; siendo premiado con mayorías absolutas continuadas.
Óscar Hernández es fiel escudero de Teodoro Sosa. Pase lo que pase, el actual regidor agüimense tiene que preservar el legado político de Morales. No puede disiparse o decaer a son de cuitas orgánicas o distanciamiento de proyectos. Agüimes es el rincón grancanario donde retumba desde hace décadas el ‘Ach-guañac’ de Taburiente.
Hernández cumple tres mandatos como primer edil y, por lo tanto, va de suyo que se perfile como diputado o como candidato al Cabildo de Gran Canaria más adelante, una vez que Sosa haya cumplido su etapa en la Casa Palacio y dé el salto a la política autonómica. Esta tarde NC vivirá una honda tristeza. Y otro tanto ocurrirá en las plazas y calles de Agüimes. Muchos no entienden qué ha ocurrido, cómo se ha llegado a esta situación. Roza el absurdo. La única esperanza es que los valores y principios se mantengan. Aunque costará.
