Lunes, 1 de diciembre.
Óscar Hernández*
En muy pocos meses, Municipalistas Primero Canarias, el proyecto político que tengo el honor de presidir, se ha abierto un importante hueco en el escenario político de Canarias. Hemos alcanzado conocimiento, notoriedad, centralidad y liderazgo, ante la posibilidad de propiciar una histórica y deseada transformación del panorama político insular.
Somos organizaciones y personas comprometidas desde hace años con la actividad política municipal, independientes y renovadores vinculados históricamente al espacio nacionalista y progresista. Se habla mucho de nosotros y se habla bien, con la sola excepción de unos pocos adversarios políticos temerosos de quedar desplazados por nuestra irrupción, con miedo a perder las posiciones de poder de las que llevan tantas décadas disfrutando. Se piensan imprescindibles. No toleran la renovación. No evolucionan. Se resisten al cambio que la ciudadanía lleva tiempo demandando. Pero lo quieran o no, el cambio llegará. Es inexorable.
Por qué Municipalistas
En estos tiempos tan difíciles para la política, de total desconfianza y absoluto descreimiento, los municipalistas canarios queremos poner en valor la práctica política que hemos desarrollado en ayuntamientos como Gáldar o Agüimes: cercanía, escucha activa, contacto directo y permanente con la ciudadanía. Es la mejor forma de identificar y resolver los problemas. La gente sabe quiénes somos, conocen nuestro trabajo y nuestros resultados en los municipios donde gobernamos. Hablamos con hechos, más que con palabras. Somos creíbles, somos confiables, valores hoy escasos en la actividad política.
No nos asusta estar cerca de la gente. No nos encerramos en despachos y coches oficiales. Muy al contrario, abrimos las puertas, pateamos las calles, hablamos cara a cara con nuestros vecinos, miramos a los ojos de las personas y estrechamos la mano de cualquiera que necesite exponernos una demanda, una realidad que deba ser gestionada o un problema que tenga que ser atendido.
Estamos convencidos de que esta impronta municipalista, llevada a otros ámbitos institucionales, puede convertirse en un motor de cambio y cohesión social para Canarias. No sólo porque es capaz de acercar la política a las necesidades reales de la gente, sino también porque es una vía estratégica para superar dos obstáculos que hasta ahora han impedido la unidad nacionalista en Canarias: los personalismos y la división insular.
El municipalismo combate los egos y los personalismos con una idea clave: todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible. En política municipal se necesita diálogo, generosidad, acuerdo, consenso, trabajo en equipo. Pero nadie puede ser más que nadie. No caben los hiperliderazgos.
El municipalismo combate también la división insular poniendo el foco en comprender, aceptar y defender las singularidades de cada municipio para construir una Canarias plural, diversa, solidaria, integradora, equilibrada. Una Canarias verdaderamente unida, que tenga en cuenta no a sus ocho islas sino a todos y cada uno de sus 88 municipios.
Por qué Primero CanariasProponemos un movimiento abierto, plural y de amplio espectro ideológico que ponga en valor lo que nos une como canarios, no lo que nos diferencia. Que las personas y las organizaciones cooperemos por el interés general de Canarias por encima de los dirigentes, por encima de las siglas, por encima de cualquier otra consideración personal o partidista.
Los retos son mayúsculos. Canarias necesita soluciones urgentes al desafío de la vivienda, un problema cada vez más acuciante que está asfixiando y condicionando la vida de miles de personas. Nuestros jóvenes, abrumados por un futuro incierto, piden oportunidades para trabajar con dignidad, emanciparse e integrarse activamente en la sociedad. La ciudadanía demanda un mayor control del crecimiento económico y demográfico, ante la constatación de que nuestro territorio, limitado y frágil, no puede soportar los actuales niveles de presión sin comprometer su equilibrio ecológico, social y económico. No podemos seguir aplazando la revisión de nuestro modelo económico ni la reorientación del turismo hacia un planteamiento de más calidad, equidad y sostenibilidad.
Con todos estos desafíos encima de la mesa, haríamos bien en ponernos de acuerdo. Abandonar la vieja política del reproche y el enfrentamiento. Dejar de lado las etiquetas, el postureo y los prejuicios partidistas. Antes que todo eso, primero tienen que estar las personas, nuestra gente, nuestra tierra. Primero Canarias.
Mesa de Unidad Canaria
Las próximas elecciones autonómicas, insulares y municipales no se celebrarán hasta dentro de un año y medio, en mayo de 2027. Pero todo indica que antes afrontaremos unas elecciones generales que serán cruciales para los intereses de Canarias.
En el actual escenario de máxima polarización política en España, abogamos por la unidad de acción de los partidos y formaciones de base canaria para articular candidaturas unificadas al Congreso de los Diputados y al Senado. Por eso estamos trabajando en la propuesta de una Mesa de Unidad Canaria.
Sólo desde la unidad podremos conseguir la fuerza necesaria para reclamar con voz propia el pleno reconocimiento de nuestros derechos históricos, consolidar el estatus diferencial que le corresponde a nuestro archipiélago en el conjunto de España y alcanzar los avances políticos, sociales y económicos que nuestro pueblo espera y merece.
Canarias debe ser una prioridad política de Madrid. Nuestra tierra debe ser tratada con respeto y consideración, nuestra lejanía e insularidad deben ser debidamente compensadas y nuestra gente ha de recibir el mismo trato y disponer de las mismas oportunidades que cualquier ciudadano de cualquier otra comunidad.
La Mesa de Unidad Canaria debe reivindicar en Madrid el pleno desarrollo de nuestro Estatuto de Autonomía y el traspaso de las competencias de autogobierno en él reconocidas, como la gestión de los puertos y aeropuertos. Debe exigir la inclusión del hecho diferencial canario en una posible reforma de la Constitución Española. Que se reconozcan en la carta magna, de forma permanente, las especiales condiciones sociales y económicas de Canarias por su lejanía e insularidad.
Tenemos que defender el Régimen Económico y Fiscal de Canarias como instrumento irrenunciable de nuestro fuero histórico, indispensable para nuestro desarrollo económico y social. Debemos conseguir un sistema de financiación autonómica justo para Canarias, con absoluta separación de los recursos del REF, que garantice el mantenimiento de los servicios básicos a la ciudadanía (sanidad, educación y servicios sociales) para poder alcanzar la igualdad de condiciones con respecto a la Península y Europa.
Hay que renovar las bonificaciones al transporte, los planes de fomento del empleo y los convenios de infraestructuras en carreteras, obras hidráulicas, costas, turismo, educación o vivienda, que vienen a reconocer nuestra singularidad y compensar la desventaja histórica de este territorio insular y ultraperiférico. Y hay que exigir que Canarias sea escuchada en la gestión del fenómeno migratorio. España no puede seguir tratando a Canarias como una barrera natural contra la inmigración. No queremos seguir siendo considerados un escudo de contención frente al flujo intercontinental de personas entre África y Europa, como sucedió en el Mediterráneo.
En política, hay que estar al lado de la gente y escucharla con humildad, honestidad y corazón. Conocer sus problemas, sus ilusiones, sus anhelos y esperanzas. Hacer lo posible por encontrar las soluciones más adecuadas. Es lo que venimos haciendo los municipalistas canarios en los ayuntamientos en donde gobernamos y es lo que pretendemos replicar en todos los niveles institucionales con este nuevo e ilusionante movimiento político. Esperamos contar con la confianza mayoritaria de la ciudadanía.
Somos organizaciones y personas comprometidas desde hace años con la actividad política municipal, independientes y renovadores vinculados históricamente al espacio nacionalista y progresista. Se habla mucho de nosotros y se habla bien, con la sola excepción de unos pocos adversarios políticos temerosos de quedar desplazados por nuestra irrupción, con miedo a perder las posiciones de poder de las que llevan tantas décadas disfrutando. Se piensan imprescindibles. No toleran la renovación. No evolucionan. Se resisten al cambio que la ciudadanía lleva tiempo demandando. Pero lo quieran o no, el cambio llegará. Es inexorable.
Por qué Municipalistas
En estos tiempos tan difíciles para la política, de total desconfianza y absoluto descreimiento, los municipalistas canarios queremos poner en valor la práctica política que hemos desarrollado en ayuntamientos como Gáldar o Agüimes: cercanía, escucha activa, contacto directo y permanente con la ciudadanía. Es la mejor forma de identificar y resolver los problemas. La gente sabe quiénes somos, conocen nuestro trabajo y nuestros resultados en los municipios donde gobernamos. Hablamos con hechos, más que con palabras. Somos creíbles, somos confiables, valores hoy escasos en la actividad política.
No nos asusta estar cerca de la gente. No nos encerramos en despachos y coches oficiales. Muy al contrario, abrimos las puertas, pateamos las calles, hablamos cara a cara con nuestros vecinos, miramos a los ojos de las personas y estrechamos la mano de cualquiera que necesite exponernos una demanda, una realidad que deba ser gestionada o un problema que tenga que ser atendido.
Estamos convencidos de que esta impronta municipalista, llevada a otros ámbitos institucionales, puede convertirse en un motor de cambio y cohesión social para Canarias. No sólo porque es capaz de acercar la política a las necesidades reales de la gente, sino también porque es una vía estratégica para superar dos obstáculos que hasta ahora han impedido la unidad nacionalista en Canarias: los personalismos y la división insular.
El municipalismo combate los egos y los personalismos con una idea clave: todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible. En política municipal se necesita diálogo, generosidad, acuerdo, consenso, trabajo en equipo. Pero nadie puede ser más que nadie. No caben los hiperliderazgos.
El municipalismo combate también la división insular poniendo el foco en comprender, aceptar y defender las singularidades de cada municipio para construir una Canarias plural, diversa, solidaria, integradora, equilibrada. Una Canarias verdaderamente unida, que tenga en cuenta no a sus ocho islas sino a todos y cada uno de sus 88 municipios.
Por qué Primero CanariasProponemos un movimiento abierto, plural y de amplio espectro ideológico que ponga en valor lo que nos une como canarios, no lo que nos diferencia. Que las personas y las organizaciones cooperemos por el interés general de Canarias por encima de los dirigentes, por encima de las siglas, por encima de cualquier otra consideración personal o partidista.
Los retos son mayúsculos. Canarias necesita soluciones urgentes al desafío de la vivienda, un problema cada vez más acuciante que está asfixiando y condicionando la vida de miles de personas. Nuestros jóvenes, abrumados por un futuro incierto, piden oportunidades para trabajar con dignidad, emanciparse e integrarse activamente en la sociedad. La ciudadanía demanda un mayor control del crecimiento económico y demográfico, ante la constatación de que nuestro territorio, limitado y frágil, no puede soportar los actuales niveles de presión sin comprometer su equilibrio ecológico, social y económico. No podemos seguir aplazando la revisión de nuestro modelo económico ni la reorientación del turismo hacia un planteamiento de más calidad, equidad y sostenibilidad.
Con todos estos desafíos encima de la mesa, haríamos bien en ponernos de acuerdo. Abandonar la vieja política del reproche y el enfrentamiento. Dejar de lado las etiquetas, el postureo y los prejuicios partidistas. Antes que todo eso, primero tienen que estar las personas, nuestra gente, nuestra tierra. Primero Canarias.
Mesa de Unidad Canaria
Las próximas elecciones autonómicas, insulares y municipales no se celebrarán hasta dentro de un año y medio, en mayo de 2027. Pero todo indica que antes afrontaremos unas elecciones generales que serán cruciales para los intereses de Canarias.
En el actual escenario de máxima polarización política en España, abogamos por la unidad de acción de los partidos y formaciones de base canaria para articular candidaturas unificadas al Congreso de los Diputados y al Senado. Por eso estamos trabajando en la propuesta de una Mesa de Unidad Canaria.
Sólo desde la unidad podremos conseguir la fuerza necesaria para reclamar con voz propia el pleno reconocimiento de nuestros derechos históricos, consolidar el estatus diferencial que le corresponde a nuestro archipiélago en el conjunto de España y alcanzar los avances políticos, sociales y económicos que nuestro pueblo espera y merece.
Canarias debe ser una prioridad política de Madrid. Nuestra tierra debe ser tratada con respeto y consideración, nuestra lejanía e insularidad deben ser debidamente compensadas y nuestra gente ha de recibir el mismo trato y disponer de las mismas oportunidades que cualquier ciudadano de cualquier otra comunidad.
La Mesa de Unidad Canaria debe reivindicar en Madrid el pleno desarrollo de nuestro Estatuto de Autonomía y el traspaso de las competencias de autogobierno en él reconocidas, como la gestión de los puertos y aeropuertos. Debe exigir la inclusión del hecho diferencial canario en una posible reforma de la Constitución Española. Que se reconozcan en la carta magna, de forma permanente, las especiales condiciones sociales y económicas de Canarias por su lejanía e insularidad.
Tenemos que defender el Régimen Económico y Fiscal de Canarias como instrumento irrenunciable de nuestro fuero histórico, indispensable para nuestro desarrollo económico y social. Debemos conseguir un sistema de financiación autonómica justo para Canarias, con absoluta separación de los recursos del REF, que garantice el mantenimiento de los servicios básicos a la ciudadanía (sanidad, educación y servicios sociales) para poder alcanzar la igualdad de condiciones con respecto a la Península y Europa.
Hay que renovar las bonificaciones al transporte, los planes de fomento del empleo y los convenios de infraestructuras en carreteras, obras hidráulicas, costas, turismo, educación o vivienda, que vienen a reconocer nuestra singularidad y compensar la desventaja histórica de este territorio insular y ultraperiférico. Y hay que exigir que Canarias sea escuchada en la gestión del fenómeno migratorio. España no puede seguir tratando a Canarias como una barrera natural contra la inmigración. No queremos seguir siendo considerados un escudo de contención frente al flujo intercontinental de personas entre África y Europa, como sucedió en el Mediterráneo.
En política, hay que estar al lado de la gente y escucharla con humildad, honestidad y corazón. Conocer sus problemas, sus ilusiones, sus anhelos y esperanzas. Hacer lo posible por encontrar las soluciones más adecuadas. Es lo que venimos haciendo los municipalistas canarios en los ayuntamientos en donde gobernamos y es lo que pretendemos replicar en todos los niveles institucionales con este nuevo e ilusionante movimiento político. Esperamos contar con la confianza mayoritaria de la ciudadanía.











