Viernes, 5 de diciembre.
Redacción
La zona industrial y el puerto de Arinaga recuerdan al empresario Enrique Delgado, propietario de Yesos Canarias (Yecasa) y Gramelcan, que falleció ayer en Las Palmas de Gran Canaria y que es recordado, más allá de su faceta empresarial, por ser una persona de carácter abierto, cordial, trabajador y muy esforzado.
El empresario jugó un papel muy destacado en el Puerto de Las Palmas y en el desarrollo de Gran Canaria, ya que durante muchos años tuvo la concesión de los graneles sólidos en La Luz.
El empresario jugó un papel muy destacado en el Puerto de Las Palmas y en el desarrollo de Gran Canaria, ya que durante muchos años tuvo la concesión de los graneles sólidos en La Luz.
Posteriormente, la reconversión que llevó a cabo el entonces presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, de este enclave, que destinó a las plataformas petrolíferas, le obligó a trasladarse al Puerto de Arinaga.
En 2017, cuando caducó su concesión y no le fue renovada, algo que no estuvo exento de pelea judicial, Enrique Delgado intentó mantener la parcela en el recinto capitalino con una modificación del objeto concesional y entrar así en un nuevo sector, pero le fue denegada y tras salir de nuevo a concurso la ganó Hamilton.
Dos años más tarde, Delgado inauguró la planta de Gramelcan en Arinaga, la primera terminal cerrada de graneles de España, con una inversión de 8,5 millones de euros, y que duplicaba la capacidad de la de La Lua.
Delgado fundó Yecasa en los años 60, y durante seis décadas de trabajo convirtió su empresa en un gigante con una facturación anual de 40 millones de euros y una plantilla de 200 personas.
Yecasa es el primer grupo granelero de las islas, con una cuota de mercado del 85% y con dos terminales, la de Gran Canaria, en la zona industrial de Arinaga, y una, semiabierta, en el muelle pesquero de Santa Cruz de Tenerife.
La matriz Yecasa tiene cuatro filiales: Yesos Canarios (la fábrica), Gramelcan (terminal), la naviera Canarex (con 10 barcos entre mercantes y graneleros) y el Proyecto Dover.
Actualmente opera en Canarias, Cabo Verde, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Senegal, Gambia y Marruecos, país este último en el que tiene una cantera de sulfato cálcico y explota una mina de arena en El Aiún.
