Martes, 2 de diciembre.
Antonio Morales*
El concepto de la ecoísla y su posterior desarrollo constituye la piedra angular de una ambiciosa estrategia de transformación ecosocial para Gran Canaria.
No se trata de un conjunto de iniciativas aisladas, sino una hoja de ruta articulada sobre cuatro ejes fundamentales: la soberanía energética, la seguridad hídrica, la soberanía alimentaria y la justicia social, todo ello integrado bajo una visión de desarrollo sostenible armonizado con el territorio.
Se trata de avanzar de manera firme en un modelo de isla que dependa lo menos posible del exterior, que potencie, para hacerlo posible, sus propios recursos (agua, energía, alimentos), que desarrolle un tejido económico que combine rentabilidad con sostenibilidad y que tenga como norte un modelo de transición ecológica, con una estrategia muy bien definida de adaptación y mitigación de los efectos del calentamiento global. La ecoísla es un proceso, no un destino: es un camino hecho de convicciones, consensos y luchas compartidas. El objetivo es una Gran Canaria fuerte, viva,, capaz de mirar al futuro sin olvidar su identidad y sus límites.
Durante los últimos diez años de gobierno progresista en el Cabildo de Gran Canaria hemos ido desplegando cientos de acciones coherentes con esos objetivos fundamentales que sustentan pilares imprescindibles para que la ecoísla sea una realidad cercana, visible y reconocible por toda la ciudadanía.
Uno de los pilares más ambiciosos del proyecto es la transición hacia un modelo energético basado en fuentes renovables, con el objetivo de reducir drásticamente la dependencia de combustibles fósiles. En este sentido, la gran apuesta es el Salto de Chira, una infraestructura estratégica que combina una central hidroeléctrica de bombeo reversible con una desaladora. Esta central nos permitirá en un plazo de dos años superar el 50 % de penetración de renovables en el mix energético de la isla y, con la incorporación adicional de otras infraestructuras como la presa de Las Niñas, apuntar a niveles incluso más elevados con una isla prácticamente descarbonizada. Además aportará 750.000 m3 anuales para el riego de las cuencas de Tirajana, Mogán, Tejeda y Artenara. La transición incluye también la puesta en marcha y consolidación de las comunidades energéticas: grupos locales de ciudadanos y ciudadanas que producen, comparten y consumen su propia energía renovable. También el autoconsumo público y privado. Igualmente, se exploran fuentes emergentes como la geotermia y la eólica marina, con la mirada puesta en asegurar un suministro limpio, sostenible y lo más autónomo posible. Hoy encabezamos la penetración de energías limpias en Canarias.
La escasez de agua es uno de los grandes desafíos para una isla como Gran Canaria, especialmente bajo los efectos del cambio climático. La prioridad para superar esta vulnerabilidad es aumentar las inversiones en desalación, almacenamiento, regeneración y recarga del acuífero: garantizar la seguridad hídrica para la población, el sector primario, la reforestación y la actividad económica de un territorio aislado sometido a un 80% de desertización. Más de 150 millones de euros se han destinado en los últimos años a garantizar la seguridad hídrica, lo que ha permitido que Gran Canaria sea una de las islas con mayor capacidad de resistencia frente a la sequía sin haber declarado una emergencia hídrica.
No basta con producir energía y asegurar el agua cuando el suministro de alimentos sigue dependiendo en gran medida de importaciones. Por eso, la ecoísla incorpora como pilar fundamental la soberanía alimentaria, fomentando una agricultura más local, sostenible y conectada con el territorio. Hemos recuperado más de 700 hectáreas agrícolas en la isla, y apoyamos al pequeño agricultor y ganadero local. Promovemos el consumo de 'producto de kilómetro cero': frutas, hortalizas, papas o huevos que son producidos en Gran Canaria y vendidos en mercados locales, donde un alto porcentaje de esos alimentos provienen de la isla. Este enfoque no solo reduce la dependencia exterior, sino que también fortalece la economía rural, preserva el paisaje, ayuda a luchar contra los incendios, reduce la huella ecológica, y contribuye a una alimentación más justa y saludable.
La ecoísla no es solo energía, agua y agricultura, también es un proyecto integral para diversificar la economía de Gran Canaria y para avanzar en la equidad social. La circularidad es clave para construir una economía local más fuerte y con menos huella ecológica. Los dos ecoparques, de vanguardia, de los que dispone la isla son claves en este proceso.
La diversificación de la economía nos lleva decididamente a impulsar la iniciativa de las pequeñas y medianas empresas que generan más del 80% del empleo de la isla. El sector comercial e industrial juega un papel decisivo y hemos querido reforzarlo modernizando y ampliando las zonas comerciales e industriales de la isla. En los últimos 10 años, Gran Canaria ha consolidado su liderazgo en la economía canaria, destacando por su modelo de desarrollo basado en la innovación y la colaboración público-privada. La isla ha transformado sectores clave como el comercio, la industria, la moda y la gastronomía, logrando un crecimiento significativo en la actividad empresarial, la sostenibilidad y la economía creativa. La oferta de Infecar con un nuevo pabellón y una reorganización de todo el espacio mejorando los servicios disponibles para el barrio de La Feria, es uno de los botones de muestra.
Otra dimensión estratégica de la hoja de ruta es la apuesta por la economía azul: el aprovechamiento sostenible del mar como motor económico. Un territorio insular como Gran Canaria debe contemplar el mar no solo como escenario turístico, sino como fuente de valor medioambiental y económico. Hoy Gran Canaria es la isla con mayor penetración de la economía azul en Canarias, con más de un 8% del PIB.
Azul del mar y verde de la naturaleza, la protección de la biodiversidad, la reforestación, la Reserva de la Biosfera y el patrimonio mundial del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, la lucha y la prevención contra los grandes incendios y la potenciación del mundo rural.
La industria audiovisual incrementa anualmente su actividad y los ingresos aprovechando los recursos naturales de la isla y los nuevos platós construidos por el Cabildo para facilitar rodajes con los mejores adelantos técnicos. Se ha ido creando un tejido productivo local de singular relevancia.
Gran Canaria es una isla de referencia en la actividad turística porque además está reorientando su modelo para que sea sostenible. Hemos renunciado a sostener el éxito en el crecimiento continuo. Diversificando su oferta con el turismo de naturaleza, deportivo, cultural, gastronómico, de salud, etc, está permitiendo atraer visitantes con capacidad económica, que fidelizan sus estancias y que generan más gasto en el conjunto del territorio insular. Más ingresos con menos masificación de nuestro territorio, con menos impacto en el medio, las infraestructuras y los servicios esenciales.
El transporte público ha vivido un incremento de viajeros especialmente significativo. Los bonos primero y la gratuidad, más tarde, han conseguido aumentar de sesenta y dos a ciento cuatro millones el número de viajes en Gran Canaria en el último año. El tren está ahora más cerca que nunca. Soterrado en gran parte y movido por energías renovables.
Avanzamos en la modernización de grandes equipamientos como el nuevo Estadio de Gran Canaria, el Centro Insular de Deportes o el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria como espacios imprescindibles para aspirar a la celebración de grandes eventos de referencia. Pretendemos reforzar una posición de referencia en competiciones deportivas, festivales y actividades culturales por el efecto en la generación de empleo, la consolidación del empresariado canario y la contribución a la diversificación turística. La elección de Gran Canaria como sede del Mundial de Fútbol 2030 o el campeonato mundial de rallys avalan este planteamiento.
Un aspecto esencial de nuestra hoja de ruta es la búsqueda de la cohesión social. Para conseguirlo nos trazamos como objetivo fundamental la generación de empleo -estamos en ratios históricas- y la atención a las personas dependientes para quienes hemos creado más de 4.800 plazas en esta década y estamos ejecutando el plan sociosanitario más ambicioso de la historia de Gran Canaria. La lucha por la igualdad de género nos identifica porque no terminamos de alcanzar una situación donde las mujeres tengan plenamente garantizados sus derechos. Estamos haciendo la mayor inversión en vivienda sabiendo que el Cabildo no es la administración competente, pero la emergencia habitacional nos obliga a asumir responsabilidades. No podemos dejar a nadie atrás.
La ecoísla es un proyecto apasionante que está alumbrando la Gran Canaria del siglo XXI que necesitamos. Es un proceso vivo, con la mayoría de acciones ya en marcha y con una visión a largo plazo que busca transformar no solo las infraestructuras físicas de la isla, sino también su tejido social, económico y cultural para, siendo fieles a nuestras raíces, garantizar el futuro de las nuevas generaciones. Una transición ecológica integral y vertebrada.
No se trata de un conjunto de iniciativas aisladas, sino una hoja de ruta articulada sobre cuatro ejes fundamentales: la soberanía energética, la seguridad hídrica, la soberanía alimentaria y la justicia social, todo ello integrado bajo una visión de desarrollo sostenible armonizado con el territorio.
Se trata de avanzar de manera firme en un modelo de isla que dependa lo menos posible del exterior, que potencie, para hacerlo posible, sus propios recursos (agua, energía, alimentos), que desarrolle un tejido económico que combine rentabilidad con sostenibilidad y que tenga como norte un modelo de transición ecológica, con una estrategia muy bien definida de adaptación y mitigación de los efectos del calentamiento global. La ecoísla es un proceso, no un destino: es un camino hecho de convicciones, consensos y luchas compartidas. El objetivo es una Gran Canaria fuerte, viva,, capaz de mirar al futuro sin olvidar su identidad y sus límites.
Durante los últimos diez años de gobierno progresista en el Cabildo de Gran Canaria hemos ido desplegando cientos de acciones coherentes con esos objetivos fundamentales que sustentan pilares imprescindibles para que la ecoísla sea una realidad cercana, visible y reconocible por toda la ciudadanía.
Uno de los pilares más ambiciosos del proyecto es la transición hacia un modelo energético basado en fuentes renovables, con el objetivo de reducir drásticamente la dependencia de combustibles fósiles. En este sentido, la gran apuesta es el Salto de Chira, una infraestructura estratégica que combina una central hidroeléctrica de bombeo reversible con una desaladora. Esta central nos permitirá en un plazo de dos años superar el 50 % de penetración de renovables en el mix energético de la isla y, con la incorporación adicional de otras infraestructuras como la presa de Las Niñas, apuntar a niveles incluso más elevados con una isla prácticamente descarbonizada. Además aportará 750.000 m3 anuales para el riego de las cuencas de Tirajana, Mogán, Tejeda y Artenara. La transición incluye también la puesta en marcha y consolidación de las comunidades energéticas: grupos locales de ciudadanos y ciudadanas que producen, comparten y consumen su propia energía renovable. También el autoconsumo público y privado. Igualmente, se exploran fuentes emergentes como la geotermia y la eólica marina, con la mirada puesta en asegurar un suministro limpio, sostenible y lo más autónomo posible. Hoy encabezamos la penetración de energías limpias en Canarias.
La escasez de agua es uno de los grandes desafíos para una isla como Gran Canaria, especialmente bajo los efectos del cambio climático. La prioridad para superar esta vulnerabilidad es aumentar las inversiones en desalación, almacenamiento, regeneración y recarga del acuífero: garantizar la seguridad hídrica para la población, el sector primario, la reforestación y la actividad económica de un territorio aislado sometido a un 80% de desertización. Más de 150 millones de euros se han destinado en los últimos años a garantizar la seguridad hídrica, lo que ha permitido que Gran Canaria sea una de las islas con mayor capacidad de resistencia frente a la sequía sin haber declarado una emergencia hídrica.
No basta con producir energía y asegurar el agua cuando el suministro de alimentos sigue dependiendo en gran medida de importaciones. Por eso, la ecoísla incorpora como pilar fundamental la soberanía alimentaria, fomentando una agricultura más local, sostenible y conectada con el territorio. Hemos recuperado más de 700 hectáreas agrícolas en la isla, y apoyamos al pequeño agricultor y ganadero local. Promovemos el consumo de 'producto de kilómetro cero': frutas, hortalizas, papas o huevos que son producidos en Gran Canaria y vendidos en mercados locales, donde un alto porcentaje de esos alimentos provienen de la isla. Este enfoque no solo reduce la dependencia exterior, sino que también fortalece la economía rural, preserva el paisaje, ayuda a luchar contra los incendios, reduce la huella ecológica, y contribuye a una alimentación más justa y saludable.
La ecoísla no es solo energía, agua y agricultura, también es un proyecto integral para diversificar la economía de Gran Canaria y para avanzar en la equidad social. La circularidad es clave para construir una economía local más fuerte y con menos huella ecológica. Los dos ecoparques, de vanguardia, de los que dispone la isla son claves en este proceso.
La diversificación de la economía nos lleva decididamente a impulsar la iniciativa de las pequeñas y medianas empresas que generan más del 80% del empleo de la isla. El sector comercial e industrial juega un papel decisivo y hemos querido reforzarlo modernizando y ampliando las zonas comerciales e industriales de la isla. En los últimos 10 años, Gran Canaria ha consolidado su liderazgo en la economía canaria, destacando por su modelo de desarrollo basado en la innovación y la colaboración público-privada. La isla ha transformado sectores clave como el comercio, la industria, la moda y la gastronomía, logrando un crecimiento significativo en la actividad empresarial, la sostenibilidad y la economía creativa. La oferta de Infecar con un nuevo pabellón y una reorganización de todo el espacio mejorando los servicios disponibles para el barrio de La Feria, es uno de los botones de muestra.
Otra dimensión estratégica de la hoja de ruta es la apuesta por la economía azul: el aprovechamiento sostenible del mar como motor económico. Un territorio insular como Gran Canaria debe contemplar el mar no solo como escenario turístico, sino como fuente de valor medioambiental y económico. Hoy Gran Canaria es la isla con mayor penetración de la economía azul en Canarias, con más de un 8% del PIB.
Azul del mar y verde de la naturaleza, la protección de la biodiversidad, la reforestación, la Reserva de la Biosfera y el patrimonio mundial del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, la lucha y la prevención contra los grandes incendios y la potenciación del mundo rural.
La industria audiovisual incrementa anualmente su actividad y los ingresos aprovechando los recursos naturales de la isla y los nuevos platós construidos por el Cabildo para facilitar rodajes con los mejores adelantos técnicos. Se ha ido creando un tejido productivo local de singular relevancia.
Gran Canaria es una isla de referencia en la actividad turística porque además está reorientando su modelo para que sea sostenible. Hemos renunciado a sostener el éxito en el crecimiento continuo. Diversificando su oferta con el turismo de naturaleza, deportivo, cultural, gastronómico, de salud, etc, está permitiendo atraer visitantes con capacidad económica, que fidelizan sus estancias y que generan más gasto en el conjunto del territorio insular. Más ingresos con menos masificación de nuestro territorio, con menos impacto en el medio, las infraestructuras y los servicios esenciales.
El transporte público ha vivido un incremento de viajeros especialmente significativo. Los bonos primero y la gratuidad, más tarde, han conseguido aumentar de sesenta y dos a ciento cuatro millones el número de viajes en Gran Canaria en el último año. El tren está ahora más cerca que nunca. Soterrado en gran parte y movido por energías renovables.
Avanzamos en la modernización de grandes equipamientos como el nuevo Estadio de Gran Canaria, el Centro Insular de Deportes o el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria como espacios imprescindibles para aspirar a la celebración de grandes eventos de referencia. Pretendemos reforzar una posición de referencia en competiciones deportivas, festivales y actividades culturales por el efecto en la generación de empleo, la consolidación del empresariado canario y la contribución a la diversificación turística. La elección de Gran Canaria como sede del Mundial de Fútbol 2030 o el campeonato mundial de rallys avalan este planteamiento.
Un aspecto esencial de nuestra hoja de ruta es la búsqueda de la cohesión social. Para conseguirlo nos trazamos como objetivo fundamental la generación de empleo -estamos en ratios históricas- y la atención a las personas dependientes para quienes hemos creado más de 4.800 plazas en esta década y estamos ejecutando el plan sociosanitario más ambicioso de la historia de Gran Canaria. La lucha por la igualdad de género nos identifica porque no terminamos de alcanzar una situación donde las mujeres tengan plenamente garantizados sus derechos. Estamos haciendo la mayor inversión en vivienda sabiendo que el Cabildo no es la administración competente, pero la emergencia habitacional nos obliga a asumir responsabilidades. No podemos dejar a nadie atrás.
La ecoísla es un proyecto apasionante que está alumbrando la Gran Canaria del siglo XXI que necesitamos. Es un proceso vivo, con la mayoría de acciones ya en marcha y con una visión a largo plazo que busca transformar no solo las infraestructuras físicas de la isla, sino también su tejido social, económico y cultural para, siendo fieles a nuestras raíces, garantizar el futuro de las nuevas generaciones. Una transición ecológica integral y vertebrada.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)
