Viernes, 12 de diciembre.
Redacción
La Alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, inauguró el pasado martes una escultura en homenaje a Pedro Jesús Jiménez, conocido popularmente como Pedro Ulla, obra del artista agüimense Francisco Suárez, que se encuentra ubicada en la Plaza Doctor Pedro Betancor de Playa de Mogán.
Bueno destacó en el acto, junto familiares y personas allegadas a Pedro Ulla, fallecido en enero de 2024, que "era muy entrañable y bodadoso, así como justo merecedor de este reconocimiento", una propuesta que el gobierno local realizó a través de una moción plenaria que fue aprobada por unanimidad.
Asimismo, la Concejala de Presidencia del Ayuntamiento de Mogán, Tania Alonso, agradeció el trabajo realizado por el escultor Francisco Suárez, que acudió también al acto de inauguración para describir la obra dedicada a un veciono que formó parte integral del tejido social de Playa de Mogán, donde desarrolló una fuerte conexión con el entorno y su gente.
Siendo niño aprendió a nadar con los marineros y llegó a salir a faenar con ellos, una experiencia que cimentó su amor por el mar.
En el recuerdo de muchos vecinos/as permanecerá la imagen de Pedro Ulla junto a sus cajas y carro lleno de pescado fresco, elementos que no faltan en la escultura, y siempre dispuesto a ayudar a comerciantes y restauradores-as locales, a los que realizaba recados como tirar la basura y hacer algunas compras.
Bueno destacó en el acto, junto familiares y personas allegadas a Pedro Ulla, fallecido en enero de 2024, que "era muy entrañable y bodadoso, así como justo merecedor de este reconocimiento", una propuesta que el gobierno local realizó a través de una moción plenaria que fue aprobada por unanimidad.
Asimismo, la Concejala de Presidencia del Ayuntamiento de Mogán, Tania Alonso, agradeció el trabajo realizado por el escultor Francisco Suárez, que acudió también al acto de inauguración para describir la obra dedicada a un veciono que formó parte integral del tejido social de Playa de Mogán, donde desarrolló una fuerte conexión con el entorno y su gente.
Siendo niño aprendió a nadar con los marineros y llegó a salir a faenar con ellos, una experiencia que cimentó su amor por el mar.
En el recuerdo de muchos vecinos/as permanecerá la imagen de Pedro Ulla junto a sus cajas y carro lleno de pescado fresco, elementos que no faltan en la escultura, y siempre dispuesto a ayudar a comerciantes y restauradores-as locales, a los que realizaba recados como tirar la basura y hacer algunas compras.
A cambio solía recibir alguna propina que invertía en regalos o para las necesidades de su familia, mientras que en otras ocasiones era invitado a comer como muestra de gratitud.
